Coche del día: Volkswagen Bora 1.8T

Coche del día: Volkswagen Bora 1.8T

Con 180 CV ofrecidos por la fábrica, este modelo ha dado hasta para una competición propia en Argentina


Tiempo de lectura: 5 min.

Hablemos del Volkswagen Bora 1.8T. Más conocido en Argentina como el “ Borita “, lo cual ya nos da la medida de un auto que ha llegado a ser un fenómeno social de tal calibre que hasta ha sido renombrado por la comunidad. Sin embargo, tener fama no siempre es igual a tener buena fama. Para entender esto podemos establecer puentes comparativos con lo que en España ocurrió respecto al SEAT León. Objetivamente un coche adecuado y decente para su segmento, ofreciendo además opciones deportivas perfectas para combinar diversión y uso diario. Todo eso vaya por delante de cara a que nadie – cualquiera que sea lector habitual de esta sección conocerá nuestro tono conciliador – pueda ofenderse.

No obstante, lo cierto es que socialmente el SEAT León – especialmente si iba pintado en amarillo – se convirtió en un símbolo relativo a cierta manera de ir por la vida. Así las cosas, si divisabas uno circulando a tu lado ya estabas atento a que éste pudiera realizar cualquier peligroso alarde de conducción, ejecutando uno de los muchos actos tribales propios del macarra medio. Respecto a lo que suele significar un BMW de color blanco y cristales negros en según qué zonas de la ciudad preferimos dejar el resto del titular a la deducción de nuestros despiertos lectores. Llegados a este punto, ¿qué tiene que ver todo esto con el Volkswagen Bora 1.8T?

Pues ni más ni menos que la participación en un mismo fenómeno comercial. Aquel que dicta cómo algunos vehículos objetivamente interesantes han caído en el ostracismo comercial debido a la forma y manera en la que han sido estigmatizados. En lo referente a modelos accesibles como éste o el León, esto se relaciona con una parte importante de sus conductores, quienes han copado su imagen para sí, haciéndolos protagonistas de multitud de variaciones técnicas y actos de conducción como mínimo polémicos. No obstante, en descargo de las marcas diremos que esto no suele producirse por decisión de ellas. Lejos de ello, la situación antes descrita suele venir por una de las mejores virtudes de estos modelos: ofrecer mucha potencia por poco precio.

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Con un comportamiento muy apto para ir alegre en rectas, este modelo tuvo hasta su propia copa monomarca en la Argentina gracias a los 180 CV de su motor con turbocompresor sin que esto fuera merma para un precio accesible y relativamente popular

Volkswagen Bora 1.8T, una máquina para la autopista

En el 2005 se presentó la quinta generación del Golf. No obstante, debido al incremento de los costes de producción, su precio no eran tan rentable en los países emergentes de Centroamérica y Sudamérica como habían sido los de la versión anterior. De esta manera, el grupo germano decidió lanzar desde su factoría en México versiones diseñadas en específico para aquellos mercados. Así nació el Golf 4.5 – la adaptación simplificada y económica del modelo al Mercosur – al tiempo que las versiones locales del Bora.

No obstante, para el 2005 aparecía una variante muy interesante. Hablamos del Volkswagen Bora 1.8T. Fabricada en la planta de Puebla para sólo ser distribuida en México, Argentina y Uruguay, ofreciendo por un precio razonable y accesible a las capas medias un vehículo que, de serie, llegaba hasta los 180 CV gracias al turbocompresor instalado en su bloque motor de cuatro cilindros en línea y 20 válvulas con hasta 235 Nm directos al eje delantero. Todo ello para alcanzar una punta de 228 kilómetros por hora envuelto en una estética sobria y sencilla.

Con todo ello resultaba obvio que Volkswagen acaba de poner en el mercado un sedán ideal para largos viajes por carreteras rectas, capaz de devorar kilómetros con generosas velocidades de crucero y un consumo de 8.4 litros en ciclo combinado. Razonable. Y atención, mucho más barato que modelos superiores en otros sentidos pero homologables en mecánica. ¿Resultado? Bueno, aparte de una razonable sección de compradores ajustados a lo que el modelo es en si, aparecieron no pocos jóvenes algo más ruidosos de lo normal capaces de modificar y potenciar sus Bora para convertirse en el centro de atención de la vía pública.

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Resulta complejo encontrar unidades en estado de fábrica, ya que al haberse expandido dentro de un sector de la afición muy dado a las modificaciones el Bora 1.8T luce estéticas y especificaciones de lo más variopinto

Algo normal, pues a este adecuado modelo familiar se le pueden sacar hasta 230 CV aproximadamente con ciertas modificaciones. Y eso por no hablar de su ya de por sí interesante potencia nada más salir de la cadena de producción. Una cuestión que nadie puede rebatir pues se basa en la objetividad de los números, haciendo así que el Volkswagen Bora 1.8T, más allá de su proyección social, sea un modelo nacido con una excelente relación calidad / precio. En fin, estamos hablando de la garantía de Volkswagen dentro del ámbito del automovilismo masivo mezclada con la incorporación de un motor turbo alegre en aceleraciones y potencia. Lo conduzca quien lo conduzca, es un sedán para autovías de lo más interesante.

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Sobre mí

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

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Lucas Crenovich
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Lucas Crenovich

Las chicas buenas van al cielo y las malas…al Bora.


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