Toyota sigue trabajando en un modelo totalmente eléctrico con forma de crossover que se anunciará el año que viene, ni su nombre sabemos. Este modelo tendrá una diferencia sustancial con todo lo visto hasta ahora, y es que se habrá concebido desde el primer momento como tal y con una arquitectura dedicada, e-TNGA, de la que derivarán varias plataformas.

Una de las tendencias crecientes en ingeniería automotriz moderna es la de usar el mismo molde básico en todos los modelos que se pueda, y a partir de ahí hacer desarrollos de sus variantes. Las partes comunes se acarrean de un modelo a otro. En el caso de Toyota, su molde principal es la arquitectura TNGA para modelos con motor térmico (híbridos o de gasolina) y e-TNGA para los totalmente eléctricos.

De la arquitectura TNGA igual sacas un Prius, un Camry o un GR Yaris

En la imagen a continuación la idea se comprende mucho mejor. Al igual que las plataformas modulares de Volkswagen (MQB y MEB) del vano motor al habitáculo la distancia es constante, también en lo que es el interior del vano a lo ancho. Todos los modelos e-TNGA tendrán eso en común, el resto se adaptará según el propósito de cada modelo.

También se puede apreciar que la nueva arquitectura tiene también fijas las cotas de anchura para el motor trasero, ya que permite diseños de tracción delantera, propulsión trasera o tracción total, siempre sin árbol de transmisión, que con motores eléctricos no tiene sentido. El espacio para las baterías también se ha delimitado a lo ancho. Esta arquitectura permite maximizar la distancia entre ejes y acortar voladizos, resultando en más espacio para la misma longitud.

Más de 20 años hacia atrás, Toyota tuvo un modelo totalmente eléctrico que nació al albur de la legislación del Estado de California para forzar a los fabricantes a poner modelos cero emisiones en la calle, el RAV4 EV, que al igual que el C-HR eléctrico que se vende en China, es una adaptación de una plataforma “térmica” donde han calzado cadena cinemática y baterías como se ha podido. Entre uno y otro hubo una segunda generación de RAV4 EV con tecnología Tesla y comercializado en Norteamérica en pequeñas cantidades.

Del futuro crossover solo sabemos que tendrá “una silueta estilizada”

En octubre de 2019 conocimos los primeros detalles de la arquitectura e-TNGA. Sería el punto de partida de una gama de 10 modelos totalmente eléctricos que habrá en un plazo de cinco años, seis de ellos para mercados globales y el resto para unos concretos. El crossover mediano es uno de esos 10 modelos, y encajará en el mercado europeo como un guante.

Koji Toyoshima, el ingeniero jefe del programa de desarrollo de plataformas eléctricas de Toyota, avanzó en octubre de 2019 que serán modelos con capacidades de batería entre 50 y 100 kWh, que proporcionan autonomías decentes, mínimo 200 kilómetros en cualquier condición de circulación por vías públicas, entre 300 y 600 km en usos más generales.

De momento, Lexus tiene en la calle el UX 300e, que probamos recientemente y no está optimizado como eléctrico, sino como térmico/híbrido. Por precio, capacidad de recarga rápida o autonomía no es claramente ningún producto para las masas. El futuro crossover seguramente tendrá un enfoque más generalista.

Sabemos que se fabricará en la planta ZEV de Toyota en Japón, un emplazamiento que empezó con medio centenar de ingenieros en 2016 con la titánica labor de desarrollar “a toda leche” una gama de eléctricos por el procedimiento rápido, saltándose la habitual planificación y burocracia de los modelos de corte más tradicional.

Posiblemente será un modelo que compita en el segmento C SUV, como el Nissan Qashqai, posicionado en precio por encima del Toyota C-HR, tal vez se quede cerca del RAV4 híbrido enchufable, del que aún no hay precios, pero más de 50.000 euros es una cifra razonable (como su primo, Suzuki Across), o 40.000 muy largos.

Por encima en tamaño habrá otro SUV, ya en terreno del RAV4, que se está desarrollando junto a Subaru, y también será totalmente eléctrico. Así, de forma progresiva, la estirpe e-TNGA será el punto de partida para ir retirando modelos híbridos en algunos segmentos y mercados, pues a largo plazo la visión de Toyota es 100 % eléctrica, ya sea con baterías electroquímicas o con pila de combustible de hidrógeno -tecnología ya en una segunda generación comercializable-.

Por cierto, la plataforma e-TNGA no solo admitirá baterías de ión-litio, como las actuales, también permitirá el empaquetado de baterías de electrolito sólido, que son una enorme promesa para el siguiente salto evolutivo en materia de eléctricos. Esto es: menos peso, menos metales preciosos o tierras raras, más densidad energética, más potencia de carga admisible, más autonomía, etc.