En Espíritu RACER nos gustan las historias, creo que es evidente, y ahora os vamos a contar una nueva, la del Dodge Li’l Red Express del 78, el origen de los pick-ups deportivos. Pero en esta ocasión, no se le instaló simplemente un motor algo más potente que al resto, sino que Dodge instaló un motor que superó a la mayoría de deportivos de la época en prestaciones, haciendo algo único. Dodge no planeaba someterse a la Ley de Emisiones de 1970, no sin un último movimiento maestro de cara a la galería que llegó en la forma de una camioneta al más puro estilo estadounidense.
La Li’l Red Express de 1978 fue la primera camioneta deportiva de Estados Unidos, y fue décadas anterior a la Ford Raptor, la Toyota Tacoma TRD Pro y la GMC Typhoon. La década de 1970 trajo muchos cambios al mundo del automóvil, siendo el más divertido de ellos la Ley de Emisiones de 1970, una legislación que tenía como objetivo reducir las emisiones de combustible y aumentar la eficiencia energética en los automóviles estadounidenses. Esto puso fin a los días de los vehículos que consumían mucha gasolina y contaminaban el aire, y comenzó una era de innovación progresiva con la seguridad ambiental a la vanguardia ¿os suena?
Al igual que en los últimos años, la Ley de Emisiones logró elevar los estándares y responsabilizar a los fabricantes de automóviles por los contaminantes que producen sus productos, pero también puso freno al rendimiento de los coches estadounidenses, ya que muchos fabricantes tuvieron que reelaborar sus motores para cumplir con los estándares cada vez más elevados. Esta era en la historia del automóvil, conocida como el fin del muscle car estadounidense, vio modelos con emisiones reducidas de mediados y finales de la década de 1970 que eran menos impresionantes que sus predecesores.
Sin embargo, hay algunos que vieron la falta de potencia bruta entre los nuevos modelos como una oportunidad. Dodge, elogiada en los años 60 por sus potentes coches con motor HEMI de gran tamaño, incluidos el Charger y el Challenger, encontró una inteligente laguna en la legislación recientemente aplicada. En resumen, si el vehículo en cuestión excediera un cierto límite de peso, fijado en 2.770 kg, no estaría sujeto a los mismos estándares enumerados en la Ley de Emisiones. La solución tomada por Dodge fue hacer un vehículo enorme con un gran motor.
La Li’l Red Express es un pick-up clásico producido por Dodge en 1978 y 1979 como parte de la serie D de tercera generación. La primera línea de la serie D es buscada por su estilo de camioneta estadounidense clásico y único, que recuerda los días de las carreras de resistencia en ovales de tierra. El Li’l Red original de 1978 pudo prescindir del convertidor catalítico, un requisito descrito en la Ley de Emisiones, aunque el próximo año modelo lo incluiría, tal vez Dodge se sintió mal por contaminar la atmósfera de una forma tan vil.
Sea como fuere, el Li’l Red Express no tuvo ningún problema en poner en circulación un V8 de 360 pulgadas cúbicas, alrededor de unos 5,9 litros, y que producía 255 CV con la ayuda de un carburador de cuadruple cuerpo. Una característica identificativa de la camioneta hot rod eran sus dobles tubos de escape cromados ubicados a ambos lados del exterior de la cabina, como si de un camión se tratase. Cuando Li’l Red llegó a las calles, rápidamente se convirtió en una leyenda urbana por derecho propio, capaz de dejar atrás a los deportivos de la época.
Sí, aunque no lo parezca, este pick-up era capaz de dejar atrás a deportivos en línea recta, ya que el V8 llevaba la camioneta de 0 a 96 km/h en poco más de 7,0 segundos, más rápido que el C3 Corvette de la época y el Ford Mustang Cobra de 1979. Para comparar con un posible rival europeo, en 1977 el Aston Martin V8 Vantage conseguía la misma velocidad en 7,3 segundos, aunque está claro que en curva el británico sería capaz de dejarlo atrás sin problemas.
Si bien es impresionante, es importante tener en cuenta el estándar de emisiones y cómo afectó a los vehículos en comparación con los pick-ups. El Mustang y el Corvette eran blancos fáciles para el Li’l Red Express, y la camioneta Dodge de 1979 superó a la competencia, ganándose un lugar entre los vehículos estadounidenses más rápidos de la época. Ambos modelos del Li’l Red Express presentaban transmisión automática estándar de tres velocidades.
