Cuando allá por el 2015 Ford presentó la sexta generación del pony car favorito de Estados Unidos, el Mustang, decidió darle un enfoque global y así poder acercar este ícono de la cultura yankee a un público más extenso. Prueba de ello es que la nueva plataforma, designada internamente como S550, fue diseñada para ser fabricada con el volante tanto a la izquierda como a la derecha. Toda una declaración de intenciones para su ofensiva comercial en aquellos países que conducen por el “lado equivocado”.
En el apartado técnico, el reto era mayúsculo. No en vano, preservar la esencia de un deportivo estadounidense con solera al tiempo que debía refinarse para los gustos del público europeo no es tarea nada fácil. Así, se desechó el vetusto eje rígido trasero en favor de una suspensión independiente mucho más sofisticada y gracias al empleo de aceros de alta resistencia, aluminio y técnicas de fabricación como la soldadura láser, se consiguió un chasis un 28% más rígido que la generación anterior, con un peso más contenido. Vamos, un win-win en toda regla. No obstante, el hábitat natural de este deportivo no se encuentra en carreteras reviradas, ya que, pese a su dieta, sus más de 1.800 Kg no perdonan y sus dimensiones tampoco.
Y, ¿Cómo respondió el público ante este Mustang global? Pues nada mal habida cuenta de que ha sido el coupé deportivo más vendido en el mundo durante los últimos 6 años. Sí, justo los que lleva a la venta
Esta sexta generación, como no podía ser de otra forma, ha visto las versiones radicales a las que Shelby acostumbra, como el exquisito Shelby GT350 con su V8 de 5,2 litros y cigüeñal plano, que eroga 526 CV, estirando hasta las 8.250 vueltas; o el monstruoso Shelby GT500 sobrealimentado. Por desgracia, ninguna de las dos se vendió en el Viejo Continente.
El equipo de Ford Performance ha mejorado la receta del fastback actual con cambios que, sin ser dramáticos, consiguen redondear el conjunto, mejorando aspectos clave como el rendimiento en curva y la respuesta. Comenzando con el corazón del Mustang Mach 1, el motor ve incrementada su potencia en 10 CV respecto del GT, hasta un total de 460 CV a un régimen de 7.500 vueltas y un par máximo que asciende a 529 Nm. Si bien sobre el papel no parece un gran cambio, la respuesta del motor se ha vuelto mucho más sensible y menos permisiva que su hermano más domesticado. Para poner esta potencia en el suelo, el Mach 1 de 2021 obtiene la caja Tremec de 6 relaciones del GT350 (opcionalmente se puede equipar una caja automática de 10 velocidades), que presenta función de punta-tacón automática y un diferencial de deslizamiento limitado.
En el apartado de suspensión se ha aplicado el mismo enfoque que en el tren motriz, es decir, se ha pretendido dotar al Mach 1 de una mayor agilidad y capacidad de respuesta, y es que el GT, aunque es un deportivo equilibrado y con un gran apoyo en curva, se siente algo torpe y perezoso en los cambios de dirección. Es en este último aspecto donde el Mach 1 brilla con luz propia. A ello contribuyen factores como una barras estabilizadoras y muelles más rígidos, control de amortiguación adaptativo MagneRide específico para este modelo, así como cojinetes de suspensión heredados también del GT350 que cambian por completo el carácter de la máquina y lo acercan al mundo de los Track toys.
Del que sí podemos disfrutar desde mediados de este año es del Mustang Mach 1, una vuelta de tuerca respecto al GT llamado a ser más efectivo en circuito
Por último, y no por ello menos importante, está el aspecto estético, en el que el Mach 1 recibe un tratamiento especial, homenajeando claramente al original del 69, que queda patente en la parrilla con los pilotos simulados al estilo del Muscle Car original. Un gran splitter inferior domina el frontal al tiempo que cumple una función aerodinámica, así como un spoiler trasero hace lo propio en la zaga, combinado con un difusor trasero específico. Por otra parte, varios emblemas en los que se puede leer Mach 1 y unas llantas de 19 pulgadas que dejan entrever unos poderosos frenos Brembo, completan el look. Con todo lo anterior, tenemos una estética amenazante pero funcional, ya que el incremento en la carga aerodinámica se estima en un 22% frente al fastback.
El resultado y lo que da nombre a este artículo es un tiempo de menos de 8 minutos en el Nordschleife, conseguido por los chicos de Sport Auto. Asiduos del trazado alemán, Christian Gebhartdt ha llevado al coupé de Flat Rock al infierno verde, consiguiendo parar el crono en 7:58,29, toda una proeza que le sitúa al nivel del BMW M2 y bate en 8 segundos a su primo europeo, el Ford Focus RS.
El Ford Mustang Mach 1 es ese deportivo en peligro de extinción único en su categoría que hace todo lo que un deportivo tiene que hacer, pero añade el espectáculo y el ruido que solo saben los estadounidenses. Puede que no sea el más efectivo de su categoría, pero es realmente diferente en todo lo que ofrecen deportivos similares y eso es claramente un valor añadido en los tiempos que corren.
Francisco Jiménez
Ingeniero mecánico adicto a todo lo que queme gasolina… y por qué no decirlo, también de lo eléctrico. Mi meta es no dejar nunca de aprender la técnica que rodea a la automoción y si ya puedo transmitir lo poco que sepa, tanto mejor. Sí, soy de esos que no recuerdan muy bien los nombres de las personas pero jamás olvidan qué coche tienen.Bienvenido Francisco, gran primer artículo.