Coche del día: Nissan Primera 2.0 Hypertronic (P11-140)

Coche del día: Nissan Primera 2.0 Hypertronic (P11-140)

Equipado con un cambio tipo CVT, que en su modo manual era de los primeros en ofrecer seis relaciones


Tiempo de lectura: 3 min.

El Nissan Primera 2.0 Hypertronic era una de las novedades que presentó el modelo japonés tras su profunda renovación a finales de 1999. Una versión que equipaba un cambio de tipo CVT, junto con el motor 2.0 16v de 140 CV, que destacaba por un elevado grado de comodidad y hasta de prestaciones, pues no se podía considerar lento aunque, por otro lado, sí algo gastón.

A finales de los 90, Nissan no era ni mucho menos como es ahora, entonces tenía un catálogo más interesante con coches como el Primera, un modelo que se podía escoger con tres carrocerías –berlina, sedán y familiar– y que, entre otras cosas, tenía un comportamiento de primer nivel y unos motores bastante apreciados –sobre todo el 2.0 16v del Nissan Primera GT–. De hecho, en 1999, el Primera se sometió a un profundo restyling que le llevó a perder, precisamente, esa versión GT, al recibir un enfoque algo más burgués. De hecho, si nos atenemos a lo que decía la prensa en la época, la sensación de calidad mejoró mucho con respecto al Primera anterior y recibió versión con acabados de madera y tonalidades para el habitáculo más clásicas.

Dicho restyling tuvo como una de las principales novedades, la inclusión de una versión con cambio automático de tipo CVT, un variador continuo, que solo se podía combinar con un único motor, al menos al inicio de su comercialización: un dos litros gasolina –1.998 centímetros cúbicos–, con culata de 16 válvulas y dos árboles de levas, inyección y una potencia, como ya se ha comentado, de 140 CV. El par no era muy elevado, con una cifra homologada, de 181 Nm a 4.800 revoluciones, un pequeño problema cuando el cambio automático tenía una sexta de 503, km/h a 1.000 revoluciones, Muy larga…

El funcionamiento del grupo motor-cambio destacaba por suavidad, pero el hecho de ser gasolina en un mundo de diésel le penalizó

Nissan Primera Hypertronic (3)

Hemos comentado que el cambio automático era de tipo CVT, pero como todos, ofrecía una función manual-secuencial con seis posiciones prefijadas, que tenía, claramente, una sexta pensada para desahogar el motor, aunque presentaba un enorme salto con respecto a la quinta –31,2 km/h a 1.000 revoluciones–. Aun así, anunciaba una velocidad máxima de 202 km/h y un 0 a 100 km/h en 11,5 segundos. Los consumos no eran bajos, la revista Coche actual –número 600, mediados de octubre de 2000– registró una media de 8,9 litros. En plena era de los diésel, con cifras de consumo que rara vez superaban los cinco litros –en ficha, luego en la realidad ya sería otra cosa–, era demasiado.

La prueba publicada en esa misma revista habla de un funcionamiento, el de la caja de cambios, con tendencia a buscar siempre la relación más larga posible. En ningún momento se llegó a mencionar el monótono sonido que provocan este tipo de transmisiones y se destacó, por ejemplo, que cuanto se pisaba a fondo, el motor se ponía a 5.800 revoluciones, que es el régimen de potencia máxima, y se mantenía ahí todo el rato mientras se ganaba velocidad.

El Nissan Primera nunca fue uno de los coches más populares y menos todavía con el cambio automático CVT, pero si hacemos caso a lo que decía la revista Coche actual, el Nissan Primera estaba cerca de tener el mejor chasis de su categoría, con un comportamiento muy neutro, fácil de controlar y extremadamente seguro. Incluso se podía frenar en plena curva, con el coche totalmente apoyado, y no tener ni un solo extraño. Por precio también estaba en la media, pues el Nissan Primera 2.0 Hypetronic costaba 3.629.000 pesetas, 21.810 euros del año 2000.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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