¿Te imaginas que te sobrase algo menos de un millón de euros y pudieses llevarte a casa uno de los Fórmula 1 más extraños de todos los tiempos? Seamos realistas, para muchos esa cifra puede ser más que suficiente para vivir toda una vida, pero unos pocos afortunados podrán pujar en la subasta de RM Sotheby’s en Mónaco para llevarse a su garaje el Tyrrell P34. Y es que no todos los días se puede decir que un Tyrrell P34 se subasta, uno de los conceptos más extraños que han pisado la Fórmula 1.
Si te puedes siquiera plantear incluir esta pieza única a tu colección es difícil que no encaje, sin conocerla, el Tyrrell P34 podría decir que es una de las mejores piezas de la Fórmula 1 que puedes adquirir. Los años locos de dicha competición nos trajeron coches peculiares como este, buscando ser una solución asumible de cara a mejorar la aerodinámica sin sacrificar su agarre. El diseño fue ideado por el técnico del equipo Derek Gardner. La idea era que las ruedas delanteras más pequeñas redujeran la resistencia sin sacrificar el agarre, acompañadas de dos enormes ruedas traseras. La idea funcionó, al menos durante su primera temporada en parrilla.
Durante la temporada de 1976, los P34 conducidos por Jody Scheckter y Patrick Depailler terminaban habitualmente en el podio, Scheckter incluso ganó una carrera y llevó a Tyrrell al tercer lugar en la clasificación de constructores. Los cambios de la normativa de diseño se aseguraron de que esta idea no pudiera prosperar la siguiente temporada, poco antes de que la Fórmula 1 se asegurara de limitar el número de ruedas a cuatro. Este P34 procede de la colección personal de Scheckter, y fue construido en 2008 utilizando uno de los chasis originales restantes, según Motor1.com.
El “Chasis 8”, como se le llama, viene equipado con un motor Ford-Cosworth DFV V8 de 3 litros, así como conductos de enfriamiento de frenos en el alerón delantero. No es una réplica exacta del automóvil que Schekter condujo en 1977, pero presenta una decoración de carrera bastante atractiva en azul y amarillo y paneles de carrocería transparentes que permiten al conductor ver los neumáticos delanteros mientras se pilota. También fue construido para ser conducido en eventos de carreras históricos e incluso obtuvo una victoria en Monterey en 2008. No se menciona cuántos kilómetros tiene el monoplaza, pero parece estar en perfecto estado.
Su subasta está prevista para el 11 de mayo en Mónaco por RM Sotheby’s, lo que sin duda provocará una gran expectación para esta sorprendente recreación del coche real, cuyo precio estimado tiene un tope de cerca del medio millón de euros y un tope de 640.000 €. Esta gran oportunidad de hacerse con una pieza que proviene de una época dorada de la Fórmula 1, en la que se daba muchísima manga ancha a los ingenieros para diseñar vehículos tan alocados como este, siempre que lo comparemos con la época actual en la que nos encontramos respecto a dicha competición. Sería disparatado imaginar un Fórmula 1 actual con 6 neumáticos, pero seguramente, si les permitiesen aprovechar la ventaja aerodinámica, serían algo más rápidos.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS