Allá por 1977, apareció la primera entrega del BMW Serie 7, un coche que ofrecía otra forma de entender un sedán de representación y que no se había puesto en circulación hasta ese momento. Destacaba, como todo BMW, por un tacto de conducción más dinámico que de costumbre en el segmento y por un comportamiento más deportivo que la media. Parecía un poco fuera de lugar en aquel momento, pues este tipo de coches los compran usuarios que disponen de chófer y un modelo con tacto y talante deportivo, está pensado para que sea conducido y disfrutado, no para ser llevado en el asiento trasero.
Sin embargo, el concepto funcionó, el BMW Serie 7 se convirtió en uno de los referentes del segmento, donde modelos como el Mercedes Clase S eran el espejo donde todos se miraban. Han pasado ya, desde aquel 1977, más de 40 años y el Serie 7 sigue siendo el sedán de representación con talante deportivo que todos buscan, cuando quieren aunar deportividad y lujo en el mismo formato, aunque también es cierto que “el 7” ha ido perdiendo lago de deportividad por el camino en favor de un mayor refinamiento en todos sus apartados.
Ahora, el BMW Serie 7 actual, se presenta como uno de los coches más avanzados del segmento, destacando por inclusión de una versión eléctrica, el BMW i7, que con 400 kW (544 CV) y una autonomía de 600 kilómetros, se coloca como un sedán de lujo muy tecnología y también, muy interesante, pues los propietarios de este tipo de vehículos siempre dispone de un garaje donde instalar un cargador. Un asunto de vital importancia para todo aquel que quiera disfrutar de las bondades de un coche eléctrico.
Por esto y por otras muchas cosas, el BMW Serie 7 se puede considerar un éxito de ventas, no en balde, la marca ha anunciado que se han fabricado dos millones de unidades de su sedán de representación. Además, la unidad dos millones que ha salido de la planta de Dingolfing, ha sido un BMW i7 xDrive60, que para más inri, está equipado con un habitáculo tapizado en cuero vegano color coñac.
La fábrica de Dingolfing, situada en Baviera, recibió una inversión de 300 millones de euros únicamente para la producción del BMW Serie 7 y por ello, el modelo está considerado, como dijo Milan Nedeljkovic, miembro de la junta directiva de producción de BMW Group, como un catalizador del cambio para la factoría.
El BMW Serie 7 es un coche que cambió la forma de entender un sedán de representación cuando llegó al mercado y ahora, con su versión eléctrica, busca convertirse en un referente en cuanto a electrificación y deportividad, aunque siempre nos quedaremos con las ganas de ver un BMW M7, que entre en liza contra los salvajes Clase S de AMG (la última edición, el Mercedes-AMG S63 E Performance es una bestia híbrida de más de 800 CV).
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS