Coche del día: Mazda MX-5 1.6

Coche del día: Mazda MX-5 1.6

Así era el acceso al mundo Miata a finales de los 90


Tiempo de lectura: 3 min.

El Mazda MX-5 1.6 era la versión de acceso de la segunda generación del roadster janponés, la primera opción mecánica de las dos disponibles que, por cierto, nunca fueron espectacularmente potentes. Un detalle que, curiosamente, no ha supuesto nunca una sola crítica, pero en otros modelos ha supuesto la mayor parte de los comentarios. ¿Por qué pasará esto?

La segunda generación del Miata mejoró notablemente con respecto a la primera entrega, pero trajo consigo un aumento del tamaño y con ello, también del peso. Sin embargo, en Mazda supieron como solventar el problema que tenían entre manos, que era poner en circulación una nueva entrega de un coche que, desde el primer momento, fue un éxito. No ha habido otro roadster que haya obtenido ni la mitad de logros que ha tenido el MX-5, aunque también hay que reconocer que, cuando se lanzó por primera vez al mercado, no había nada similar, ni por concepto ni por precio.

El Mazda MX-5 1.6, con un precio de 3.250.000 pesetas, unos 19.533 euros sin IPC –35.023 euros con el IPC incluido–, era un roadster accesible, aunque, como cabe esperar, no era el más veloz, ni el mejor fabricado. Ni siquiera era barato, pero para el tipo de coche y las aspiraciones del mismo, tenía un precio muy interesante. Gracias a eso, se convirtió en el roadster más vendido del mundo, honor que ya no le podrá arrebatar nadie.

Mazda MX 5 1 (3)

Mazda supo recuperar y sacar partido al tradicional concepto de roadster inglés con el MX-5, hasta convertirlo en el roadster más vendido del mundo, y para ello, versiones como el MX-5 1.6 fueron vitales

Hablamos de un coche cuya aparición se remonta a 1998, cuando todavía reinaba cierta lógica en determinados apartados, como el de las prestaciones. El motor del Miata 1.6 era un cuatro cilindros de 1.597 centímetros cúbicos, dos árboles de levas en culata y un rendimiento bastante humilde, con 110 CV a 6.000 revoluciones y 13,67 mkg a 5.000 revoluciones. Suficiente, al menos sobre el papel, para mover los 1.015 kilos que pesaba todo el conjunto, y para lanzar hasta los 191 km/h con un gasto de 8,5 litros.

¿Poca potencia para un coche de su estilo? Entonces no se criticó su nivel de potencia, como podría pasar hoy –que se lo digan al Toyota GT86–, en aquel momento parecía que la gente entendía el concepto: roadster de poco peso y centrado en la conducción deportiva y las sensaciones, para lo cual, no es necesario demasiada potencia; un roadster al más puro estilo británico. De hecho, el éxito del Miata provocó la aparición de diferentes opciones en otras marcas y, por lo general, todas con potencias similares. Estaba, por ejemplo, el FIAT Barchetta con sus 130 CV –solo había una opción de motor–, el MG F contaba con un propulsor de 120 CV y hasta el BMW Z3 se ofrecía con un motor de 115 CV.

Como cabe esperar, la prensa hablaba maravillas del pequeño Mazda MX-5 1.6. Sí, se decía que para ser “solo un mil seiscientos” las prestaciones eran interesantes, aunque en valores absolutos no eran impresionantes. Lo bueno del Miata estaba en su conexión con el conductor y su comportamiento en carrera, no es su potencia final. Eso sí, para tener un MX-5 1.6 en casa, tienes que ser un conductor apasionado del cambio manual, pues para poder sacarle partido y disfrutar, hay que usar el selector con asiduidad

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

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