Las transmisiones Mopar de esta época eran lo suficientemente duraderas como para soportar los rigores de una camioneta de trabajo y el rendimiento de un corredor de fin de semana, con ejemplos muy usados del Li’l Red original todavía en uso diario hasta el día de hoy, está claro que ya no se fabrica como antes. Un componente clave del atractivo del Li’l Red, además de la ridícula potencia producida por el motor, es la estética. Ese estilo clásico americano se encuentra en toda la camioneta, desde la plataforma con escalones hasta los rieles laterales de madera y los detalles cromados.
El Dodge Lil Red Express de 1978 y 1979 ejemplificó el espíritu y la actitud de lucha estadounidense que reinaba en la época, sin miedo a desafiar el estándar y, sobre todo, ir más allá de los demás. El Li’l Red luce su emblema exclusivo de estilo de la empresa en ambas puertas, anunciando su nombre mientras su escape de doble pila canaliza los nocivos gases del V8 por encima de la cabina, dándole voz al Li’l Red Express. Pero el Li’l Red también se puede conseguir en Midnight Black, un elemento cosmético que si era solicitado cambiaba las grafías laterales transformando el Li’l Red Express en Midnight Express.
Esta alteración era puramente cosmética, lo que significa que incluso en negro, la camioneta Dodge de 1979 seguirá rindiendo igual, pero siendo un poco más discreta. El interior se centraba en la comodidad, con grandes cojines y un asiento del conductor ajustable, algo poco común en las camionetas de la época. Los indicadores, interruptores y botones analógicos pueblan el salpicadero inundándolo de controles y relojes aquí y allá. Los detalles en madera que se encuentran en el exterior se trasladan a la cabina, ya que las molduras de madera enmarcan los interruptores, así como los paneles de las puertas.
Los Li’l Red originales cuentan con tapicería de cuero que también cubre el salpicadero y algunos detalles en los paneles de las puertas, aunque es difícil encontrar unidades impecables tras tantos años. La rareza es otro aspecto del atractivo de Li’l Red Express. Solamente se fabricaron alrededor de 5.118 ejemplares del modelo de 1979 y aún menos del de 1978, lo que convierte al Dodge Li’l Red Express en un hallazgo poco frecuente incluso en los Estados Unidos, no hablemos ya fuera del país.
Los coleccionistas interesados en comprar harían bien en buscar en subastas o en comerciantes de automóviles de colección un modelo apto para circular y los precios rondan los 30.000 dólares en el territorio de las barras y estrellas, por lo que una unidad puesta en Europa puede superar holgadamente el doble. A pesar de ello, La Dodge Li’l Red Express de 1978 y 1979 fue la primera camioneta verdaderamente deportiva, por lo que tener una a este lado del Atlántico puede hacer que sea una de las pocas que hay en todo el continente.
Hoy en día, es algo más habitual el concepto de pick-up que no cumple un propósito laboral, pero el Li’l Red Express fue construido para la diversión, la experiencia del músculo puro y la emoción de los vehículos rápidos en línea recta. Fue el vehículo de producción estadounidense más rápido hasta los 160 km/h en el momento de su lanzamiento y sigue siendo un capítulo interesante en la historia del automóvil, donde Dodge eludió como pudo las regulaciones para brindarnos la primera camioneta deportiva estadounidense de la historia.
Aactualmente muchos vehículos han utilizado la hibridación ligera para evadir los límites de la etiquetación, evidenciando una ley creada sin un criterio justo y, bajo mi punto de vista, precipitándose respecto al resto del mundo en cuanto al momento de implantación. Pero esta historia también habla de vehículos insólitos producidos por el atrevimiento de marcas, y, en este caso, de cómo se fundó un segmento que sigue vivo aún a día de hoy con el Dodge Durango SRT Hellcat volviendo a la producción en un momento del mundo del automovilismo que parece solo hablarse del camino hacia lo eléctrico.
Puede sonar paradógico, pero el momento en el que más restricciones se ponen a un tipo de vehículos es en el que parece verse amplificada la afición por ese tipo de vehículos, celebrando cada pequeño triunfo con cada modelo que sale a la calle. Puede no gustarnos la Dodge Li’l Red Express o el Dodge Durango SRT Hellcat, quizá el concepto no encaje con nuestra forma de ver los vehículos deportivos, pero tenemos que estar orgullosos de Dodge, en este caso por haberse atrevido a producir estos dos pedazos de historia que esconden bajo su enorme capó sendos motores capaces de estremecernos con su sonido.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS