Coche del día: Renault Avantime 3.0 V6

Coche del día: Renault Avantime 3.0 V6

Con un precio de más de 40.000 en 2001, era excesivamente caro


Tiempo de lectura: 3 min.

El Renault Avantime 3.0 V6 pretendía ser la versión más prestacional de la que, posiblemente, haya sido la propuesta más arriesgada de la firma francesa en toda su historia. Con el motor V6 se buscaba potenciar todavía más el aura de alta gama y prestaciones que se quiso imprimir al modelo y, en parte, se consiguió, sobre todo en lo que a precio se refiere, pues se pedían 40.760 euros en el año 2001 –precio de la época, sin sumar inflación–.

Renault fue, durante algún tiempo, un fabricante valiente, ponía en circulación coches que, en principio, no tenían futuro pero luego, contra todo pronóstico, todo salía más que bien. El Renault 5, mítico entre los míticos, es un claro ejemplo. De hecho, es un modelo icónico, en parte, por eso, porque su éxito fue contra pronóstico. Sin embargo, no siempre tuvieron éxito a pesar de que la idea, la realización y el producto final fueran buenos. Por ejemplo, el Renault Vel Satis no cuajó, a pesar de ser un coche muy respetable, por culpa de su diseño –mientras tanto, el Mégane, que tenía una línea similar, rompía récord tras récord de ventas–.

Uno de los casos más sonados es el que tiene al Renault Avantime como protagonista. Los franceses, en esta ocasión, me pasaron de ambiciones con uno de los coches más extraños de su historia. Cogieron un Espace, le quitaron toda modularidad de monovolumen, le pusieron dos enormes puertas, le otorgaron al habitáculo un aspecto “más premium” y muy cuidado, y lo lanzaron al mercado como si fuera un coupé. Una verdadera locura que, como muchos vaticinaron, fue un fracaso y solo se fabricó entre 2001 y 2003. Es más, se dice que se llevó por delante a Matra.

Básicamente, el Avantime era una versión de tres puertas y talante más deportivo del Renault Espace, una idea peculiar

Renault Avantime V6 (2)

El caso es que, como idea, el Avantime tenía mucho interés y mucho gancho, sobre todo en sus versiones más potentes, como el equipado con el motor V6. Renault decía que era el coche ideal para quienes había tenido un coupé, un SUV, un cambio o un monovolumen de alta gama, un abanico de clientes de lo más dispar en un intento de abarcar, claramente, demasiado. Además, el coche se vendía por tarifas de locura. En el año 2001, un Renault Avantime V6 costaba el equivalente actual a 69.900 euros, aproximadamente. Un precio que costaba justificar incluso con la ficha técnica en la mano.

Alojado en el vano delantero, el V6 de 2.946 centímetros cúbicos, con culatas de doble árbol de levas y cuatro válvulas por cilindro, solo rendía 207 CV 6.100 revoluciones y 29,1 mkg a 3.750 revoluciones. Motor que se combinaba con un cambio manual de seis relaciones y desarrollos algo largos –la quinta era de 36.1 km/h a 1.000 revoluciones y la sexta, de 42,8 km/h a 1.000 revoluciones– y tenía que lidiar con un peso de 1.741 kilos. El resultado era una velocidad máxima de 220 km/h, un 0 a 100 km/h en 8,6 segundos y un 0 a 1.000 metros en 30,4 segundos. Las recuperaciones eran algo mejores, con un 80 a 120 km/h en quinta en 17,9 segundos.

Según la prensa, como concepto e idea, tenía potencial, pero la realización no fue buena. La posición al volante era de monovolumen, el tacto general de conducción recordaba al Renault Espace y las suspensiones eran muy blandas. Es decir, no era un coche deportivo ni de refilón. Los poco más de 200 CV se quedaban algo justos y el consumo, con medias de 10 litros, tampoco era lo mejor del coche, aunque gracias a un depósito de 80 litros, podía presumir de autonomías de más de 700 kilómetros.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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