El BYD Seal es veneno chino para el Tesla Model 3

El BYD Seal es veneno chino para el Tesla Model 3

Comienzan las entregas de las primeras unidades de la nueva berlina compacta del mayor fabricante de vehículos electrificados de China


Tiempo de lectura: 9 min.

Su llegada se había anunciado hace unos meses, pero ha sido en estos últimos días cuando los primeros BYD Seal han sido entregados a sus dueños. No ha sido una larga espera desde la apertura de pedidos a finales del mes de mayo, pero la expectación era muy alta al menos para los más de 60.000 compradores que habían solicitado su unidad desde entonces –¡22.637 en las primeras siete horas!–.

Se trata de una berlina eléctrica compacta que, con unas cotas de longitud, anchura y altura de 4.800 mm, 1.875 mm y 1.460 mm, respectivamente, es de un tamaño similar al Tesla Model 3, con quien compite directamente en el mercado. En el catálogo de la marca se sitúa directamente por debajo del BYD Han. Por ahora no estará disponible en España, como el resto de vehículos del fabricante chino. 

Evolución tecnológica para anular a la competencia

El BYD Seal está construido sobre la plataforma denominada e-Platform 3.0, específica para vehículos eléctricos que el fabricante chino presentó en 2021 y que comparte con el BYD Dolphin o el Yuan Plus. Su configuración permite la implementación de la tecnología conocida como CTB –por su denominación conceptual en inglés: cell to body–, que hace referencia a la integración de las baterías como parte estructural del chasis. De este modo, la rigidez torsional del conjunto llega incluso a doblarse respecto de los modelos anteriores de la marca, que no contaban con esta tecnología en su construcción, lo cual se traduce en un incremento del cincuenta por ciento de la seguridad estructural en caso de choque frontal. No se trata de un anuncio casual por parte de BYD, puesto que la seguridad de los vehículos procedentes del país chino ha sido hasta ahora foco de críticas. 

En Europa, a la espera de su entrada en los mercados sueco y alemán para finales de este año, solo es posible adquirir uno de sus modelos en Noruega, el SUV eléctrico BYD Tang

BYD Seal 04

Es una plataforma que, además, cuenta con una distancia entre ejes elevada –2.920 mm en el caso concreto del BYD Seal– en relación a su longitud total, por lo que apenas hay peso descolgado por detrás o por delante de las ruedas traseras o delanteras, respectivamente. Así, hay más espacio aprovechable para el habitáculo y también se mejora el comportamiento del vehículo. La configuración de la suspensión delantera es de doble triángulo, con un sistema multibrazo para el eje posterior. 

Merecen cierta atención sus baterías, que son de litio-ferrofosfato (LiFePO4) y han sido bautizadas como Blade –”cuchilla” o “espada” en inglés– por la manera en que se van integrando en su correspondiente espacio en el suelo del coche, sin que se requiera de su compartimentación en módulos. De este modo, el volumen aprovechable en términos energéticos del espacio dedicado al sistema de almacenamiento de energía crece en un 66 %, además de reducirse significativamente su coste de producción. 

En el caso concreto del BYD Seal, este se ofrece con baterías de 61,4 kW/h u 82,5 kW/h de capacidad. Con la primera de las opciones solo se puede optar por la tracción trasera, gracias a un motor eléctrico de 150 kW –201 CV–, con el que la autonomía, en ciclo CLTC –como el resto de cifras aportadas en este artículo–, es de 550 km. La combinación de un único motor trasero con la batería de mayor capacidad aumenta la distancia máxima recorrida entre recargas hasta los 700 km. 

BYD Seal 08

Se puede comprar un BYD Seal también con dos motores y tracción total, ya que monta uno en cada eje, siempre en combinación con la batería de 82,5 kW/h de capacidad. En este caso la autonomía declarada por el fabricante es de 650 km. El motor que equipa en el eje delantero es de 160 kW de potencia –215 CV–, por los 230 kW –308 CV– que entrega el que está encargado de impulsar las ruedas posteriores. Esta versión equipa, además, un sistema inteligente de distribución de par, conocido como iTAC, que es capaz de repartir la potencia entre cada una de las ruedas en función de las necesidades de cada momento. 

Las baterías que equipa el BYD Seal permiten el aprovechamiento en términos de almacenamiento energético de hasta el 60 % del volumen destinado a las mismas, frente al 40 % ofrecido por otros sistemas. Poseen hasta un 50 % más de densidad energética que otras tecnologías de litio-ferrofosfato equivalentes 

En cuanto a la capacidad de carga, las versiones con la batería de 61,4 kW/h cuentan con la posibilidad de ser cargadas a un máximo de 110 kW en corriente continua, mientras que las versiones que equipan la batería de 82,5 kW/h permiten cargar a 150 kW en las mismas condiciones. De este modo, solo se requieren 30 minutos para que el nivel de carga de la batería pase del 30 % al 80 % en cualquiera de los dos casos. 

