DS Automobiles, aunque ha tardado un poco, ha logrado encontrar su lugar en el mercado y por supuesto, explotar su personalidad. Hace tiempo que dejaron de ser Citroën con otra mirada, ahora son coches totalmente separados, pero, curiosamente, con todas las características que han dado cuerpo a los modelos de Citroën durante décadas. No obstante, esas características se han aderezado con un lujo muy particular y hasta interesante, aunque si te gusta la deportividad, estos coches no están hechos para ti.
El modelo más representativo de la firma francesa es el DS 7, un coche que nació casi como un Citroen C5 Aircross vestido de gala y que, actualmente, abarca todos los argumentos que busca ofrecer la marca tanto en tecnología, como en lujo y diseño. Es cierto que tiene el DS 9 en el catálogo, pero es un sedán, con todo lo que ello conlleva actualmente en cuanto a ventas e imagen –y no es mal coche, todo sea dicho, pues ya pudimos probarlo hace tiempo–.
Hace unos meses se estrenó una renovación importante –que no total– del DS 7, que eliminó de la denominación el apelativo “Crossback” y adoptó una serie de detalles que han potenciado todavía más su personalidad y sus atributos, pero que, sobre todo, pone en circulación una versión con 360 CV, que se coloca como el tope de gama del modelo y, al menos hasta el momento, como la versión más potente del modelo. Variante que tiene como protagonista al mismo grupo motor del Peugeot 508 PSE –coche que pudimos probar hace tiempo–, el cual, también se monta en el DS 9.
DS Automóviles nació hace nueve años y pretendía ofrecer una cara más premium y cuidada de lo que hasta aquel entonces ofrecía PSA. Todavía no había aparecido Stellantis ni había intenciones que algo así ocurriera, así que también era lo más ambicioso que había puesto en marcha el grupo automovilista francés. Ambiciones que ahora, después de años de trabajo y desarrollo, toman forma. No debemos olvidar que el DS 7 era la punta de lanza de DS cuando se puso en circulación y que ahora, lo es más que nunca.
Volviendo al DS 7 más potente de la gama, el E-Tense 4×4, está animado por un grupo motor híbrido enchufable que, como hemos dicho, se estrenó en el Peugeot 508 PSE. Se compone de un gasolina con 200 CV y dos motores eléctricos, uno con 110 CV y otro con 112 CV, los cuales, recibe su energía de una batería de 14,2 kWh –se carga en dos horas en un terminal de 7,4 kW– y que, al contar con un segundo motor en el eje trasero, puede contar con tracción total. La ficha técnica del modelo indica 5,6 segundos para completar la maniobra del 0 a 100 km/h y una autonomía eléctrica de 62 kilómetros en trayectos urbanos.
El DS 7 E-Tense 4×4 360 también incorpora unos reglajes específicos, desarrollados por el equipo DS Performance del Fórmula E, que permite un mejor comportamiento en carretera –siempre según nos cuenta la marca… –. La altura de la carrocería está 15 milímetros más cerca del suelo, las vías se ensanchan 24 milímetros en el eje delantero y 10 milímetros en el trasero y además, cuenta con un modo off road que permite ciertas libertades fuera del asfalto.
Curiosamente, las versiones más potentes, es decir, esta de la que hablamos aquí y la inmediatamente anterior, el DS 7 E-Tense 4×4 con 300 CV, son las versiones que más ventas acaparan. Según indica la marca, el 53% de las matriculaciones del DS 7 corresponden a estas dos variantes, que, además, se solicitan, por lo general –tres de cada cuatro unidades–, con los acabados Opera o La Première, los más completos del catálogo.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS