“Insane”, “Insane”, “Insane”. La respuesta que se repite. Ante el juego propuesto por su creador, tal vez debería llamarse así, “Cadillac Insane”. Hay posteos que rompen las redes, y esto no tiene que ver con cuán viral se hace. Basta con compartir y recibir a cambio la perplejidad de los usuarios. Lo que ha salido de la mente de Andreas Wennevold, entusiasta del Cadillac Eldorado, dejó boquiabierto a todo aquel que tomó su teléfono, abrió su Instagram y se encontró con su locura.
Parece salido de la película Death Race, fue mi primera impresión al verlo cuál armadura, cuál coche preparado para soportar artillería pesada, pero lo que en realidad se esconde allí es un concepto que mezcla dos Caddies de tiempos y propósitos distantes. En este render, el Cadillac V-Series.R, prototipo que corre en Le Mans y otros reductos del campeonato de resistencia, se encuentra con el Cadillac Eldorado 1968.
El motivo de este encuentro es sencillo. El clásico cupé es uno de los Cadillac favoritos de este creador, que afirmó haber aprovechado el envión de la marca de General Motors en los deportes de motor –incluyendo el ingreso a la F1 en 2026– para llevar a cabo la fusión. Algo no me sorprende y la procedencia. En países como Noruega, los realizadores de estas imágenes hiperrealistas suelen ofrecer una mirada única de los modelos norteamericanos, mirada que ni los propios norteamericanos podrían tener.
Un Cadillac Eldorado infernal para Le Mans: De apreciaciones y sugerencias
En otras palabras, al ver este “Cadillac Insane”, además de compararlo con uno de esos coches de la franquicia de automovilismo carcelario, me dije que eso no lo había hecho un estadounidense, que no le veía cercanías ni arraigos claros con el estilo y las formas del tuning que se profesa en Estados Unidos. Esto no quiere decir que no encaje en el gran evento nacional de los coches personalizados.
El Cadillac Eldorado se esconde en este concepto digital. Esa es la palabra, porque sus clásicas líneas angulares de carrocería se ven aquí reinterpretadas por elementos como los guardabarros ensanchados, aunque el noruego ha tratado de no alterarlas tanto en otras secciones como la trasera. Allí, el diseño original convive con un gran alerón fijo inspirado en los de los prototipos LMDh. La fibra de carbono se aplica con predictibilidad en los componentes aerodinámicos, pero su inserción más notable se da en el hardtop. Un techo de fibra de carbono y a la vista no se ve todos los días.
“¿Alguna sugerencia de nombre?”. En su posteo, Wennevold apeló al ingenio de los usuarios para darle identidad a su coche. En los comentarios, las referencias al infierno se caían de maduro. Uno propuso que se lo conozca como “El Diablo”, alguien consideró que se podría llamar “Eldoracifer”, mientras que otro aportó una mayor cuota de originalidad al pensar en “Helldorado”. Por su parte, uno de los seguidores fue directo a lo que creía importante: “no sugiero un nombre, solo que alguien debería traer esto al SEMA”. Dados estos tiempos en que los de Detroit están a las puertas del campeonato mundial, sería un producto perfecto para exhibir en los días de Gran Premio de Las Vegas, ¿no creen?
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Mauro Blanco
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