Los aficionados, muchas veces, somos un poco intransigentes. Nos apegamos, a veces sin razón, a cosas que, desde nuestro punto de vista, hacen de la conducción, o de un coche en concreto, algo que se acerca a nuestros gustos o a nuestra forma de entender como debe ser un coche. Cosa como el cambio manual, que según las reglas no escritas de la conducción pasional, debe ser la transmisión por defecto. El argumento para defender esta afirmación, es que un cambio manual se integra más en la conducción que un cambio automático y te permite un mayor control de lo que sucede.

Sí, en parte hay tacones de peso para opinar así, aunque también es cierto que un buen cambio automático con levas puede ser muy divertido y apenas resta control sobre la gestión de la caja de cambios. El caso es que muchos conductores tienen una imagen bastante distorsionada de lo que supone un cambio automático, aunque al final, resulta que los coches más potentes y deportivos, equipan cambio automático y en más ocasiones de las que se cree, apenas se usa el modo manual. Ni siquiera cuando se busca diversión en una carretera de curvas o en circuito.

No obstante, que marcas como Toyota apuesten todavía por el cambio manual es de agradecer, pues ya sabemos que cuanta más oferta y más opciones, mejor para todos, ¿verdad? Pues no, porque al final, la opción más popular suele ser el cambio automático, por eso se ha convertido en la solución que equipan los fabricantes en la mayoría de los casos. Ahí está Mercedes, que dejará de ofrecer cambio manual en sus coches, o el mencionado caso de los superdeportivos, todos con cambio automático.

Así parecía cuando se puso a la venta el Toyota Supra con cambio manual, pues durante los primeros compases de su comercialización, solo una cuarta parte de las ventas eran de esta versión. Así lo anunció en su momento el portavoz de Toyota North America, Pau Hogard. Una situación que nos hizo pensar en que no duraría mucho esta opción en el mercado, dada su baja demanda, una idea que, en estos momentos, pasa a mejor vida, pues la propia Toyota confirma que el 47% de todos los GR Supra vendidos en Estados Unidos, han salido del concesionario con cambio manual.

Sin lugar a dudas, se trata de una buenísima noticia, pues no solo hablamos de un acierto por parte de Toyota –que montó el cambio manual tras escuchar a los clientes–, sino porque el desarrollo de esta versión supuso una nueva inversión por parte de la marca. Colocar un cambio manual en el Supra A90 no fue sencillo, pues no había sido diseñado para ello y hubo que rediseñar la consola central y además, para más inri, se montó una caja de cambios –código GS6L50TZ– que no proviene de ningún otro coche, es un elemento de nuevo desarrollo específicamente para el Supra.

Keisuke Fukumoto, ingeniero jefe asistente del proyecto Supra, habló con Road and Track sobre la caja de cambios y les contó que la carcasa de la misma procede de la Serie 3 actual que, hasta hace poco, ofrecía una opción manual en Europa. Sin embargo, el engranaje procede del M3, al tiempo que la relación final pasa de 3,15 a 3,46 para ofrecer una mejor aceleración. Además, también se pasó mucho tiempo ajustando el tacto y las sensaciones que ofrecía el selector, para alejarlo todo lo posible de cualquier cosa que BMW, o cualquier otro fabricante, esté ofreciendo en este momento.

“Queríamos hacer que este vehículo estuviera muy orientado al conductor, era algo que realmente nos interesaba”, dijo a Road & Track el ingeniero jefe de Supra, Fumihiko Hazama. “Observamos las cosas cuidadosamente cuando se trataba de la sensación [de la palanca de cambios] y fue en gran medida un desarrollo conjunto con BMW”.

Para el desarrollo del cambio y sus sensaciones, se tomaron cuatro coches como referencia: un Toyota GT86, un BMW M140i, un BMW M2 Competition y un BMW Z4. Esto sirvió para darse cuenta de que no solo valía con sacar componentes del banco de órganos de BMW. “Se puede imaginar que algunos de los componentes provenían de vehículos de lujo”, dijo a Road & Track el gerente técnico para la gestión de rendimiento del vehículo, Herwig Daenens. “Tuvimos que cambiarlos para proporcionar esa sensación de cambio GR. Por ejemplo, el Supra tiene una cabina muy orientada al conductor. Significa que hay menos espacio. Así que tuvimos que adaptar el cambio [articulación] para asegurarnos de que todo encajara en esta cabina orientada al conductor”

Llama la atención el trabajo que llevó a cabo Toyota para incorporar el cambio manual en el GR Supra, porque hasta el peso y el tamaño del pomo se tuvo en cuenta. “Cuando se trata de la perilla, observamos el peso con mucho cuidado y también la dirección de cambio”, dijo Hazama. “La forma de la perilla también es algo que observamos muy de cerca. Las diferencias milimétricas nos importaron a la hora de decidir, y también recibimos muchos comentarios del equipo europeo [Toyota], la gente de BMW y a nivel interno”.

A todo esto, hay que sumarle los problemas que ocasionó la pandemia de COVID-19, lo que obligó, según cuentan desde Road & Track, a crear dos equipos separados, uno en Europa y otro en Japón, al tiempo que se buscaron formas de comunicación y para compartir información entre los equipos, así como con BMW y con los proveedores. Cada equipo realizaría sus propias pruebas, siempre con elementos idénticos, y luego se reunirían para discutir las ideas y hallazgos.