Puede parecer un videojuego, pero no lo es. Se trata de los Stadium Super Trucks, una disciplina extraña, pero que funciona muy bien y resulta muy divertida, con mucho espíritu RACER. Ahora que los SUV están de moda, es como su extrapolación a la pista de carreras. Para los que no la conozcáis, vamos a contar de qué se trata.

Todo parte de una idea de un ex-piloto de la NASCAR, Robby Gordon, quien fijándose en las series que creó Marion Lee “Mickey” Thompson, pensó que podía aportar más diversión. Originalmente nacieron como una extrapolación de la Baja 1000, pero en un estadio. Se creaba una pista de tierra con saltos, haciendo un pequeño circuito en los estadios de fútbol americano. Pero Gordon quería más diversión. La primera temporada fue en 2013, y desde entonces la disciplina ha ido puliéndose y ganando seguidores.

En 2014 cambió el concepto, pasando a denominarse “Speed Energy Formula Off-Road Presented By Traxxas”, y comenzando a competir en circuitos de velocidad en algunas ocasiones, pero añadiendo saltos en la pista a los ingredientes de esta fórmula. Posteriormente se añadieron circuitos urbanos, lo que le da mucha más espectacularidad a la disciplina.

Los vehículos son específicos para esta categoría y son iguales para todos los pilotos. De hecho solo pueden cambiar algunos aspectos de la suspensión, como la dureza de los muelles o amortiguadores, barras estabilizadoras, la altura libre o la caída y convergencia, entre otros. Están construidos con con chasis tubular de acero y carrocería de fibra de vidrio. El motor es un Chevrolet LS V8 con 600 CV unido a una caja de 3 velocidades, lo que le permite alcanzar 230 km/h. Los “super camiones” miden 4,11 metros de largo por 1,79 metros de ancho y 1,58 metros de alto, y tienen un peso de 1.300 kg. Son muy similares a los Trophy Trucks, sobre todo en la suspensión, pero con algunas diferencias en dimensiones. El coste de uno de estos bichos ronda los 300.000 dólares americanos.

El esquema de la competición es de todo en un día, siguiendo este programa:

• Entrenamientos libres
• Clasificación cronometrada
• Carreras Heat, que normalmente son 2
• Clasificación de última oportunidad
• Carrera principal

La clasificación cronometrada da como resultado las posiciones para las carreras Heat. En estas carreras, los que terminan entre los cinco primeros, se clasifican para la carrera principal, y los que terminen del cinco al diez, van a la clasificación de última oportunidad, una especie de repesca. En esta repesca, los cinco primeros van a la carrera principal, y dependiendo del circuito, a criterio de dirección de carrera, los que queden del sexto al décimo lugar en la repesca podrán competir en la carrera principal.

El sistema de puntuación ofrece 12 puntos al ganador de una carrera Heat, distribuyendo los puntos hasta el noveno clasificado, que se lleva uno. En la carrera principal el ganador se lleva 25 puntos y puntúan hasta el 15º clasificado, con 6 puntos. Aparte el piloto puede ganar algunos puntos extra por liderar más vueltas en carrera o por la clasificación.

Esta disciplina se celebra en Estados Unidos y Australia, habiéndose disputado dos carreras ya este año, una en Lake Elsinore en California, y la otra en Adelaida, Australia. La próxima será en el circuito urbano de Long Beach, en California el 14 de Abril.

Es un espectáculo brutal, con esas inclinadas debido a lo suave de la suspención y la diversión de sus saltos, aunque los pilotos deben tener cuidado, debido al centro de gravedad tan elevado estos “super camiones” tienen la extraña costumbre de volcar con relativa facilidad. Sin más preámbulo, os dejo con la primera carrera de Adelaida.