Coches del día: Audi 80 16v (B4)

Coches del día: Audi 80 16v (B4)

Un ligero toque deportivo para el fin de vida del sedán alemán


Tiempo de lectura: 4 min.

El Audi 80 16v llegó en 1994, al final de la vida comercial de un coche que, entre otras cosas, supuso un éxito de ventas para la marca. Se pretendía añadir a la gama un pequeño toque dinámico adicional, con el que enfrentarse a coches como el BMW 318 IS o con el Mercedes C220 con el acabado Sport. Así al menos lo decían en revistas como Autopista, que en su número 1.805 pudieron dar buena cuenta de las bondades del modelo.

Audi no siempre fue la referencia que es ahora, ha tenido que trabajar con ahínco para evolucionar y crecer hasta ponerse entre BMW y Mercedes con todas las garantías y el Audi 80 supuso, precisamente, poder enfrentar con solvencia a los mencionados rivales. Es cierto que fue con su reemplazo, con el Audi A4, cuando demostraron que podían superar a todo el que se pusiera por delante, pero el 80, como buen paso previo, ya podía presumir de muchas bondades.

Una de ellas era la calidad de producción y otra, el nivel de prestaciones de algunas versiones donde los motores pluricilíndricos eran la base. Sin embargo, para añadir un poco de interés al modelo al final de su vida comercial, se prefirió recurrir a un cuatro cilindros con el que otorgar agilidad, pero también con el que poder establecer un precio relativamente contenido sin que ello supusiera pérdida de prestaciones o imagen. Por ello, el Audi 80 15v tenía un precio base de 3.831.000 pesetas, que en 1994 no era precisamente una cuantía que todos se pudieran permitir. Es equivalente, aproximadamente, a 48.928 euros de 2025.

Curiosamente, el Audi 80 16v era algo más caro que todo un BMW 318 IS, aunque no lograba ser tan dinámico y deportivo como el modelo bávaro. Superaba al BMW C220, aunque la firma de la estrella siempre ha seguido un camino propio y ha buscado objetivos ligeramente diferentes; la deportividad de Mercedes en los años 90 no era tan marcada como ahora, era más sutil y más, digamos, elegante. Por tanto, se podría decir que el Audi 80 16v se colocaba entre el BMW y el Mercedes, un interesante término medio en cuanto a prestaciones, tacto y comportamiento.

A simple vista, el Audi 80 16v ya lucía algunos rasgos que acabaría por adoptar su reemplazo, el Audi A4.

Audi 80 16v

El motor del Audi 80 16v era el mismo bloque se usaba en la versión de acceso, solo que la culata pasaba a tener cuatro válvulas por cilindro en lugar de dos. También se podía encontrar este motor en el Volkswagen Golf –tenía ciertas sinergias con el 2.0 16v del Golf GTI– o en el Volkswagen Passat, pero retocado por los ingenieros de Audi para darle un talante algo diferente. Por ejemplo, se buscó una mejor respuesta a bajo y medio régimen, lo que significó perder algo de prestaciones en lo alto del cuentavueltas. Hecho que se puede comprobar al mirar las cifras del motor.

Con cuatro cilindros, 1.984 centímetros cúbicos –carrera larga, con 82,5 milímetros para el diámetro de los pistones, por 92,8 milímetros para la carrera–, dos árboles de levas, inyección y una compresión de 10,8;1, rendía 140 CV a 5.800 revoluciones y 18,5 mkg a 4.500 revoluciones. Eran 10 CV menos que en el caso del Golf GTI, aunque era un poco más elástico y entre 2.000 y 4.000 revoluciones era más satisfactorio que en el Volkswagen Golf GTI. Y no lo decimos nosotros, así lo afirma Juan Ignacio Eguiara en la revista antes mencionada.

También afirmaba que sobre trazados rápidos el aplomo era magnífico, aunque los “anchos neumáticos” –205/60 VR15, bastante grandes a mediados de los 90– restaban algo de confort, que los frenos eran muy potentes y que el motor rendía muy bien a medio régimen.

En cuanto a prestaciones, no iba sobrado, pero eran buenas para su potencia. La velocidad máxima era de 205 km/h, mientras que el 0 a 400 metros lo completaba en 17,10 segundos y los 1.000 metros, también con salida parada, los realizaba en 31,65 segundos. Los 400 metros en quinta desde 50 km/h se hacían en 18,99 segundos y el 80 a 120 km/h en quinta, requería de 15,62 segundos.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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