Hace dos años, en la última edición del Salón del Automóvil de Ginebra (que ha cancelado la edición de 2022, prometiendo volver en 2023), se presentó un coche que llamó poderosamente la atención. Pero no lo hizo por prestaciones o por concepto, dos cosas que también merecían atención, sino por ser un proyecto que llevaba implícito un nombre que durante años ha sido uno de los motores más importantes de la industria del automóvil: Pïech. Era el Pïech Mark Zero, un deportivo de diseño clásico, pero animado por un motor eléctrico, que salía de la mente de unos miembros de la familia Pïech.
Se trata de Anton Pïech, el hijo del fallecido Ferdinand Pïech y sí, perteneciente a la familia Porsche. Pero Anton no hizo uso de material procedente del Grupo Volkswagen, aunque podría haberlo hecho, contactó con su amigo el diseñador Rajcic y con algunos contactos en la industria del automóvil china, tras lo cual, fabricó el coche que pudimos ver en el stand del Salón de Ginebra. El nombre de Pïech hacía muy viable este proyecto, aunque no sería la primera vez, ni tampoco será la última, que una aventura de este estilo acaba mal a pesar de tener relación con nombres muy conocidos del panorama automovilístico.
No obstante, parece que las cosas van por buen cauce y la empresa se encuentra fabricando los primeros prototipos para las pruebas en carretera. La publicación alemana Auto Motor und Sport estuvo visitando las instalaciones de Pïech y se encontraron con una pequeña fábrica muy artesanal, donde las todo parece ir viento en popa encontrando un coche que será realmente rápido y potente, aunque esto de la potencia en la nueva era de coches eléctricos ha dejado de sorprender a nadie. Lo realmente llamativo será ver un coche con mucha potencia, mucha autonomía (al menos como un automóvil convencional de su categoría) y recargas de no más de 10 minutos.
Pero eso es harina de otro costal y el Pïech GT, como se llamará finalmente según algunas publicaciones, contará con tres motores eléctricos (uno delante y dos detrás) que rondarán los 450 kW (algo más de 600 CV), capaces de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos. Lo malo es el peso, un mal endémico de los coches eléctricos (y de muchos modelos modernos con motor de combustión), pues se declaran 1.800 kilos. La batería no tendrá excesivas complicaciones, contando con refrigeración por aire mediante unos canales especiales y un ventilador, empleando un intercambiador de calor para el inversor.
Según cuentan en Auto Motor und Sport, la batería usa unas celdas “de bolsa” especiales, fabricadas por la compañía china Desten, apenas producen calor durante la carga y descarga. Los datos facilitados por Desten aseguran que las celdas solo se calientan 12 grados cuando fluye a través de las celdas 190 amperios y se carga al 80% de su capacidad (a 75 kW). Y por lo visto permite cargas realmente rápidas, necesitando solamente 8 minutos para cargar el 80%.
El inicio de las ventas está previsto para el año 2024, aunque todavía no hay datos en cuanto a precios o unidades a fabricar. Se habla de unas 1.200 unidades en la primera fase de producción y obviamente, no será barato.
Desde que se presentó el Pïech Mark Zero, también podemos encontrar cambios en el diseño. Son cambios sutiles y afectan a todo el coche, desde el frontal hasta la trasera (aquí los cambios son más notables, por el cambio de forma de los pilotos), aunque ese aire a Aston Martin sigue estando presente.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS