El Renault 5 Baccara era la variante más lujosa del utilitario francés, el cual, según la prensa de la época, estaba pretendidamente dirigido a la mujer. De hecho, según parece, la marca presentó el modelo como una versión especial especialmente pensada para la mujer: un coche pequeño, manejable, fácil de llevar, pero lujoso y con mucho cuidado en los detalles.
A veces, el planteamiento que buscar darle a un producto desde la división de marketing o desde determinados departamentos de las empresas, se pueden considerar, como poco, peculiares. No sería la primera vez que enfocan su idea en un tema muy determinado, pero finalmente, tienen dar marcha atrás y modificar todo lo planeado hasta el momento.
Eso es, precisamente, lo que ocurrió con el Renault 5 Baccara. Desde la compañía lo presentaron, como se ha dicho antes, como una versión destinada a las mujeres, un planteamiento que finalmente se dejó un poco de lado y se centró en promocionar el coche como lo que era, una versión más lujosa, con un equipamiento especial, un acabado más cuidado y un equipamiento más completo.
Baccara era, antaño, el acabado más lujoso de los coches de Renault, lo vimos en el Renault Supercinco, pero también en el Renault Clio Baccara o en el Renault 25 Baccara, el Laguna también tuvo su respectiva versión Baccara y, por lo general, se caracterizaban por las mismas cosas. En el caso del Supercinco Baccara, encontramos un habitáculo con una decoración muy particular, protagonizada por un color crudo en casi todos los elementos que dan forma al interior: volante, asientos, salpicadero, paneles de las puertas, combinado con elementos de un tomo marrón algo más oscuro.
Sobre la base técnica del R5 GTS, el Renault 5 Baccara ofrecía un conjunto más cuidado, con la estética del Supercinco GTX y elementos prestados de su hermano el GT Turbo
En ese interior, además, los asientos estaban tapizados con cuero, material que también recubría el volante –procedente del GT Turbo, al igual que el pomo del selector del cambio–, también había elevalunas eléctricos, cierre centralizado, aire acondicionado… Un equipamiento muy completo, para un coche que no era precisamente barato: 1.590.000 pesetas, 9.556 euros –26.833 euros si añadimos IPC–.
La base sobre la que se creó el Renault 5 Baccara era el Supercinco GTS en el apartado técnico, y en el Supercinco GTX en cuanto a diseño exterior, que se completaba con unas llantas específicas de 13 pulgadas. El motor, por su parte, era el cuatro cilindros de 1.397 centímetros cúbicos, culata de aleación ligera y dos válvulas, y un carburador de doble cuerpo para su alimentación, que rendía 71 CV a 5.500 revoluciones y 10,6 mkg –unos 100 Nm– de par a 4.000 revoluciones. Un motor con árbol de levas lateral que ya por entonces estaba un poco anticuado, aunque funcionaba bien y era bastante elástico y agradable.
Básicamente, era un Renault 5 GTS con un equipamiento específico, elementos para la carrocería del Renault 5 GTX y algunos detalles interiores del Renault 5 GT Turbo. Y por ello, su comportamiento en carretera era idéntico al Supercinco GTS, el cual, se encontraba muy cómodo en carreteras amplias, siempre que se manejaran los mandos con cierta suavidad, pues tenía cierta tendencia a sacar el culo cuando se hacían las cosas de forma brusca.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS