Škoda es una de esas marcas que las mata callando. Su progresión desde que se pusiera en circulación la primera generación del Škoda Octavia ha sido notable. La asociación con el Grupo Volkswagen-Audi le sentó muy bien gracias al acceso al banco de órganos del grupo y a sus capacidades como gran corporación industrial que son.
Volkswagen se hizo con el control de Škoda en 1990, expandiendo el alcance de la marca por todo el mundo. Por eso, por la progresión de la marca y por su buena imagen actual, hemos decidido visitar el museo virtual de la marca, el cual está situado en la calle Václava Klementa de Mladá Boleslav, República Checa. Sí, el nombre de la calle rinde honor a uno de los fundadores.
Este museo no es demasiado grande, pero cuenta con algunas piezas muy interesantes. Además, es muy amplio y luminoso, con el blanco dominando todas las estancias. Museo que nada más entrar te da la bienvenida con un Škoda Popular Monte Carlo de 1937, el cual abre sus puertas para que puedas disfrutar de su interior.
Lástima que la funcionalidad de Google Maps pone las cosas un poco difíciles para recorrer los pasillos de este museo y para “subirse” a los coches que te lo permiten, que son bastantes. Destacar el Škoda 832 de 1932, que te permite conocer tanto las plazas delanteras como las traseras. En la misma sala de entrada, al final, hay dos unidades especialmente interesantes.
Una de ellas es un Škoda 130 RS (735) de 1977 y la otra es un Škoda Fabia Super 2000 de 2012, modelos que abren sus puertas gustosamente para que puedas entrar en su interior. Exactamente igual que el Škoda Vision D Concept o el Škoda 1000 MB de 1966. Eso si es que lo conseguís, claro, porque a nosotros nos ha costado bastante desde el ordenador y desde el teléfono móvil nos ha sido imposible.
Después de dar varias vueltas al lugar donde se exponen los coches (hay una segunda planta, pero es una especie de sala de reuniones de enorme tamaño), te das cuenta de que realmente hay muchos coches en este museo, pero no se pueden ver todo bien que nos gustaría pues están colocados como si fuera una estantería.
También te das cuenta que hay cosas súper interesantes, como una zona recreando un taller con planos en las paredes (planos de coches, se entiende).
El caso es que tras la visita virtual, la cual tiene un funcionamiento un tanto fastidioso, teníamos la sensación de que faltaba algo. Así que comprobamos la exposición en la página web oficial del Skoda Muzeum y efectivamente, hay cosas que no aparecen en la visita virtual. Hemos encontrado una imagen de 360 grados de una de las zonas que no aparecen o, al menos, que nosotros no hemos encontrado.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS