Si todavía estabas esperando un cambio de rumbo, querido lector, tenemos malas noticias: los 27 países miembros de la Unión Europea apoyan la prohibición de motores de combustión a partir de 2035. Ahora sí, estamos casi a las puertas del adiós definitivo de los motores tradicionales, que se hará realidad plenamente en otoño, si la votación de los Estados Miembros es finalmente a favor. Sin embargo, hay algunas novedades importantes, una sorpresa que hasta el momento había sido desechada totalmente: se estudiará la posibilidad de permitir motores de combustión que usen combustibles sintéticos “cero emisiones”. Y esto lo ponemos con comillas porque todo combustible, cualquiera, tiene emisiones.
Fue una larga jornada de debates y negociaciones, con cinco países posicionados totalmente en contra y presentando opciones a tener en cuenta. Era de esperar que no todo el mundo estuviera conforme con la idea de prohibir los motores de combustión en 2035, el margen ofrecido para el cambio total es realmente corto y supondrá una enorme inversión, tanto en tecnología aplicada a los vehículos como en creación de infraestructura, había que explorar otras opciones, como las presentadas por Italia, Portugal, Bulgaria, Rumania y Eslovaquia, a los que deberíamos sumar Alemania (haciendo un total de seis disidentes). Los primeros piden un aplazamiento de al menos cinco años, hasta 2040, mientras que Alemania es uno de los países que apuestan por los combustibles sintéticos (algunas marcas alemanas llevan tiempo trabajando en ese proyecto, es lógico que lo defiendan, ¿no?).
Esa propuesta que presentaron los cinco países, también incluía algunos cambios en las reducciones de emisiones para los próximos años. Los cambios propuestos son: un 90% menos de emisiones de CO2 respecto a 2021 para 2035, en lugar del 100%, mientras que se pide un 45% menos de emisiones para los vehículos comerciales ligeros para 2030, el 80% para 2035 y el 100% para 2040.
El objetivo es crear un período de transición, que permita mantener los costes bajo control, tanto para la industria como para los consumidores
Pero finalmente ha sido la presión ejercida por Alemania, que es el mayor fabricante de vehículos de toda Europa y también el mercado más grande, junto a Italia, que tiene dentro de sus fronteras algunas de las firmas automovilísticas más famosas y potentes del mundo, lo que ha permitido cierta flexibilidad en la normativa. Ojo, la palabra flexibilidad es importante, ya que ahora mismo, la futura ley dice claramente que no se podrán vender vehículos nuevos con motores de combustión interna, dejando fuera los combustibles sintéticos. En realidad, los Estados Miembros de la Unión Europea han acordado que “se explorará la posibilidad de que se puedan matricular vehículos con motores de combustión impulsados por combustibles sintéticos de cero emisiones”. Es decir, se trata de una posibilidad que se tendrá en cuenta y una parte de la normativa.
También se ha acordado estudiar la evolución de los híbridos enchufables a partir de 2026, que quizá, sea una de las partes que se han acordado más importantes. La Comisión Europea se ha comprometido a estudiar, en solo cuatro años, todos los avances que se hayan logrado con los híbridos enchufables, de cara a modificar la normativa y permitir su venta. Pero han dejado claro que ahora mismo, no cumplen con lo que ellos quieren.
“Algunos fabricantes mantienen que los híbridos podrán llegar a lo que se necesita. Por ahora lo hacen, pero si llegaran a hacerlo, lo reevaluaremos en 2026”. Declaraciones del vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde, Frans Timmermans
No obstante, parece que han dejado la puerta abierta para contentar a los países disidentes que para llevar a cabo el cambio en la normativa. Las declaraciones de los responsable hacen pensar así, pues han recalcado y mucho, que solo tendrán en cuenta los combustibles sintéticos si sus emisiones de gases son nulas, sin discusión. Además, según Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde, los combustibles sintéticos no parecen muy realistas porque su coste actual es prohibitivo.
Por otro lado, ¿acaso algún fabricante se arriesgará a desarrollar tecnología híbrida enchufable que cumpla con los requisitos, para que luego les nieguen la venta? Sería una pérdida importante de dinero, que se podría invertir desde ya mismo en el desarrollo de coches eléctricos, que seguro, tendrán la vía libre para ser comercializados.
La negociación final entre los Estados Miembros de la Unión Europea y el Parlamento Europeo arrancará durante el segundo semestre del año, bajo la presidente de turno de la República Checa. Será entonces cuando por fin conozcamos que ocurría a partir de 2035 con los motores “de toda la vida”, con los combustibles sintéticos y con los híbridos enchufables.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".A ver…si cuando llegue 2035 no quieres/puedes gastarte 36000€ en un coche eléctrico…y no se podrá comprar un coche de gasolina… sería posible irte a Marruecos y traerte un coche nuevo de allí (de alguna marca que fabrique coches de gasolina para mercados no europeos) es que a mí me da que en un futuro no todo el mundo podrá adquirir un coche eléctrico por su alto precio.