Por si acaso, la firma japonesa nos arroja la versión más potente en la historia del Miata. El popular deportivo está a las puertas de su quinta generación. ¿Será de propulsión toda eléctrica de autonomía extendida con motor eléctrico nutrido de un rotativo de combustión? ¿Llegará a los conductores como un híbrido convencional? Preguntas sin respuestas confirmadas que nos estamos haciendo desde que la marca presentó en el Japan Mobility Show 2023 el concept car que lo anticipa.
El giro de 180 grados que se espera que haga Mazda trasladando el diseño del concepto Iconic SP al Mazda MX-5 próximo –apuntado para el 2026– genera mientras tanto una expectativa que va más allá de lo estético. Una versión de manejo cien por ciento eléctrico es una posibilidad, por lo que el concepto ha demostrado y porque permitiría mantener el peso ligero del coche, atributo innegociable. Pero innegociable es también para Mazda que su deportivo más popular, el deportivo convertible más elegido a nivel global, siga siendo popular, por lo cual sería lógico que se lance al mercado con motor de gasolina.
Un candidato es el E-Skyactiv-Z, que traerá a las nuevas generaciones de sus modelos motores de cuatro cilindros electrificados que prometen rendimientos superiores. Si bien nada está dicho en cuanto a cifras, se especula con potencias máximas aproximadas de 250 CV. Es seguro, al respecto, que la nueva generación pasará a ser la más potente, pero, como cuando abrí este artículo no me refería al futuro MX-5, sino a uno de la actual cuarta etapa del Miata, cuya presentación en Japón sigue fresca.
El (por ahora) Mazda MX-5 más potente
Ya fue probado en Nürburgring, ya fue la estrella del stand de Mazda en el Tokyo Auto Salon 2025 y ahora falta que llegue a sus clientes. Aquí me detengo para darles una mala noticia. Esta versión será limitada en todo sentido: en cantidad, por producirse en apenas 200 unidades, y en términos regionales, pues se presenta como un Miata exclusivo para los conductores japoneses. No, no llegará a España. Al menos, de momento.
En la conferencia realizada por las autoridades, la pantalla, con sus datos preliminares al servicio de la prensa presente, confirmó lo que ya se sabía. Como los Miata actuales de serie y otros modelos de la marca como el SUV CX-30, esta edición especial llevará el Skyactiv-G de cuatro cilindros 2.0 litros. Aunque comparta cilindrada, el flamante Mazda MX-5 12R recibe optimizaciones en su motor que elevan su potencia unas cuantas decenas CV: una mejor admisión, nuevos pistones, nuevos árboles de levas y nuevas culatas, entre otras, lo hacen llegar hasta los 200 CV.
En dimensiones, es prácticamente igual a los MX-5 estándar. El largo de 3,91 metros y la altura de 1,23 metros no se mueven ni un milímetro. Caso contrario el ancho, aunque con un aumento ínfimo. Con 1,735 mm, el 12R supera de lado en apenas cinco milímetros. Algo natural en este tipo de coches, tan lógico como los agregados aerodinámicos. Esta versión cuenta con un spoiler delantero, un alerón trasero con difusor debajo y unas taloneras en los laterales.
Durante el estreno, el roadster del escenario mostró una pintura exterior blanca, pero en la sala había también uno con color exclusivo Aero Gray. Lo que no termina de convencerme son los detalles en rojo repartidos en el paragolpes delantero, en los espejos laterales, en el volante, en los cinturones y en las costuras tanto de los asientos tapizados en Alcantara como del salpicadero. No estaría mal la posibilidad de elegir otros colores para el contraste.
Desarrollado en conjunto con la división automovilística Mazda Spirit Racing, el Mazda MX-5 12M todavía no tiene precio confirmado, aunque se estima uno por encima de los 40.000 y por debajo de los 45.000 euros. ¿Lo interesante? Las 200 unidades saldrán con caja manual de seis velocidades, sin excepción. ¿Lo imaginan corriendo contra este Miata con caja secuencial y motor extraídos de una Honda CBR1000?
Mauro Blanco
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