¿Sabías que existe un Alpine GTA Turbo descapotable?

¿Sabías que existe un Alpine GTA Turbo descapotable?

Lo hizo el carrocero alemán Pahnhenrich, y solo se construyeron unas pocas unidades. Un Alpine tan raro que casi nadie sabe que existió.


Tiempo de lectura: 6 min.

Imagínate a Wolfgang Pahnhenrich en su concesionario de Alemania a mediados de los ochenta, con el pelo engominado, chaqueta cruzada y gafas de sol, viendo Miami Vice y alucinando fuerte con Sonny Crockett al volante de un Ferrari Daytona descapotable mientras la ciudad brillaba en colores de neón; de golpe, entre sorbo de café y sorbo de humo de escape, se le ocurre una idea tan absurda como maravillosa: “Si Sonny puede, por qué yo no?, ¿por qué no en un Alpine?”.

La broma se convirtió en desafío, el desafío en proyecto y el proyecto en algo más serio de lo que cualquiera hubiera imaginado: la semilla de una conversión que acabaría por materializar un Alpine GTA Turbo con techo abierto, hecho con manos, cálculo y esa mezcla peligrosa de pasión y cabezonería que solo los auténticos frikis del motor entienden.

Historia y contexto: de coupé de culto a rareza homologada

El término Renault Alpine GTA Turbo Cabriolet por Pahnhenrich se merece un buen lugar entre las rarezas elegantes, porque no es una chapuza ni una ocurrencia de fin de semana sino el resultado de un trabajo artesanal con trazabilidad, y por eso merece que lo sitúes en su contexto histórico antes de juzgar por las fotos. Pahnhenrich no reinventó la rueda, sino que tomó un chasis específico y, sabiendo lo que hacía, diseñó refuerzos y soluciones para que la versión abierta respetara las líneas y el comportamiento del GTA.

Lejos de aquello que venden como “one-off” sin papeles, las unidades auténticas salieron con documentación propia (al estilo que las D’Angel vienen con la suya) y con pruebas técnicas que las diferenciaron de las imitaciones: registro, facturas y una trazabilidad que hoy son la garantía para cualquier coleccionista serio. Eso explica por qué, aunque Alpine nunca sacó un cabrio oficial, estas conversiones tienen un hueco legítimo en la historia de la marca y no solo en el folklore de los foros rarunos, esos que incluyen monstrencos hechos a base de radial, alcohol, y sueños rotos.

Renault Alpine GTA Turbo Cabriolet por Pahnhenrich (3)

El número real de conversiones fue pequeño (decenas no, una docena como mucho), y eso alimentó el aura de exclusividad porque cada coche terminado era casi una pieza única con variaciones en acabados y opciones que hoy permiten identificar auténticas conversiones Pahnhenrich de otras réplicas menos exigentes.

En serio: si buscas un Alpine GTA Turbo Cabriolet auténtico, no compres por fotos; busca historial, coincidencias en números de bastidor y documentación que demuestre que es el “real deal”. Al menos si quieres invertir bien tu dinero.

Mecánica y sensaciones: el V6 indomable

Bajo la piel de estas conversiones sigue latiendo el V6 PRV turbo que hizo famoso al GTA, gestionado para conservar la progresividad original en la entrega y, en algunos casos en que Pahnhenrich metió mano a la mecánica, con una puesta punta que roza los 220 CV, suficiente para que el coche no se vuelva tímido al bajar la capota. Aquí no vendemos cifras sino de un coche que exige manos y recompensa con una respuesta mecánica sincera.

Al quitar el techo aparece la pérdida de rigidez estructural que Pahnhenrich resolvió a base de refuerzos estratégicos y una barra antivuelco que no desentona; la intención no era la de transformar la arquitectura del GTA, sino de compensar sus debilidades al aire libre manteniendo el carácter dinámico del original. El resultado es un comportamiento que sigue siendo comunicativo, con un respaldo suficiente para exigir precisión al volante sin convertir cada curva en un peligro para tu vida.

Renault Alpine GTA Turbo Cabriolet por Pahnhenrich (2)

La carrocería ensanchada, las llantas BBS de tres piezas y las gomas anchas en el eje trasero no son por mero adorno: es que amplían la huella, alteran la trazada y exigen una puesta a punto, pero a cambio ofrecen un paso por curva más firme y una estética magnifica la silueta original. Es un GT abierto que combina nervio y nobleza.

No es un deportivo moderno con asistencias; es un Alpine con alma, y si te apetece “estar” en el coche, aquí lo tienes en estado puro.

Diseño y exclusividad: estética ochentera con certeza técnica

La presencia visual del GTA Turbo Cabriolet modificado por Pahnhenrich es tremenda: una trasera algo más amplia, unas proporciones curvadas y una mezcla de elegancia y agresividad lograda porque el kit se integró pensando en la proporción y no solo en el espectáculo. El burdeos intenso, las luces escamoteables tan ochenteras y los volúmenes amplificados crean una imagen de deportivo que gana fuerza al bajar la capota.

El interior tapizado en cuero Koenig que exhiben muchas unidades es parte de la intención de hacer de la conversión algo auténtico, con materiales y acabados que respetan la sensación de un GT de épocas anteriores a los 80 pero con un puntito más lujoso y trabajado. Esa coherencia entre exterior e interior es la que distingue una conversión bien hecha de una ocurrencia estética sin fondo.

Renault Alpine GTA Turbo Cabriolet por Pahnhenrich (5)

La capota, cuando está nueva y bien sellada, permite conducir a cielo abierto con total comodidad, y la barra antivuelco integrada como seguridad pasiva encaja a la perfección visualmente.

Todo esto debería convencer a quien compre uno de estos de que un coche con historial claro mantiene valor y evita sorpresas a la larga cuando toque homologar, asegurar o buscar recambios específicos, que en estos coches son más raros que un político dimitiendo.

Mercado y recomendaciones: comprar con cabeza y disfrutar con gusto

El precio de estos depende de documentación, el estado y la singularidad del kit, y quien pague debe saber que compra tanto historia como proyecto mecánico con su mantenimiento por delante. No es coche para guardar en un garaje sin cariño, porque requiere revisiones y, a menudo, inversiones puntuales en turbo, juntas, capota y piezas específicas.

Antes de firmar uno de estos, exige ver la documentación completa y lleva el coche a un especialista en Alpine o clásicos con experiencia en PRV turbo; comprueba las juntas, las soldaduras de refuerzo, el estado de la capota y la salud del turbo y la culata. Es mejor descartar una unidad dudosa que pagar por una rareza aparente que termina siendo una copia barata y espantosamente ejecutada.

Renault Alpine GTA Turbo Cabriolet por Pahnhenrich (4)

Si lo compras bien, conducir un Renault Alpine GTA Turbo Cabriolet de Pahnhenrich es un privilegio de nostalgia ochentera, respuesta mecánica directa y la sensación de poseer algo raro pero molón.

Una última recomendación práctica si compras cualquier Alpine: guarda facturas, haz puestas a punto regulares y únete a foros de Alpine; porque la comunidad te ayudará a localizar recambios raros y a mantener el coche en forma.

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Sobre mí

Jose Manuel Miana

Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.