Pocos fabricantes de automóviles son tan celosos como Ferrari cuando ven un ejemplar alterado o alguno que pretende atentar con su prestigio. Por eso, mejor que los de Maranello no vean esta mini versión del F40. Sobre gustos ya sabemos, pero, a diferencia del Testarossa Spider, al que el lenguaje descapotable le calzó a la perfección, si hay un superdeportivo que no merecía ser rebajado a una faceta convertible, ese es el lanzado en 1987. En otras y pocas palabras: el Ferrari F40 es cupé o no es.
Digámoselo al conocido como F-Racer Junior, un Ferrari F40 targa a escala 3/4 que, en realidad, no es nada nuevo. No es la primera vez que aparece uno a la venta y hace unos años que se ha hecho su lugar en la consideración de coleccionistas y en el mundo de las subastas. Más allá de la introductoria declaración de principios, podemos considerar que su configuración targa se justifica en su condición de coche diseñado para que ande tu chaval. O no tan chaval, a juzgar por sus prestaciones.
El F-Racer Junior es más que un juguete. Para empezar, sus medidas se resumen en una longitud de 2,6 metros y un ancho de 1,6 metros. Pesa 250 kg, lleva un motor de 270 centímetros cúbicos, que se enciende con llave desde una ranura instalada en el salpicadero junto a los instrumentos, y puede correr hasta 56 km/h. Las llantas que ven son de 10 pulgadas y cuentan con frenos de disco hidráulicos. Su suspensión es independiente en las cuatro ruedas, de horquillas y con amortiguadores helicoidales.

Y ya que nos metimos en el interior, el concepto de este modelo a escala está materializado por un volante revestido con gamuza sintética, molduras de fibra de carbono para combinar con la tela gris del salpicadero, más fibra de carbono detrás de los asientos y unos asientos tapizados con vinilo negro. Ferrari F40 con motor en posición central-trasera, F-Racer Junior con motor en posición central-trasera. A este se accede levantando la cubierta de policarbonato.
Así como lo ven en negro, al F-Racer Junior ya lo hemos conocido con otros colores. Es uno entre 10 de su especie, el total de esta peculiar edición limitada. Es habitual ver alguna de sus unidades a subasta, como el ofrecido en Bonhams en noviembre del 2023 a un valor estimado de entre 20.000 y 30.000 dólares. Combinando una carrocería azul con una franja de carrera amarilla y blanca, puede que sea el ejemplar más atractivo. El rojo, por supuesto, no falta y no podía aplicarse a otro más que no fuera el chasis 01, subastado en agosto del 2021 –atención– con una oferta final de 114.000 dólares.
Como este último, este F-Racer Junior negro aparece a la venta por RM Sotheby’s y apunta a la inminente Semana del Automóvil de Monterey para cambiar de dueño. Si cuentas con los recursos, puedes aspirar a comprar un BMW Serie 2 a gasolina, puedes apostarlo todo a un Toyota GR Yaris, un samurái sin detractores en la mesa de redacción de este medio. Puedes, con ese mismo dinero, llevar a tu casa este mini Ferrari F40 targa.
Mauro Blanco
Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.COMENTARIOS