Cada vez que un Bugatti Chiron Super Sport 300+ se nos aparece, es imposible no pensar en el récord de velocidad del 2019 del cual partió esta edición limitada. Es también una manera de invocar a la figura de Andy Wallace, el piloto de pruebas de la marca que fue noticia aquella jornada en el circuito del Grupo Volkswagen en Alemania y que en los últimos días volvió a trascender en la escena.
Son dos minutos con diez segundos de adrenalina. Desde el comienzo del video hasta que atraviesa el rubicón de los 40 segundos, el registro oficial de Bugatti grafica lo que Wallace tradujo posteriormente con números en una entrevista con los colegas de Top Gear, cuando se le pidió que hablara sobre el momento de la salida de la zona peraltada, pues, a diferencia de aquel acontecimiento en Ehra-Lessien, en la pista de Papenburg hay menos margen para la velocidad de punta y más curvas que atender.
“Entré en la zona peraltada a unos 220 km/h. No tiene sentido ir más rápido de lo necesario debido a la carga que se aplica a los neumáticos”, explicó el recordado ganador de las 24 Horas de Le Mans con el Jaguar XJR-9 en 1988. “Luego, tan pronto como veo la salida, voy aumentando la velocidad hasta los 250 km/h y, para ser sincero, voy a toda velocidad bastante pronto”. Wallace confirmó que salió del peralte a más de 300 km/h y, en efecto, se ve cómo toca los 360 km/h metros después de recuperar la recta. Una salida de peralte a pista plana que requiere de un recaudo no menor, según manifestó: evitar hacer contacto con la barrera de seguridad, ya que al retomar la horizontalidad el coche tiende a irse hacia la izquierda.
Acto seguido, el Bugatti Mistral supera la barrera de los 400 km/h y se acerca a los 430 km/h cuando pasa por debajo del puente, sobre el cual el piloto británico destacó su considerable anchura y lo vertiginosa que se vuelve la altura cuando lo atraviesas a altísimas velocidades. “Me recuerda a esos indicadores de altura que hay antes de entrar en el Eurotúnel y que siempre me hacen agacharme cuando paso por debajo. ¿Qué pasará? No es tan bajo, pero a esa velocidad lo parece”, confiesa a Top Gear.
Como era de esperarse, el Mistral se le mueve cuando pasa por debajo, siente el aire entre el Bugatti y el techo del puente. Luego, la proeza, la aceleración final hasta tocar la cifra récord, los 453.91 km/h que convierten al Bugatti W16 Mistral en el descapotable más rápido del mundo. Esto, más allá de que el británico aclarara en la entrevista a nuestros colegas que, tanto en este caso como en aquel de los 490 km/h en Ehra-Lessien, podría haber experimentado velocidades superiores, haber alcanzado la velocidad máxima real dependiendo de las circunstancias.
Lo que el W16 Mistral experimentó fue un circuito un tanto más limitado en trayectoria en comparación con aquel en el que el Chiron había escrito su propia historia. En la comparativa entre rectas, básicamente la mitad: cuatro kilómetros contra los 8,8 km del Ehra. Es cierto que, por su condiciones de superdeportivo a cielo abierto, la aerodinámica es otra y la resistencia del aire cambia, lo que utilizó a su favor para frenar más tarde.
Bugatti W16 Mistral: Reviviendo el récord
Casi un mes ha pasado de aquella húmeda mañana del 9 de noviembre, con siete grados, con Wallace de pie en medio del circuito y los 454 km/h en su bolsillo. Mientras revives el momento a continuación, te invito a que intentes recordar otros récords de velocidad y los escribas más abajo en los comentarios.
Mauro Blanco
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