En la era de la tecnología LED y los coches eléctricos, no se me ocurre otra marca más que Opel que pudiera hacer uso de su emblema para jugar con las analogías. ¿Tal vez Mercedes-Benz, su estrella iluminada y el patrón de estrellas en miniatura reproducido en un cielo nocturno representado por calandras, partes del tablero y partes de los guarnecidos de modelos como la actual generación del EQB? Es posible, pero ninguna reúne las condiciones de la firma del rayo, que se las ha ingeniado para jugar con su analogía en el concepto Opel Experimental.
En la flota de producción de la automotriz alemana, hoy el Blitz –su insignia– resalta, se superpone. Se enciende y “transforma la noche en día” sobre el frontal 3D Vizor, una frase que nos suele nacer como impresión universal en noches de relámpagos, pero en este caso utilizada por el propio fabricante para definir su conjunto de luces adaptativo Intelli-Lux HD Light. El actual SUV tope de gama, el Opel Grandland, fue la punta de lanza para esta faceta iluminada del emblema, además de ser uno de los que cuenta con el sistema de iluminación horizontal Edge Light.
“Muchos de los elementos del Opel Experimental cobran vida en el nuevo Opel Grandland”, confirmó Stellantis en su sitio de noticias. La tecnología de avanzada en la iluminación es uno, pero hay que decir que lo del concept car está en otro nivel. En el deportivo experimental, vaya la redundancia, da la sensación de que el rayo se expresa como nunca, porque hay más libertad para que la carga metafórica, en su lenguaje de prototipo, sea mucho más evidente. Como un relámpago, es como si el Blitz de Opel se bifurcara y de una manera particular. Abramos sus puertas.

El Opel Experimental y una luz ambiental en beneficio de una seguridad pionera en tecnología
Nótese que en el Opel Experimental, además de las luces horizontales a ambos lados y en línea con el logotipo, las franjas LED se expanden en vertical sobre el capó, el paragolpes y la zaga, pero también sobre los paneles laterales. Enfoquémonos precisamente en los lados, porque mucho de la innovación del coche concepto tiene que ver con lo que los alemanes denominan Painting with Light. Cuando Stellantis dice que “la iluminación es más que ‘sólo’ faros, se refiere a la complejidad estética de este sistema, pero sobre todo funcional.
Desde Opel hablan de “experiencia inmersiva”. Lo inmersivo, vaya concepto instalado en los últimos años de la industria, en un mundo de interiores con gamas de colores cada vez más amplias para la iluminación ambiental de los habitáculos. En el Experimental, como tal, la firma con casa matriz en Rüsselsheim ha aprovechado para fusionar lo artístico con lo técnico. Siendo específico, propone una muestra de cómo sería en los años próximos la seguridad vial, tanto de quienes van a bordo como de quienes circulan en su entorno. Todo parte de un trabajo en conjunto entre cámaras, sensores y un tejido electrocrómico.
De éste se genera la luz ambiental con que el concepto se expresa y advierte. Todo consiste la optimización de la visión lateral, lo que ayudaría en cambios de carril y otras situaciones de riesgo. Cuando otro coche, ciclista o peatón aparece por un ángulo muerto, se emite una alerta de color sobre el interior de la puerta del lado del peligro de accidente. Con las cámaras registrando los exteriores laterales, se puede hasta ver a través de la superficie de las puertas, pues allí las imágenes tomadas se proyectan. Mediante realidad aumentada, el conductor del Experimental recibe además señales intermitentes para detectar peatones a tiempo, aún cuando el alumbrado externo es escaso y la oscuridad dificulta la visibilidad frontal.
Mauro Blanco
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