La noche de Yas Marina terminó con Hamilton venciendo una carrera por última vez esta temporada. Los de Mercedes están imparables en la nueva era híbrida, terminando el año con otra victoria. Fue un día también de merecido homenaje a Fernando Alonso, el bicampeón mundial de Fórmula 1 que se retira tras 17 años corriendo en esta disciplina.

Comenzaba el último fin de semana de la temporada con un sábado normal: esperando la pole de Lewis Hamilton. En la Q3, caían los Toro Rosso, Williams y el McLaren de Stoffel Vandoorne. Sorprendentemente el McLaren de Alonso fue llevado por sus excelentes manos hasta la Q2, aunque por rendimiento puro del coche no debería estar ahí.

En la Q2 es donde se quedarían Alonso y Sainz, que no hizo una buena clasificación, quedándose a dos décimas de su compañero; pero esto no le vendría del todo mal, pues podría elegir con qué neumático comenzar la carrera. Junto a ellos caerían en la Q2 Ericsson, Magnussen y Pérez.

Una vez más en la Q3, los Mercedes le dieron al “botón mágico” y Lewis Hamilton logró la pole, seguido de su compañero Bottas. Vettel y Räikkönen les seguían, junto a Ricciardo y Verstappen. Vamos, las posiciones de casi toda la temporada. Por detrás quedarían Grosjean, Leclerc, Ocon y Hulkenberg.

Llegaba la tarde del domingo, y por extraño que parezca, había previsión de lluvia a mitad de carrera. Parece que en el desierto de vez en cuando llueve. Se apagaban los semáforos y veíamos como Verstappen salía muy mal, siendo adelantado por media parrilla. Hamilton comandaba el pelotón, mientras por detrás, Leclerc ascendía varias posiciones.

Llegando a la curva nueve durante la primera vuelta, Hulkenberg trata de ganar la posición a Grosjean. Se trata de una chicane, y el francés tenía el interior. En la segunda parte de la curva, Hulkenberg, ignorando que aún no había pasado a Grosjean, cierra la trayectoria hacia el interior haciendo un rueda-rueda, golpeando con su rueda trasera, la delantera de Grosjean, y automáticamente saliendo despedido dando dos vueltas completas de lado. Quedó boca abajo contra las protecciones, y los comisarios tuvieron que enderezar el coche para permitir la salida del piloto. Afortunadamente no le ocurrió nada, saliendo por su propio pie y quedándose en el paddock a ver el resto de la carrera.

En la vuelta cuatro se relanzaba la carrera tras el safety car, con Hamilton y Bottas delante, seguidos de los Ferrari de Vettel y Räikkönen, con Leclerc en quinta posición. Verstappen en novena posición, intentó un adelantamiento-venganza (por lo de Brasil) contra Ocon, tocándole y superándole por las precauciones que tomó el francés. De no haber sido así, los dos habrían terminado fuera. Punto negativo para el holandés.

Una vuelta más tarde se paraba en la recta de meta el Ferrari de Räikkönen por un problema eléctrico. Despedida agridulce para el finlandés, que el año que viene correrá en Alfa Romeo Sauber. Se desplegaba un Virtual Safety Car, y Hamilton, en una maniobra arriesgada, entraba a boxes para cambiar gomas y llegar así al final de carrera. ¿Aguantarían 47 vueltas los neumáticos? Los estrategas de Mercedes pensaban que sí.

Descendió hasta la quinta plaza, pasando Bottas a liderar la carrera. Hamilton sabía que tarde o temprano los cuatro de delante debían entrar a boxes, pero eso no evitó que su espíritu de corredor saliese a flote, intentando un adelantamiento sobre Verstappen, que finalmente no consiguió. Suponemos que su ingeniero desde el muro impuso cordura en el inglés.

Sería en la vuelta 16 cuando Vettel abriría el melón de los cambios de gomas. Detrás de él entraría Bottas y poco después Verstappen. Ricciardo sin embargo se quedaría liderando la carrera, pues su estrategia era alargar la primera parada para terminar con neumáticos más frescos.

En la vuelta 25 otro incidente: el coche de Ericsson se para por rotura mecánica. Mientras por la mitad de la parrilla, Sainz progresa de manera rápida, estando ya el séptimo. Su ritmo de carrera era igual o mejor que el de los líderes, demostrando que sabe pilotar. Alonso por su parte iba noveno, aunque ambos deberían entrar a cambiar neumáticos.

En la vuelta 34 finalmente entraría Ricciardo y las posiciones quedarían ordenadas: Hamilton, Bottas, Vettel, Verstappen, Ricciardo y ¡Sainz! Había escalado ya hasta la sexta plaza, imprimiendo un ritmo bestial. Su objetivo era sacar 23 segundos a Leclerc, su inmediato perseguidor, para poder tener una parada en boxes y no perder la plaza. Poco a poco se iba acercando. En la 38 entraría, y saldría con 2 segundos de ventaja. Conseguido.

En esta misma vuelta Verstappen intentaría adelantar a Bottas, que debía tener algún tipo de problema, pues su ritmo era más lento, yéndose largo en alguna curva. El holandés nuevamente tocaría a un rival al adelantarle, sacándole fuera. ¿Alguien le podría explicar a este chaval que la Fórmula 1 no es un deporte de contacto?

Una vuelta más tarde, Ricciardo demostraría a Verstappen como se adelanta con elegancia. Se preparó el ataque a Bottas y lo ejecutó con maestría, sin ni siquiera rozar a su rival. A ver cuando aprende el holandés de un maestro como Ricciardo. Tras este adelantamiento, Bottas entraría a boxes para volver a cambiar gomas, lo que le dejaba en la quinta plaza.

Por detrás, Sainz se mantenía el sexto, incrementando su ventaja sobre Leclerc, y Alonso el 14, tras remontar después del paso por boxes. Llegaba la vuelta 46 y Ocon rompe el motor, lo mismo que le pasaría a Gasly dos vueltas más tarde. Esto suponía que Alonso ascendía hasta la posición 11, a un paso de los puntos. Comenzó a tirar con el coche a máxima potencia, pero quedaban ya pocas vueltas para cumplir las 55 de carrera.

Finalmente, Hamilton cruzaba la meta en primera posición, seguido de Vettel y Verstappen. Les seguirían Ricciardo, Bottas y un magnífico Sainz, con la sexta plaza. Bonita despedida del equipo Renault. Alonso finalizaría su última carrera en la Fórmula 1 en la posición 11.

En la vuelta de honor, bonito gesto de Vettel y Hamilton, escoltando al monoplaza del asturiano hasta la linea de meta, donde los tres se marcaron unos bonitos donuts. En la entrevista después de la carrera, Hamilton elogió a Vettel, y Vettel hizo lo propio con Hamilton, sabedores que el año que viene volverán a enfrentarse y escribiendo un guión diferente.

El que ya no estará el año que viene en Fórmula 1 será Fernando Alonso, al que ambos también dedicaron unas bonitas palabras reconociendo su trayectoria de lucha incansable. El asturiano puede estar satisfecho de lo que ha conseguido durante su trayectoria en Fórmula 1, aunque su carrera aún no ha terminado: le veremos en el WEC y en la Indy. Nuestros mejores deseos para Alonso, y nuestro agradecimiento por los momentos que nos deja en la F1.

El 17 de marzo de 2019 vuelve la Fórmula 1 al circuito de Melbourne, en Australia. Esperemos que algún equipo evolucione lo suficiente y logre dar emoción al campeonato del año que viene, retando a Mercedes, el equipo dominante de esta era híbrida.