Scirocco es el nombre que se le da un viento cálido, que se origina en el Sáhara y que sopla en dirección a la costa mediterránea. Como muchos sabéis, también es el nombre que Volkswagen escogió para uno de sus modelos, uno cuya historia comenzó en la década de los 70 a pesar de que una gran cantidad de aficionados solo se acuerdan del último Volkswagen Scirocco.
El último Scirocco se desarrolló, básicamente, como la primera y la segunda generación, con la plataforma y los motores del Volkswagen Golf como punto de partida, aunque, obviamente, se le otorgó una personalidad propia, algo más deportiva pero sin dejar de lado algo de versatilidad y la típica característica de todo Volkswagen, esa que les lleva a ofrecer siempre un coche que sea bueno en todo lo que hace.
Cada generación del Volkswagen Scirocco ha contado con una personalidad bastante marcada, al menos estéticamente, aunque los más similares fueron las dos primeras generaciones. La tercera llegó muchos años más tarde, aunque, por si alguien todavía no lo sabe, el Volkswagen Corrado tenía programado ser la tercera entrega del Scirocco, pero la directiva decidió que pasaría a llamarse Corrado porque ambos coches convivirían varios años en el mercado.
Las dos primeras entregas fueron las más parecidas entre sí. La primera generación del Scirocco la diseñó Giorgetto Giugiaro, pero la segunda fue cosa del diseñador interno Herbert Schäfer –la fabricación la llevó a cabo Karmann–, aunque se mantuvieron las líneas básicas dibujadas por el diseñador italiano.
Schäfer se limitó, por resumirlo todo en gran medida, a redondear las esquinas para modernizar su silueta y mejorar la aerodinámica, aumentó las dimensiones del modelo, cambió los faros frontales circulas por unos cuadrados –muy ochenteros–, y se añadieron elementos de plástico para la carrocería en determinadas versiones.
La plataforma era la misma del Volkswagen Golf y se ofreció con algunos motores procedentes de la gama del compacto. La puerta de acceso era un propulsor 1,3 de 60 CV, seguido de un 1,5 de 70 CV. El siguiente escalón ya era una opción más interesante en aquel momento, pues se trataba de un bloque 1,6 litros con 85 CV, mientras que el más potente se compartía con el Volkswagen Golf GTI, el 1,6 litros con 115 CV. Más tarde se pondría en circulación el Volkswagen Scirocco GTI con el motor equipado con culata multiválvulas y 139 CV, que con el catalizador, obligatorio tiempo después, se quedaban en 129 CV.
El Volkswagen Scirocco II empezó a rodar en 1981 y desde 1988 pasó a ofrecer solamente dos opciones: el Scirocco GT y el Scirocco GTX. Esto se debió a que hizo acto de presencia el Volkswagen Corrado, que como hemos dicho, iba a ser la tercera generación del modelo, pero su desarrollo fue más costoso de lo esperado y se optó por colocarlo en el catálogo algo por encima.
La producción del Volkswagen Scirocco MK2 se detuvo en 1992 tras unas 300.000 unidades fabricadas. Fue elogiado por su talante deportivo, pero como todo Volkswagen, nunca se dejó de lado la proactividad y la usabilidad en el día a día.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS