Personalmente, este era mi sueño de los 90: el Nissan 300ZX. Sucesor del Z31, esta versión Z32 equipaba un V6 Biturbo de 2.960 cm³, 24 válvulas y doble árbol de levas en cabeza, que rendía 283 CV y te catapultaba hasta los 100 km/h en 5,9 segundos, alcanzando los 250 km/h. Esta era la época de la autolimitación de los fabricantes japoneses (JAMA) a 280 CV en sus vehículos más deportivos.

¿Os suenan esos faros? Les parecieron tan bonitos a los ingenieros de Lamborghini, que los montaron en el Diablo GT de 1999. Volviendo al 300ZX, también disponía del sistema HICAS, un avance muy innovador en aquellos años, que dotaba de unos pocos grados de dirección a las ruedas traseras. Era un cupé 2+2 con techo targa de cristal, desmontable en dos piezas, que lo convertía en cuasi-descapotable en unos minutos, y en el coche de los sueños de cualquier chaval de aquella época.