Ariel Atom 4RR: 525 CV para celebrar 25 años de brutalidad ligera

Ariel Atom 4RR: 525 CV para celebrar 25 años de brutalidad ligera

La versión más potente de la historia


Tiempo de lectura: 5 min.

El Ariel Atom 4RR es una declaración de guerra contra el cronómetro, y esta edición especial, limitada a solo 25 unidades, conmemora los 25 años del primer Atom de producción, y lo hace con una potencia demencial: 525 caballos, lo que lo convierte en el más salvaje de todos los tiempos. Supera al ya mítico Atom V8 de 2011 (475 CV) y deja atrás al reciente Atom 4R (400 CV), dejando claro que Ariel no ha venido a hacer amigos.

Debajo de su estructura tubular sigue latiendo el 2.0 turbo de origen Honda, el mismo motor del Civic Type R. Pero lo que hace Ariel con él es brujería mecánica: 525 CV y 550 Nm, gracias a una revisión profunda que incluye mejoras en la lubricación y la refrigeración para resistir lo que le echen, incluso tandas largas en circuito. Este 4RR no está pensado para cualquier Juan: está hecho para pilotos que saben lo que hacen.

Aunque la marca aún no ha publicado cifras oficiales de rendimiento, se da por hecho que será aún más rápido que el Atom 4R, que ya era un misil tierra-tierra con su 0 a 100 en 2,7 segundos. Aquí podríamos estar hablando de menos de 2,5 segundos, ayudado por una relación peso-potencia de escándalo: 772 CV por tonelada. A efectos prácticos, hablamos de cifras de Koenigsegg envueltas en una jaula metálica sin parabrisas.

Todo en este coche es radical: el motor, el chasis, la suspensión, los frenos… y hasta el enfoque. No hay concesiones al confort ni a la calle. Es, simplemente, el Atom más extremo que han construido nunca. Y con solo 25 unidades previstas, es probable que jamás vuelvas a ver otro igual. En perspectiva, un Bugatti Chiron Super Sport tiene 802 CV/ton. La comparación es más que válida.

Diseño de caza, no de coche de paseo

Visualmente, el 4RR no disimula sus intenciones. Frente a otras versiones del Atom, incorpora un nuevo splitter delantero estilo F1, un alerón trasero estrecho pero funcional y una carrocería repleta de aristas pensadas para canalizar el aire. El chasis tubular queda totalmente expuesto, como es costumbre en Ariel, pero en esta versión se ha optimizado tanto la carga aerodinámica como la estabilidad a alta velocidad.

La estructura sigue siendo de tubos de acero soldados en bronce, con paneles de material compuesto y sin elementos superfluos. El conjunto se mantiene en unos 680 kg, idéntico al Atom 4R, pero el comportamiento dinámico se ha mejorado gracias a una nueva puesta a punto de la suspensión y los frenos. Todo está diseñado para ofrecer sensaciones puras, sin filtros, en circuito.

En el interior (si se le puede llamar así) no hay concesiones al confort. Ariel ha optado por un enfoque radical: baquets fijos, volante multifunción sin concesiones estéticas y una instrumentación digital orientada a tiempos por vuelta y telemetría. El objetivo no es rodar con estilo, sino con precisión quirúrgica. La pintura especial en amarillo, con detalles en negro, es exclusiva de esta versión.

Ariel Atom 4RR (2)

Legal en Reino Unido, no en EE.UU.

Ariel ha confirmado que el Atom 4RR estará homologado para carretera en el Reino Unido, una hazaña notable teniendo en cuenta sus cifras y su enfoque extremo. Sin embargo, en Estados Unidos solo podrá utilizarse fuera de vías públicas y a través de Ariel North America donde se comercializará como coche de track-day. Esto limitará el acceso a un segmento muy específico del mercado americano.

Los 25 ejemplares serán ensamblados de forma artesanal y totalmente a medida, lo que permite cierto grado de personalización en aspectos como colores, geometría de suspensiones y neumáticos. No se ha hecho público aún el precio, pero se espera que esté significativamente por encima del Atom 4R, que parte de unas 65.000 libras en Reino Unido. Las primeras entregas podrían comenzar a finales de 2025.

El posicionamiento es claro: Ariel busca atraer a pilotos experimentados, propietarios de coches de circuito, y a coleccionistas con buen gusto por lo exótico. Su naturaleza exclusiva y su filosofía sin concesiones lo colocan como un rival atípico frente a otros coches radicales de circuito, como el KTM X-Bow o el Radical SR3. Pero con una ventaja clara: el ADN de Ariel es único, y la leyenda del Atom no hace más que crecer.

Una despedida… ¿o un nuevo comienzo?

El Atom 4RR no solo representa un homenaje al pasado de la marca, sino también un posible punto final para la generación actual. Desde que apareció el primer Atom en 1999, el modelo ha evolucionado hasta convertirse en un icono entre los deportivos ultraligeros, manteniendo siempre la fórmula original: peso pluma, potencia bruta y nada de florituras.

Con esta edición limitada, Ariel parece cerrar un ciclo, aunque no hay confirmación oficial de si será el último Atom con motor térmico. En plena transición hacia la electrificación, y tras haber presentado proyectos como el Hipercar EV, esta podría ser la última gran oda al motor de combustión dentro de la familia Atom. Un canto del cisne para entusiastas sin miedo.

En cualquier caso, el 4RR demuestra que aún hay espacio para propuestas puras en un mundo automotriz cada vez más digital y domesticado. Pocos coches representan tan bien la conexión directa entre piloto y máquina como un Atom, y esta edición 25 aniversario es el mejor ejemplo de lo que la marca británica sabe hacer: fabricar misiles con ruedas. Sin techo, sin puertas, sin filtros.

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Sobre mí

Jose Manuel Miana

Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.

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Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.

Jose Manuel Miana

Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.