Debido a ser pionera en la comercialización masiva del automóvil, Ford es una marca que obligatoriamente ha de tener la versatilidad de sus vehículos por bandera. Una característica donde la usabilidad ha de primar por encima de todo lo demás, lo cual no quita que al tiempo haya presentado recurrentemente insignias tecnológicas como el GT. No obstante, incluso cuando hace prototipos estos destilan esa personalidad práctica que define a la marca desde la aparición del T en 1908. Algo que podemos ver en el Ford Fiesta Fantasy de 1978. Una creación en la que sobre la misma base se pueden encastrar hasta cinco carrocerías diferentes.
Sin duda un alarde de versatilidad. Aunque en este sentido hay que hacer antes alguna que otra aclaración. En ese sentido, diremos que un vehículo es más o menos versátil según pueda adaptarse a usos a priori contrapuestos. Dicho esto, uno de los modelos más polifacéticos del siglo XX puede ser el Mini. Pues sirve para el día a día en la ciudad al tiempo que es capaz de enlazar tramos de curvas. Hasta el punto de haber ganado el Rallye de Montecarlo. O también el Range Rover, donde los conceptos de berlina de lujo y todoterreno se dieron la mano. Y por supuesto el R4, con el cual uno puede entrar casi al terreno que le plazca consciente de poder salir satisfecho.
No obstante, todos son ejemplos en los que una misma carrocería une cometidos diferentes. Así las cosas, algunos fabricantes han pensado ir más lejos. ¿Y si sobre una misma base se pudieran montar diferentes carrocerías? No en fábrica obviamente, sino por parte del usuario final en su propia casa. Gracias a ello se podrían tener varios coches en uno, lo cual plantea problemas – la necesidad de espacio de almacenaje en el garaje – pero también virtudes – la adaptación del coche al uso específico que se le vaya a dar en cada momento – . Una posibilidad en la que pensó Mercedes en 1995 con el Vario Research. Aquel prototipo que, en tan sólo quince minutos, podía mutar de ranchera a coupé, pick up o incluso descapotable.
Esta vía no sólo ha sido explorada por Ford, pero nunca ha llegado a serie de una manera seria y masiva ya que ni resulta práctico ni añade tanta versatilidad como se pudiera pensar
Ford Fiesta Fantasy, cinco carrocerías en una
Tras estudiar los problemas logísticos del Vario Research, finalmente Mercedes decidió dejar aquella idea en el tintero. Sin embargo, lo cierto es que no era tan novedosa como se pudiera pensar. Al fin y al cabo, ya en los años setenta Ford había pensado lo mismo con el Ford Fiesta Fantasy. El concepto es sencillo. A saber: si sobre la base del popular utilitario lanzado en 1976 por Ford Europa – se fabricó en Almusafes, Colonia y Dagenham – se pudieran ofertar varias carrocerías intercambiables… ¿No aumentaría el nivel de ventas?
Una idea que, sobre el papel, resulta atractiva. De hecho, el Ford Fiesta Fantasy escondía hasta cinco posibles tipos de montaje gracias a los cambios que se podían hacer en todo el espacio posterior al pilar B. En este sentido, la disposición más usable sería la de una parte trasera acristalada capaz de cubrir la bancada posterior dejando unos quince centímetros de cajón saliente a modo de tercer volumen. Lo que viene a ser un cuatro plazas compacto con dos puertas.
No obstante, a partir de aquí vendrían terminaciones más específicas para el Ford Fiesta Fantasy. Por ejemplo la pick up, donde los asientos traseros se podrían retirar para dejar un gran espacio de carga junto al hecho de quitar la cubierta situada por detrás del pilar B. También es llamativa una opción similar pero en la cual la bancada trasera quedaba instalada, surgiendo así una especie de vehículo recreativo semiabierto al modo playero.
Se mezclaba el uso para carga con el uso para llevar hasta cuatro o cinco personas con dos dos bancadas cubiertas, siempre pudiendo cambiar las carrocerías por parte del usuario
Para ir acabando, la opción cubierta más amplia sería aquella con un gran volumen por detrás del pilar central con el cual cubrir plazas traseras y espacio de carga a modo de una ranchera con dos plazas. Interesante opción en la que el Ford Fiesta Fantasy se podría leer como un pequeño shooting brake. Por último, existía un aplique de estética algo deportiva a la forma y manera de un kei car japonés con apliques como de GT en miniatura. En el cual se cerraba el espacio de carga de la modalidad pick up quedando sólo los dos asientos delanteros. Muy curiosa, pero posiblemente aquella que más y mejor plantea la razón por la cual este vehículo no llegó a serie. Y es que tampoco hacía falta adecuarse a usos tan concretos, por no contar con que almacenar todas las piezas y montarlas cada día que se quisiera variar no resultaba para nada práctico. Además, ¿no es ya suficientemente versátil el Ford Fiesta de por sí? Finalmente, el Ford Fiesta Fantasy es la mejor prueba de que para que un coche sea versátil ha de tener todo bajo la misma carrocería en vez de ofrecerse como una especie de kit.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS