“Para crear un automóvil de alto rendimiento, se necesitan datos acumulados, pero no han pasado ni 10 años desde que se creó Genesis y los automóviles de hidrógeno no han contribuido a los beneficios de la empresa”. No quisiera mostrarme pesimista, pero esta declaración de Hang-gu, director del Instituto de Investigación de Tecnología de Convergencia Automotriz, puede leerse como todo un baño de realidad.
La cita corresponde a un artículo que había publicado el medio surcoreano iNews24. Titulado “Hyundai Motor Company cancela el plan de producción en masa del superdeportivo de hidrógeno ‘N Vision 74’”, se había difundido como una exclusiva, y es que el informe giraba en torno a una fuente anónima que aseguraba que, en efecto, “el proyecto N Vision 74 ha sido cancelado”. Otras declaraciones al mismo periódico –esta vez provenientes del fabricante asiático– dejaban todavía la puerta abierta a la producción en serie del coche de hidrógeno que tanto misterio y revuelo está generando.
Todo lo narro en el pretérito imperfecto y es que, dato no menor, por estas horas ese artículo de iNews24 aparece caído. ¿Será entonces que no era tan cierto el titular que daba por concluido el desarrollo del tan vanguardista deportivo? La postura –o al menos lo que nos deja ver la Hyundai Motor Company, es un tanto ambigua y genera más incógnitas que certezas.
Por un lado, apenas ha pasado un mes desde que se confirmara una futura flota de la marca que incluye 21 modelos a lanzar de aquí al 2030, entre los cuales se anunciaba al N Vision 74. A esto sumemos un informe que data de mayo, en el que se afirmaba que Hyundai había aprobado la producción de 200 unidades del por ahora coche concepto a partir del 2026. Por otra parte, según los recientes testimonios de la firma a iNews24 –y si bien indican que todavía no hay nada decidido y que “internamente que estamos abiertos a la producción en masa”–, lo consideran al mismo tiempo un “concept car (que) pretende mostrar direcciones futuras”.
Los datos técnicos no faltan. Todo está indicado en la página oficial. A saber: su esquema interno compuesto por dos tanques de hidrógeno traseros con capacidad de 4,2 kg, su tiempo de repostaje de cinco minutos, la pila de combustible de segunda generación en el eje delantero con 85 kW netos, una batería con capacidad de 62 kWh, los dos motores traseros con potencia combinada máxima por encima de los 500 kW, su par arriba de los 900 Nm, su tracción trasera, la velocidad máxima superior a los 250 km/h, una autonomía eléctrica superior a los 600 km y una minuciosa ingeniería orientada a hacer de esta atractiva propuesta un coche capaz en los circuitos, gracias a sus elementos aerodinámicos y a todo un sistema de refrigeración apuntado a controlar el calor de la pila, la batería y los motores.
Todo esto, todavía como parte de lo que sigue siendo un concept car, aunque no habría motivos a la vista para que el fabricante coreano, en caso de confirmarlo para las calles, altere toda esta configuración. ¿Será el N Vision 74 una realidad? Por el bien de quienes aún creemos en diseños atemporales como este Hyundai, ojalá así sea.
Redaccion
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