Coche del día: Alfa Romeo 146 1.6 (930B)

Coche del día: Alfa Romeo 146 1.6 (930B)

Lógico, pero eficaz y deportivo, como debe ser un Alfa


Tiempo de lectura: 3 min.

El Alfa Romeo 146 1.6 no era un coche que tocara el corazón de los fanáticos de la marca, tampoco era el modelo a seguir en el mercado, pero era una de las opciones más lógicas en la gama para aquellos que buscaba un coche con carácter, pero accesible y sin elevados gastos. El 146 con motor de 1,6 litros era la opción más equilibrada, tanto por prestaciones como por costes de uso y precio de adquisición. Sí, las más prestacionales –los Alfa 146 1.8 y 2.0 16v, por ejemplo–, siempre son más jugosos y deseables, pero no por ello son la compra más coherente.

Tras los horribles resultados de los Alfa Romeo 33 y Alfa Romeo 75, la marca italiana tenía que hacer algo urgentemente. Su imagen estaba por los suelos, la gente ya no quería un Alfa Romeo y todo parecía abocado a un final oscuro y caótico. La marca estaba en una mala situación, pero todavía podía salir adelante. Y para ello, el señor Chris Bangle dio forma a los que sería los reemplazos del Alfa 33. Y hablamos en plural porque se lanzaron dos modelos, un tres puertas, el Alfa 145, y un cinco puertas, el Alfa Romeo 146.

Este último, el 146, era el coche destinado a los clientes que habrían optado por un Alfa 33, de hecho, lucía una silueta con el mismo concepto de cola truncada y portón para el maletero, pero con un estilo más afilado y dinámico en el caso del Alfa Romeo 146. Llegó un poco después del 145 y lo hizo con los mismos motores boxer del “viejo” 33, aunque algo de tiempo después, se abandonó la configuración boxer y aparecieron en la gama tres nuevos motores, entre los cuales, destacaba un 1,6 litros de interesantes dotes. Por prestaciones, estaba en casi en medio de la gama, superado por el 1.8 de 140 CV y el 2.0 16v de 150 CV y acompañado por abajo por un 1.4 litros de 103 CV.

Alfa Romeo 146

Se podría decir que el Alfa Romeo 146, era primo del FIAT Brava, con el que compartía más de lo que parece a simple vista, aunque el Brava no era tan deportivo como el 146

La gama del Alfa Romeo 146, al menos en gasolina, ofrecía una buena oferta que, como se ha dicho ya, tenía al 146 1.6 como el más interesante. De entrada, el precio no estaba muy lejos del 146 1.4, pero sí era más bastante más bajo que el precio del Alfa 146 1.8. Concretamente, la marca pedía 2.365.000 pesetas –2.222.000 pesetas por el 146 1.4 y 2.881.000 pesetas por el dos litros–. Curiosamente, el mayor precio a pagar con respecto al 1.4 se debía, básicamente, a tener un motor más potente, pues el equipamiento era idéntico entre los 1.4 y 1.6, con los mismos extras al mismo precio.

Así, pues, la diferencia radicaba en el motor, cuatro cilindros de 1.598 centímetros cúbicos, dos árboles de levas en culata e inyección electrónica, que rendía 120 CV a 6.300 revoluciones y 14,7 mkg a 4.500 revoluciones. Un propulsor unido a un cambio manual de cinco relaciones y desarrollos bien ajustados –la quinta se iba a los 30,53 kilómetros/hora a 1.000 revoluciones–, lo que permitía lograr buenos registros. La revista Autopista, en una de sus innumerables pruebas, logró, por ejemplo, un 0 a 140 kilómetros/hora en 22,31 segundos, el 0 a 400 metros lo completaron en 17,54 segundos y, por ejemplo, el 80 a 120 kilómetros/hora en cuarta, lo hacía en 13,19 segundos. La velocidad máxima era cercana a los 200 kilómetros/hora hora y el consumo medio de 9,5 litros, lo que permitía un rango de acción de 534 kilómetros gracias a un depósito de 51 litros.

Su conducción ofrecía un tacto deportivo, no radical, pero sí más dinámico que la media del segmento. También era cómodo, fácil de conducir y eficaz en curva. Como curiosidad, la configuración de la suspensión era idéntica a la montada en el Alfa 146 1.4 y en el 146 1.8.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.