El Porsche 911 Carrera apenas necesita presentación, pocos modelos hay que tengan una historia tan nutrida y una legión de seguidores tan abrumadora. Y motivos hay para ello, ¿Verdad? Un Porsche 911 Carrera es uno de esos deportivos que se compraría todo amante del automovilismo para salir a rodar los fines de semana, pero también para usarlo como coche de diario, pues si de algo presume el “Nueveonce”, es de su versatilidad.
¿Un deportivo versátil? ¿Quién narices quiere eso? Si lo piensas bien, un deportivo versátil es más que interesante, con un solo vehículo cubres todas tus necesidades en lugar de tener, al menos, dos, uno para machacar en el día a día y otro para machacar, pero con enorme disfrute. También es cierto que, si eres como quien esto escribe, necesitarías un par de naves industriales para guardar todos los coches que te comprarías, pero eso ya es otro tema aparte.
El Porsche 911 Carrera es, por así decirlo, una de las variantes más populares del coupé alemán, y el Carrera S solo llega para redondear la ecuación. La cuestión es que, la nueva generación, recién presentada, parece que cambia algunas cosas que no gustarán a todo el mundo, como es, por ejemplo, la ausencia de un cambio manual. La tradicional transmisión mecánica vive sus últimos días, es un hecho, y raro es encontrar modelos de cierta enjundia con tres pedales y el clásico selector de movimientos en “H”.
La generación 992.2 se presentó en 2024 y recibe, como cabe esperar, sus diferentes versiones poco a poco. El 911 Carrera S es la opción intermedia entre el básico y el Porsche 911 GTS –que ahora es híbrido, por cierto– y por lo general, una de las opciones más equilibradas de la gama en lo referente a prestaciones y precio –si es que se puede definir como “equilibrado” los más de 150.000 euros que cuesta el coche… –. Además, según la propia marca, es el Carrera S más dinámico hasta la fecha, es más potente que antes y sí, también es más caro.
El precio de los coches se ha disparado de forma alarmante. Somos testigos de una subida de las tarifas sin precedentes entre los coches fabricados en masa, los generalistas –y de acciones un poco sinsentido, como subir el precio de los coches con motor de combustión para hacer más interesantes los eléctricos–, y lo mismo ocurre con los coches de muy alta gama, como es el caso. Antes de entrar en materia y conocer los detalles del nuevo Porsche 911 Carrera S, no está de más conocer los precios de partida. En el caso del coupé, hablamos de un mínimo de 177.947 euros, mientras que para el Carrera S Cabriolet la tarifa sube hasta los 193.981 euros.
Carísimos, cada día que pasa los precios suben más y más; llegará un momento que, como en los inicios de este invento loco, solo los más pudientes podrán tener un vehículo en casa. Los demás tendremos que ir en bicicleta o en transporte público y en ambos casos, los precios también se disparan.
De todas formas, si tienes la suerte de ponder gastarte 200.000 euros en un Porsche 911, el Carrera S te dejará más que satisfecho. De entrada, la potencia aumenta hasta los 353 kW, equivalentes a 480 CV –30 CV más que antes–, mientras que el par se va hasta los 530 Nm. Para ello, además de los respectivos retoques internos, se montan nuevos turbos y se revisa por completo la refrigeración de la admisión. Este motor se combina con el ya conocido cambio automático de doble embrague –la marca lo llama PDK– como única opción posible.
El precio extra también se justifica con un aumento del equipamiento, que presume, entre otras cosas, de una línea de escape deportiva con terminales de color plateado, el sistema Porsche Torque Vectoring Plus, los nuevos frenos más potentes –con discos delanteros de 408 milímetros– y un habitáculo donde la piel es protagonista, como no podría ser de otra forma.
La lista de opciones es amplia y en muchos casos, absolutamente prescindible. Aun así, se puede optar a la suspensión adaptativa –se combina con el eje trasero direccional– totalmente revisada, los frenos de material compuesto PCCB o un interior con mucha más piel –cubre la tapa de la guantera, los paneles laterales y la base de los asientos, por ejemplo–.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS