Año 2021. Llevamos unos cuantos años desde que el término crossover haya sido “prostituido” hasta límites insospechados. Se podría decir que casi cualquier cosa que tenga cuatro ruedas y volante se puede “crossoverizar” hoy en día. Pues bien, tenemos que remontarnos a 1977 para conocer al que probablemente fuera el primero de este tipo (o de los primeros), cuando aún ni siquiera se había acuñado el término. Nuestro coche del día de hoy es el Matra-Simca Rancho.
Comercializado como un LAV (Leisure Activity Vehicle o vehículo de actividades recreativas), no era más que un “Frankestein” hecho a partir del mítico Simca 1100/1200 que tanto se veía por nuestras carreteras.
Basándose a nivel de diseño en 4x4s de verdad de entonces, como los Land Rover, fue una mezcla un tanto extraña. Con la parte delantera del citado Simca, y a partir del pilar B una pseudo furgoneta crossoverizada -como diríamos en la actualidad-, que de perfil recuerda mucho a la mítica Renault Express de los 80 y 90. En su metamorfosis se utilizó mucho acero y fibra de vidrio.
Bajo su capó delantero un motor de 1,4 litros montado en posición delantera transversal que impulsaba, como buen crossover -enésima vez que se cita la palabra-, solo las ruedas delanteras. Por disposición del motor -transversal vs longitudinal-, era difícil por aquel entonces hacer llegar par al eje trasero.
Ni siquiera contaba con un bloqueo de diferencial delantero para poder dotarle de ciertas aptitudes offroad. Aún así tenía unos ángulos de ataque y ventrales decentes, a los que se sumaba una buena distancia al suelo y unos neumáticos de 185 milímetros de ancho, perfil 70 y llantas de acero de 14 pulgadas.
Heredado su motor directamente del 1308 GT, bajaba la potencia de los 85 CV de aquel a 80 CV a 5.600 vueltas. Entregaba 117 Nm de par a 3.000 vueltas y su alimentación era a través de un carburador de doble cuerpo Weber.
Sus prestaciones declaradas eran de una velocidad máxima de 145 km/h. El tiempo en alcanzar los 100 km/h lo desconocemos, pero no debería ser inferior a 15 segundos. El consumo estaba cifrado en carretera en unos 7,2 litros a los 100 km, cifra muy similar, aunque poco superior, a la del 1307 y por debajo de la del 1308 GT. En consumo real en ciclo mixto sí que se iba a casi 12 litros a los 100 km.
Tomaba prestado del 1100/1200 el radiador, ventilador, todo el sistema de escape y los anclajes del motor. Cuando decimos que era un “Frankestein”, es porque lo era en todos los aspectos.
Siguiendo con los elementos prestados de otros coches de la marca, la transmisión y el cambio procedían del 1307, mientras que el embrague era del 1308 GT. El número de relaciones eran cuatro, todas sincronizadas. Una caja de cambios de cinco velocidades por aquel entonces en un coche de su segmento era difícil de encontrar.
A nivel de chasis, derivaba su plataforma de la del 1100/1200, pero alargada y con refuerzos en sitios como largueros, travesaños y anclajes de suspensión -aquí era más SUV que crossover-.
Las dimensiones de su carrocería eran de 4.310 milímetros de longitud, 1.660 mm de anchura y una altura de 1.730 mm, lo que le hacía un vehículo no muy apropiado para “ir de tramo”, ya que su centro de gravedad estaba demasiado elevado. Mejor tomarse las cosas con calma. La báscula la paraba en 1.160 kilogramos, y sorprendentemente tenía un reparto de pesos de 49:51.
En su interior, espacio a raudales tanto delante como detrás. Pecando un poco en el acceso a las plazas posteriores por la ausencia de puertas traseras -el asiento delantero se plegaba para facilitar la labor, pero no se desplazaba hacia delante-. Aún así las plazas traseras estaban sobreelevadas con respecto a las delanteras, cosa que sumada a la gran superficie acristalada hacía que los pasajeros tuvieran una visión panorámica de 10.
Donde verdaderamente destacaba era en su maletero, con unas formas muy cúbicas por su caja “furgonetera”, con una superficie total aprovechable de algo más de un metro cúbico. A nivel de salpicadero, el conductor contaba con un cuentakilómetros parcial y un reloj. Tanto conductor como pasajero disfrutaban de una gran cantidad de superficies para depositar objetos.
Vehículo curioso donde los haya y una verdadera rareza; si te quieres hacer con uno, lo vas a tener muy complicado. En España no hemos encontrado ninguna unidad, mientras que si te decides por ir de excursión a países como Italia o Alemania, podrás encontrar una buena unidad con pocos kilómetros por entre 5.000 y 10.000 euros.
Adrián Iniesta
Ingeniero electrónico industrial de profesión y amante de los coches por vocación. Dicen que aprendí a leer con las matrículas de los coches y que con 2 años me conocía todas las marcas y modelos. Cualquier cosa que me discutas sobre coches, te la intentaré rebatir ;)COMENTARIOS