El BMW M5 híbrido, la última iteración del mítico modelo alemán, no solo destacó por ser el más potente hasta la fecha y sí, también el primer BMW M5 híbrido; destacó por su excesivo peso. El nuevo M5 pesa muchísimo, es como una ballena con ruedas, el coche está tan gordo que antideportivo.

Lo curioso del tema es que parece que a nadie le ha importado que, el que debería ser uno de los sedanes más deportivos del mercado, pese alrededor de 2.500 kilos. Amigos, es una barbaridad, una locura para un coche como el BMW Serie 5 y por lo general, ha sido la cifra de potencia la que más atención ha centrado entre los medios y entre muchos aficionados.

Sí, vale, son más de 720 CV, es casi inalcanzable –salvo por el AMG GT de cuatro puertas y sus más de 800 CV… –, pero volvemos al hecho de que se trata de una supuesta versión deportiva. Por muy potente que sea, las inercias están ahí: a la hora de frenar, en curva, en aceleración… No se puede hacer nada evitar el desplazamiento de masas, aunque tenga 2.000 CV, el peso es el peso.

No obstante, según parece, no había otra opción: el BMW M5 era híbrido o no era, así de simple. Y para ser, no quedaba más remedio que “tirar” de grupo eléctrico del BMW XM. Y no lo decimos nosotros, lo ha dicho Frank van Meel, el jefe de BMW M, durante una conversación con CarBuzz en el Festival de la Velocidad de Goodwood.

Todo el grupo eléctrico es el culpable de que supere con mucha holgura los 2.000 kilos de peso, y lo peor de todo, es que no había otra opción si querían tener una nueva generación del M5 en el catálogo

El máximo responsable de BMW M dijo que la desproporcionada cifra de peso del M5 era necesaria. Solo había dos opciones para el nuevo M5: eléctrico puro o híbrido enchufable. Y no sería la primera vez que van Meel afirma que, actualmente, la tecnología eléctrica no ofrece lo que buscan en BMW M; van Meel afirma que todavía no está lista.

Los chicos de CarBuzz en busca de un poco de polémica, le preguntaron a Frank va Meel si el actual M5 era un auténtico M5 y si aún se siente como un M5 cuando se conduce en eléctrico. Y, obviamente, van Meel afirmó con entusiasmo que claro que se sigue sintiendo como un M5 y que, además, no se nota la diferencia cuando se conduce en modo híbrido o el modo eléctrico.

Sus palabras fueron “es la combinación perfecta de una dinámica de conducción llena de adrenalina y un uso diario sofisticado”. El desarrollo del coche se basó en el lema “Dualidad” –Duality en inglés– y por eso no podía ser un producto especializado, para aquellos a los que no les importan las normas de emisiones y sus impuestos asociados. Es decir, no es un auténtico BMW M5, no es un deportivo vestido de etiqueta…

Desde CarBuzz también tiraron la caña en busca de algunas confirmaciones sobre un BMW M5 CS, pero van Meel se enfocó en hablar de la autonomía y la importancia de la batería, para aumentar la dualidad del coche. Vamos, que hizo caso omiso sobre la idea.