El interior está adaptado a los cánones modernos, con un cuadro de instrumentos digital de 10,25 pulgadas y una pantalla central de 15,6 pulgadas. Esta, que además es orientable, incorpora la última versión del sistema DiLink, con conectividad 5G. 

Su fabricación comenzó en junio en la planta de BYD de Changzhou, en la provincia china de Jiangsu, de donde se espera que salgan quince mil unidades al mes del BYD Seal cuando alcance su ritmo de producción esperado. Los precios finales del modelo han resultado ser hasta 3.000 yuanes más baratos que los anunciados hace dos meses. Estos se sitúan, empleando el cambio de hoy, entre los poco más de treinta y dos mil euros –222.274 ¥– que cuesta la versión de menor autonomía y tracción trasera, y los casi 42.000 euros –286.800 ¥– que se deben desembolsar para adquirir un BYD Seal con tracción total y batería de 82,5 kW/h de capacidad. Son precios inferiores a los del Tesla Model 3 en el país chino, cuya versión más barata supera los 42.000 euros –290.988 ¥–. 

Una marca y un mercado en continuo crecimiento

A nadie escapa que, actualmente, el peso de la industria automotriz se está desplazando hacia China, no solo en términos de consumo –es un mercado enorme que no deja de crecer: 20 % interanual en julio–, sino también desde el punto de vista de la producción. No en vano, Tesla y algunos fabricantes tradicionales cuentan con plantas ubicadas en el país asiático. Precisamente la primera ha acometido recientemente una remodelación de su planta en Shanghái para tratar de doblar su capacidad productiva y alcanzar el millón de unidades ensambladas al año, con el objetivo de hacer frente a la imparable demanda de vehículos eléctricos en ese país. 

En ese mercado doméstico es BYD quien presenta unas cifras de ventas más cercanas a las del fabricante americano, y además estas no dejan de crecer. En el pasado mes de julio, BYD vendió 162.216 vehículos, un crecimiento del 224 % respecto del mismo mes del año pasado y 30.000 unidades más que durante el mes anterior. De estos, solo algo menos de la mitad eran vehículos puramente eléctricos, un segmento que acapara el 27 % del mercado de los coches nuevos en ese país, lo que da cuenta de la velocidad del proceso de reducción de emisiones derivadas de la movilidad por carretera en China, favorecido también por las ayudas gubernamentales. Para poner en perspectiva los datos de ventas de BYD, en ese mismo mes de julio otros fabricantes de automóviles eléctricos nacionales como Xpeng, Li Auto y Nio, que incluso cotizan en la bolsa estadounidense, se quedaron en poco más de 10.000 unidades vendidas. 

Las autoridades del país asiático estiman que el volumen de vehículos cien por cien eléctricos vendidos en China en este año 2022 alcanzará las seis millones de unidades, lo que supondría el doble que durante el año anterior

BYD Seal 01

El fabricante chino con sede en Shenzhen, entre cuyos inversores se encuentra el millonario norteamericano Warren Buffet, pretende alcanzar los 1,2 millones de vehículos vendidos durante este año, entre vehículos a baterías e híbridos enchufables. Una meta para cuya consecución el BYD Seal es, quizá, el lanzamiento más importante. Cabe mencionar que a principios de año la marca anunció que cesaba la producción de sus vehículos equipados exclusivamente con motores de combustión. 

Además, la marca se encuentra inmersa en un proceso de expansión a otros mercados, que ya la ha llevado en estos meses pasados a los concesionarios de países como Australia, Japón o Israel. A finales de este año se espera que sus vehículos de pasajeros comiencen a estar disponibles en Alemania, Suecia y Países Bajos. Serán los siguientes países europeos que contarán con distribuidores de vehículos de pasajeros de BYD, después de Noruega, donde es posible adquirir el SUV eléctrico BYD Tang desde hace algún tiempo. 

La producción de los coches de este fabricante chino se reparte entre sus seis plantas situadas en Shenzhen, Xi’an, Changsha, Changzhou, Fuzhou y Hebei, y están construyendo tres plantas más, en Zhengzhou, Jinan y Xiangyang, con las dos primeras proyectadas para estar operativas antes de que termine este año. Fuera de su país, cuenta con instalaciones dedicadas a la fabricación de autobuses eléctricos, como los que circulan por algunas ciudades de España –en su mayoría en Madrid con los colores de la EMT–, en Reino Unido, Francia, Hungría, Brasil, Ecuador y Estados Unidos. Es, de hecho, el mayor fabricante de autobuses eléctricos del mundo. 

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No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.

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