Matra-Simca Bagheera, un coche realmente especial. Este hatchback de tres puertas desató en su día la misma división de opiniones que una faena del maestro Curro Romero. A la fascinación por un diseño rompedor y unas características técnicas deseables sobre el papel, se le oponía una mecánica problemática y defectos de fabricación. Con tantos detractores como seguidores, este coche es un destacado y raro ejemplar de la década de los setenta.
La adolescencia es una etapa convulsa de intensas emociones y ver el Matra-Simca Bagheera por primera vez en la calle, sin tener noticias previas de su existencia, fue toda una experiencia; ¡un deportivo con tres asientos! La anchura necesaria para albergar tres plazas en línea, las bonitas formas del Bagheera y su escasa altura, le conferían un aspecto que no pasaba desapercibido. El Bagheera es el primer fruto del acuerdo entre los entonces fabricantes franceses independientes: Matra (automoción, aeronáutica, bicicletas y armas) y Simca (mecánica y carrocerías de automóvil). El primero aportaba conocimientos técnicos del mundo de la competición y el segundo motores y una importante red comercial.
Con unas prestaciones algo justas para un deportivo de la época (motor montado en posición central transversal de 1.294 cc y 84 CV), gran estabilidad gracias al bajo centro de gravedad y dimensiones (longitud: 3.974mm, anchura: 1.734mm, altura: 1175mm y 2.370mm de batalla ), carrocería deportiva, detalles como los faros escamoteables y los tres asientos con forma de baquets (blandos hasta resultar incómodos), el Matra-Simca Bagheera salió al mercado en 1973 al nada desdeñable precio de 24.450 francos franceses. Con polémica o sin ella, entre 1973 y 1976 se vendieron casi 47.800 unidades.
Delco
Más que la Historia, me gustan las viejas historias que huelen a asfalto, carreras y gasolina.Ayer me dio por ver un episodio del “Inspector Gadget” y el coche me volvió a sonar, vengo aquí, y vaya, no se parecen tanto, se inspiraron más en el Toyota Celica Supra de segunda generación.