Aston Martin es una empresa peculiar. Lleva la mitad de su historia, o puede que más tiempo, con las cuentas en números rojos, pero, sin embargo, mientras otros cierran o pasan a manos de grandes grupos industriales, los británicos siguen su camino mientras pasan de un propietario a otro. Ahora, con los Stroll al mando, parece que las cosas podrían cambiar, incluso se permiten el lujo de pasar por encima de los equipos más potentes en Fórmula 1 –al menos en las primeras carreras, habrá que ver que ocurre a lo largo de la temporada–.
La presencia de Mercedes en el accionario y con el suministro de tecnología y propulsores también se deja notar, obviamente, aunque actualmente, el protagonismo se lo lleva el bestial Aston Martin Valkyrie, que no lleva precisamente un motor Mercedes. El Valkyrie ya ha pasado por las manos de los periodistas más prestigiosos y alguno de ellos ha bajado muy alucinado con las capacidades del coche. Sin embargo, hay otro coche que copará las portadas a medio plazo: el reemplazo del Aston Martin DB11, el cual, por el momento, ha sido bautizado como Aston Martin DB12.
El DB11 es el modelo insignia de la firma británica, la máxima expresión de lo que es un Aston Martin, o dicho de otro modo, un Gran Turismo en su más pura esencia: potencia, mucho lujo, diseño arrollador y muy, muy caro. Pero no solo contienen la esencia de la firma, en realidad, supuso un cambio importante para la marca cuando se lanzó al mercado y un claro avance frente al Aston Martin DB9 –el DB10 fue una creación exclusiva para una película de James Bond–. Sin ir más lejos, estrenó una notable evolución del propulsor V12, la cual, se caracterizaba, entre otras cosas, por la adopción de la sobrealimentación –concretamente, dos turbos–.
Para dar vida al supuesto DB12 no se esperan grandes cambios. En realidad, no se esperan grandes cambios en ningún apartado del coche, pues no se trata de una nueva generación, sino de una revisión completa del Gran Turismo actual. Las actualizaciones que llegará no serán excesivas, aunque los datos disponibles son meras especulaciones. Por ejemplo, el motor V12, según se dice, podría ser la misma versión que monta los Aston DBS pero un poco “descafeinado” al rendo “solo” 600 CV, pues la marca ya dijo en alguna ocasión que seguirá contando con ese tipo de motor durante todo el tiempo que sea posible. No recurrirá, al menos de momento, a la electrificación, aunque no será extraño que algunas de las versiones, como las equipadas con el motor V8, si contará con hibridación –procedente de Mercedes, obviamente–.
En lo referente a su imagen, los cambios serán de detalle y se mantendrá la característica imagen de todo Aston Martin V12 pero con un ligero rediseño que lo haga más actual –si es que un Aston Martin pasa de moda en alguna ocasión–.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS