Coche del día: Ford Crown Victoria Interceptor (2006)

Coche del día: Ford Crown Victoria Interceptor (2006)

Nunca se ha traído a Europa oficialmente, pero es un coche muy conocido gracias al cine


Tiempo de lectura: 4 min.

Si hay un coche que no nos cansamos de ver en la televisión y que algunas veces se convierte en protagonista secundario de muchas películas, ese es el Ford Crown Victoria, tanto en su función de taxi como de policía (Interceptor). En realidad, este coche era muy apreciado por los comentados gremios por su gran amplitud interior, su comodidad, su fiable motor V8 y por tener un chasis sobre el que se asentaba la carrocería y que facilitaba en gran medida las tareas de reparación y mantenimiento.

Su bastidor de largueros y travesaños, independiente de la carrocería, hacía que cualquier golpe recibido en esta última no se viera reflejado en un cambio en el comportamiento del vehículo en carretera, como sí pudiera llegar a ocurrir en un coche con chasis autoportante. Además, este tipo de construcción proporcionaba un plus en comodidad ya que incrementaba el aislamiento de la carrocería con respecto a los trenes de rodaje. El eje delantero independiente de paralelogramo deformable estaba complementado por un conjunto muelle-amortiguador y una barra estabilizadora mientras que el tren trasero estaba compuesto por con un eje rígido guiado por dos brazos superiores, dos brazos inferiores y un sistema de paralelogramo de Watt, además de ser controlado también por muelles, amortiguadores y barra estabilizadora. En el caso del Interceptor todo este conjunto hacía que la báscula marcase unos notables 1.800 kg de peso y para dominarlos el coche contaba con un equipo de ABS y un sistema de distribución electrónica de frenada que actuaban sobre discos ventilados delanteros de 305 mm de diámetro y macizos de 295 mm.

Otra de sus grandes bazas era el propulsor que utilizaba, un V8 de 4,6 litros de cubicaje ubicado longitudinalmente sobre el chasis y dotado de un árbol de levas en cabeza, encargado de accionar las dos válvulas con las que contaba cada cámara de combustión. No era precisamente un motor que sobresaliera por su rendimiento, dado que sólo suministraba de serie una potencia de 224 CV a 4.800 rpm con un par de 373 Nm a 4.000 rpm pero, en cambio, sí que demostraba sobradamente su durabilidad. También existía la posibilidad de aumentar sus cifras, recurriendo a instalar el equipo opcional deportivo que aumentaba la potencia hasta los 240 CV, pero aun así las últimas unidades de la versión adaptada para la policía disponían de 250 CV a 5.000 rpm y de 403 Nm a 4.100 rpm. Este 8 cilindros estaba acoplado a una caja de cambios automática de 4 marchas mediante un convertidor de par más pequeño y resistente que el instalado en los coches de serie y que mejoraba en gran medida la respuesta al acelerador. Para terminar con el conjunto propulsor, el coche policial recurría también a un árbol de transmisión realizado en aluminio para conectar el eje rígido trasero con la caja de velocidades.

La estrella indiscutible de las flotas norteamericanas; el Ford Crown Victoria no solo fue coche de policía, también fue el taxi más popular de Nueva York y el coche de alquiler más numeroso

Ford Crown Victoria Interceptor (2)

El Crown Victoria Interceptor incluía el equipamiento de alta solicitación o de trabajos pesados de Ford, que incorporaba al coche un contador de horas para registrar el tiempo en que el motor seguía funcionando cuando el coche estaba parado con la palanca de cambios en posición N (neutral) o P (parking). De esta forma al odómetro se sumaban 53 km por cada hora de funcionamiento, manteniendo de esta manera el aceite en las mejores condiciones posible. También llevaba instalados un radiador para el agua más grande y un refrigerador de aceite que mantenían a raya la temperatura del motor en momentos de alta solicitación de prestaciones, como por ejemplo una persecución. Otros elementos que lo completaban eran: un alternador más potente necesario para asistir a toda la equipación del coche patrulla, un nuevo sistema de suspensión y dirección de asistencia variable que aumentaba la maniobrabilidad a altas velocidades, un equipo de frenos revisado de cara a mejorar sus capacidades tanto en potencia como en resistencia y un control de tracción opcional.

De cara a mantener la integridad  de los ocupantes, también incorporaba un equipo de extinción de incendios que se podía poner en funcionamiento mediante un accionador de emergencia al alcance del conductor o automáticamente tras un impacto trasero a alta velocidad. Este sistema disponía de rociadores bajo el coche que actuaban sobre el posible vertido de gasolina proveniente del tanque de combustible de 72 litros ubicado tras los asientos traseros.

Comparado con otras opciones disponibles en el 2006, como el Dodge Charger dotado de un motor V6 que se quedaba ligeramente por debajo en par motor (340 Nm), en consumo e incluso en peso, el Ford todavía guardaba alguna que otra ventaja. Entre estas se encontraban su reparto de masas de 56/44, un eje trasero rígido que mejoraba los costes de mantenimiento, su espacio interior y la capacidad de soportar impactos traseros de hasta 120 km/h.

 

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Javier Gutierrez

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