Hablar del coche que os traigo hoy, el Porsche 911 Speedster ‘Turbo-Look’ Physical Sculpture XI by Flatz, es un reto. Porque además de ser un vehículo, este Porsche 964 es una obra de arte. Y, por tanto, hay que considerar las dos vertientes en las que este objeto puede ser considerado.
En este punto caben varias posibilidades. ¿Te gustan los coches? ¿Te gusta el arte? Porque en función de tus respuestas, tu impresión será diferente. En mi caso soy un petrolhead, pero en lo que respecta al arte, soy un profano en la materia. Mis respuestas ya han condicionado mi impresión personal sobre este automóvil. Pero no voy a dar mi veredicto hasta el final para que tú, lector, puedas formar tu propia opinión sin ningún tipo de sesgo mientras vas conociendo los detalles de esta creación a lo largo del artículo.
¿Qué es el arte?
En mi búsqueda de una mayor objetividad, lo primero que tenía que tener claro es la definición de arte. Y no, no me voy a quedar en el chiste típico que se basa en la semejanza fonética en nuestro idioma entre “el arte” y “helarte”. El Diccionario de la Lengua Española, en su segunda acepción, nos lo define como:
“Actividad consistente en crear obras que, mediante recursos principalmente plásticos, visuales, sonoros o literarios, produzcan estimulación estética o intelectual.”
Vale, ya empieza a quedar algo más claro. Buscando definiciones realizadas por artistas, me voy a quedar con la de Roberto Chartam:
“El arte es cualquier cosa que un ser humano hace con la intención de hacer arte.”
Esta definición, que también me gusta, abre las puertas de par en par a obras disruptivas como “Fontaine” de Marcel Duchamp, “Comediant” de Maurizio Cattelan o incluso, llevándolo al límite, “Io Sono” de Salvatore Garau.

Ahora llega el momento de conocer el nombre del artista. Se trata de Wolfgang Flatz, nacido en Austria en 1952 y quien ya había realizado una obra relacionada con Porsche en 1993. Estamos hablando de “Champion Piece”, que consistía en noventa unidades del Porsche 911 (964), treinta de color negro y sesenta de color blanco, dispuestos en forma de U frente al Neues Schloss de Stuttgart. Ya en los años 2000, Flatz volvió a tomar un modelo de Porsche, en este caso un 928 verde, para su obra “Lover”, cuyo morro estaba situado sobre un sofá de color rojo. Su Porsche 911 Speedster ‘Turbo-Look’ Physical Sculpture XI es de 1994.
El Porsche 911 Speedster ‘Turbo-Look’ Physical Sculpture XI by Flatz
Vamos a volver a hablar de coches. Bajo este nombre tan sugerente se esconde un Porsche 911 (964) Speedster. Heredero de los 356 Speedster y 911 (G) Speedster, el 964 contaba con un parabrisas más reducido, dos plazas y un techo de lona de accionamiento manual ubicado bajo una pieza en forma de doble joroba.
Si la imagen del modelo cuando está descapotado es imponente, al contemplarlo con la capota cerrada pierde buena parte de su glamour. Aunque mejor esto que la solución de los primeros Spider Renault Sport con difusores (sin parabrisas), que no llevaban ningún tipo de capota. Por cierto, el interior tenía partes en conjunto con el color de la carrocería, además de unos baquets de origen Recaro. El motor es el mismo del 911 Carrera 2 en el que estaba basado, el seis cilindros bóxer de 3,6 litros de cubicaje y 250 CV de potencia.
Las previsiones de Porsche para este modelo eran 3.000 unidades que, sin embargo, se quedaron en sólo 936. De ellas, únicamente 15 ejemplares recibieron la adaptación WTL de Porsche Exclusive, es decir, Werks Turbo-Look, con unas aletas a imagen y semejanza del 911 (964) Turbo. El modelo personalizado por Flatz es precisamente uno de estos quince WTL.

Si un profano en el mundo del motor tuviera que describir, sin entrar en valoraciones, el 911 personalizado por Flatz, lo primero que diría es que es un coche deportivo descapotable con una combinación de colores exterior en amarillo y negro, donde el amarillo predomina en la parte delantera y central, y el negro hace lo propio en la trasera. En el interior, sin embargo, el color predominante es el rojo. Esto requiere la explicación de la intención del artista, pues estos colores no fueron elegidos al azar.
El motivo no es otro que reproducir los colores de tres banderas: los colores exteriores (amarillo y negro) representan las de Baden-Württemberg y Stuttgart (un detalle que me gustó mucho, ya que una amiga mía, Sandra, vive precisamente en una localidad de Baden-Württemberg). Cuando el coche está descapotado, el color rojo presente en el interior completa los colores de la bandera alemana. No queda aquí el homenaje al país germano: en la palanca de cambios está presente una moneda de dos marcos alemanes.
Los asientos Recaro son de cuero rojo, y tanto el volante como el pomo de la palanca de cambios y el tirador del freno de mano están hechos en roble. El hecho de que los cinturones y la pieza que contiene los relojes en el salpicadero estén pintados en amarillo parecen confirmar que el color original principal era el Speed Yellow.
Una valoración personal
Volvamos al principio. Amigo lector, ya tienes toda la información y has podido ver las fotos para formar tu opinión sobre esta creación. Aquí va la mía: como petrolhead, contemplar un ejemplar de un Porsche 964 Speedster siempre es gratificante, no sólo por su rareza, sino por su belleza, y porque al volante de un 911 las sensaciones se viven a flor de piel. El 964 ya contaba con más avances tecnológicos con respecto al 911 (G) pero sin variar en exceso la línea que lo ha convertido en todo un clásico, en un modelo icónico.

Como profano en el arte, sin embargo, la combinación de colores elegida me parece extraña. Es cierto que me gusta el concepto que pretende representar, que es el de las tres banderas, pero la ejecución no me termina de convencer. El motivo: en el exterior, me choca mucho la combinación del amarillo con el negro, el contraste es bastante fuerte y la aplicación de los dos colores me parece poco imaginativa. Y además, el haber pintado las aletas traseras de negro en un WTL les quita protagonismo en mi opinión, cuando precisamente merecían ser resaltadas. Por último, el interior en rojo me resulta demasiado estridente según mi parecer.
¿Y a ti, amigo lector? ¿Qué te parece este Porsche 911 Speedster ‘Turbo-Look’ Physical Sculpture XI by Flatz? Queremos leer vuestros comentarios, que compartáis vuestras impresiones. Para terminar, si este Porsche te ha gustado, tengo dos noticias para ti. La buena, que va a ser subastado próximamente en RM Sotheby’s. La menos buena, que el precio estimado oscila entre 800.000 y 1.500.000 euros, por lo que vas a necesitar una cartera bastante solvente para conseguirlo. A cambio, te llevas uno de los quince ejemplares del 964 Speedster WTL, con poco más de 56.000 kilómetros en su contador, y con un único dueño hasta la fecha, que no es otro que Wolfgang Flatz, el mismísimo artista que lo concibió.
Jesus Alonso
Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.COMENTARIOS