El Lancia Delta 1.4 T-Jet, a pesar de sus 150 CV y de sus muchas virtudes, nunca fue un coche popular. En realidad, la última generación del Lancia Delta nunca se ganó un hueco en el mercado. Quizá su concepto no fue el acertado, quizá era un coche demasiado caro, el diseño podría resultar un tanto barroco… El caso es que el Delta de tercera generación no pudo repetir los éxitos de la primera entrega, como tampoco lo hizo la segunda.
Hubo un momento en el que Lancia parecía recuperar terreno. Primero llegó el Lancia Lybra, que podría gustar más o menos por diseño, pero nadie podía negar que era coche serio, mucho más serio que la opción que vino después, la tercera generación del Lancia Delta. Un coche que sorprendió por su diseño, realmente elegante y con mucho estilo, así como por su tamaño, el compacto más grande del mercado, sin discusión. También destacó por un habitáculo que no tenía la calidad que se presuponía…
El posicionamiento del coche era totalmente contrario al que había tenido hasta el momento, siempre con un talante claramente deportivo. En la tercera edición se apostó por todo lo contrario, por la comodidad, por la suavidad y por la elegancia. La sofisticación también estaba presente, con unos pilotos traseros de diseño muy interesante, los cuales escondía tecnología LED o detalles como combinación de colores y materiales poco vistos hasta el momento, como la carrocería en dos tonos.
Otro detalle que resultaba llamativo, eran los motores disponibles: todos donwsizing. Era la época, el desarrollar motores pequeños, pero sobrealimentados era la máxima tendencia y en FIAT desarrollaron el motor T-Jet, un cuatro cilindros que se posicionó entre los mejores de su clase, al nivel de nada menos que el TSI de Volkswagen, pero que tampoco sirvió para salvar al Lancia Delta del ostracismo; quizá nunca debería haberse llamado Delta…

Aquel motor era de lo mejorcito del coche. Con 1.368 centímetros cúbicos –de carrera larga: 72 por 84 milímetros para diámetro y carrera–, culata con dos árboles de levas y 16 válvulas, inyección, turbo e intercooler, se ofrecía con varios niveles de potencia, siempre según marca y modelo: 105, 120, 135. 140, 150, 160, 170… Era un motor multifacético, que tenía en su versión de 150 CV la más interesante, al menos en la gama del Lancia Delta, donde se combinaba con un cambio manual de seis relaciones y desarrollos algo largos en la sexta, que llegaba a los 37,22 km/h a 1.000 revoluciones.
Para “solo” 150 CV y 1,4 litros de cubicaje, el Lancia Delta 1.4 T-Jet no era un coche lento. Según datos oficiales, la velocidad era de 210 km/h, el 0 a 100 km/h se completaba en 8,7 segundos, mientras que el consumo era de siete litros, un disparate en plena era de los diésel, los cuales, anunciaban ridículas cifras de menos de cinco litros. La revista Autopista pudo corroboran que el Delta 1.4 T-Jet no era un coche lento. El 0 a 100 km/h casi lo calcaron con 8,9 segundos, al igual que los consumos con cifras de 7,8 litros de media. Era capaz de acelerar hasta los 160 km/h desde parado en 24,59 segundos o hacer el 0 a 400 metros en 16,47 segundos.
Lo más destacado del Delta 1-4 T-Jet, no obstante, nada tenía que ver con su diseño o el buen hacer del motor, tampoco tenía que ver con las suspensiones, de tarados blandos y suaves; el Delta III destacaba por su modularidad interior, que por cierto, era de lo más grande del mercado. La banqueta trasera era desplazable, el respaldo trasero se podía regular hasta en 25 grados. Eso permitía que la zona trasera fuera mucho más modulable que en cualquier otro rival, casi al nivel de un monovolumen de la época.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS