Para muchos es solo otro 911, pero para los seguidores de la marca significa la despedida del motor refrigerado por aire, el fin de una era, incluso el modelo más deseado para aquellos que añoran las versiones más extremas del modelo. A principios de este mes el deportivo cumplía la treintena, sí, el Porsche 993 cumple 30 años y se nos han pasado volando. Recordemos un poco nuestro contacto con el Porsche 911 993.
Debutó a principios de septiembre en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1993. También hubo una serie de conceptos de coches urbanos, incluido el Mercedes Vision A93, que se convirtió en la Clase A, el concepto Audi ASF, que fue una vista previa del primer A8, y el Dodge Neon. El 993 llegó en un momento difícil para Porsche, las ventas cayeron drásticamente después de una recesión global y, además, los métodos de producción obsoletos de Porsche significaron que los pocos coches que vendió no eran rentables.
Fue por esta época cuando se empezó a trabajar en el Boxster y en el 911 de la generación 996 con el objetivo de reducir costes e incrementar la producción. Porsche incluso contrató a consultores de Toyota para que le ayudaran en la fabricación. Eran días oscuros, pero el 993 era un punto brillante en el firmamento. Básicamente siendo el mismo 911 que debutó 30 años antes, el 993 se benefició de años de cuidadosa evolución. Lo más destacado del Carrera básico fue un motor de seis cilindros boxer de 3.6 litros revisado, una sexta relación agregada para la caja de cambios manual y una nueva suspensión totalmente de aluminio con el primer eje trasero multibrazo del 911.
Todo esto envuelto en una de las carrocerías más bonitas que jamás haya adornado un automóvil deportivo con motor trasero. Un gran coche, pero no un gran vendedor. Porsche fabricó alrededor de 68.000 unidades en el transcurso de cuatro años de modelo, lo que la convierte en la generación más rara de todas las del 911. Ahora es un clásico, que no solo representa el fin de una era, sino también un excelente automóvil para poseer y conducir.
Mi primer contacto con él fue en una revista, yo era un niño y babeaba viendo aquellos deportivos de los que me sabía las especificaciones de memoria, pero jamás tenía la oportunidad de ver en persona. Siete años después se cruzó en mi vida un aparato único, era un 993, pero había pasado por las manos de RUF, las líneas suaves que yo había visto en las revistas se desdibujaban para crear una máquina brutal, con dos turbos y el famoso alerón con entrada de aire para los intercoolers.
Escucharlo me impresionó sobremanera, para los que no hayáis tenido la oportunidad de escucharlo es como su metemos dos motores de Escarabajo bajo el capó, o veinte, el sonido era brutal y ensordecedor. Y la última vez que lo vi era un día gris, y el coche coincidía con el día, estaba en Londres aparcado en una calle cualquiera, su sencillez y su reducido tamaño destacaba rodeado de SUVs. Estoy seguro de que esto no es una despedida, seguiremos viendo estos pequeños deportivos de culto.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS