Muchas veces, ser consciente de algo que estamos haciendo mal no significa que lo vayamos a cambiar. Este es el caso de manipular nuestro inseparable smartphone mientras conducimos. Sabemos que está mal, pero las estadísticas no suelen mentir y parece que, al menos la población española no aprende ni aún a base de datos y malas experiencias.
Contestar un WhatsApp, cambiar de canción, responder a una llamada o echar un simple vistazo al navegador puede hacer que recorramos hasta 600 metros completamente a ciegas a 120 km/h. 2.132 usuarios de entre 18 y 65 años de edad y de 17 CCAA han sido encuestados por BP, Castrol y el RACE con motivo del VI Informe de distracciones. Los resultados son dignos de ser comentados.
Aproximadamente, 530.000 conductores reconocen haber sufrido un percance o accidente por culpa de una distracción. Un 12 % de ellos confiesa utilizar las redes sociales de forma habitual mientras conduce, un comportamiento que se eleva hasta un 17 % entre los jóvenes de 18 a 24 años. El 96 % de la muestra confiesa haber visto a alguien hablando por el móvil mientras conduce (80 % de forma habitual) y el 76 % (el 72 % muchas y bastantes veces) usando el móvil sin hablar, es decir, manipulándolo o mirándolo.
Además de las mencionadas redes sociales, hay otras cuatro distracciones más que están por encima, de momento. El GPS ocupa la primera posición con un 25 %, seguido de los servicios de mensajería instantánea con un 19 %, las llamadas sin usar un sistema de manos libres con el 14 % o la lectura de correos electrónicos con un 13 %. Pueden parecer porcentajes no demasiado alarmantes, pero echemos un vistazo 5 años atrás.
En 2014, tan solo el 0,5 % de los conductores confesaba consultar redes sociales (12 % con asiduidad en 2019), apenas un 1 % los usaban para hacer fotos y vídeos (12 % en 2019), y casi el 8 % para visualizar el GPS (25 % en 2019). De forma más comedida, el 12 % ya enviaban o recibían llamadas sin manos libres (14 % en 2019) y el 14,4 % la mensajería instantánea (19 % en 2019). La tecnología avanza, sí, pero dependemos cada vez más de ella, haciéndonos más impetuosos.
El 90 % de los encuestados cree que ser un peatón desprevenido por culpa del móvil puede suponer un alto riesgo de sufrir un accidente
Porque culpa tiene quien usa el móvil conduciendo, pero también quien motiva esa llamada (61 %) o ese mensaje (66 %) ocasional a sabiendas que el receptor estará conduciendo. Este dato todavía es más preocupante, teniendo en cuenta que 90 % de las personas se han planteado que esa actitud puede provocar un accidente. Prácticamente el total de la encuesta (99 %) entiende que puede suponer un riesgo claro.
Pero es que ocho de cada 10 peatones también están con sus smartphones por la calle en situaciones de tráfico. Tres de cada cinco, además, emplean auriculares, que los aísla completamente del entorno. El 44 % de ellas reconocen escuchar música a la par que están usando el teléfono móvil, mientras que el 28 % para hacer o recibir llamadas. Consecuencia: el número de peatones atropellados se ha incrementado en un 28 % en los últimos 10 años.
Desde hace seis años, BP, Castrol y el RACE pretenden concienciar a los españoles acerca del peligro de los despistes al volante bajo la campaña “Stop Distracciones”. A veces una miradita a donde no se debe acaba grabada en tu conciencia de por vida.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Del movíl, conduciendo, manos libres y canciones. Cualquiera se atreve en mi caso a escribir utilizando solo el índice derecho.