Henrik Fisker es uno de esos nombres propios de la industria del automóvil que han gozado de gran protagonismo en los últimos tiempos. Primero, como diseñador de algunos de modelos admirados por su imagen, como el BMW Z8; después, como pionero de la electrificación de los automóviles, cuando, durante la segunda década de este siglo, lanzó el Fisker Karma, bajo el paraguas de Fisker Automotive, la que fue su primera compañía. Tras el fracaso de este primer proyecto, en 2016 fundó Fisker Inc., la cual, pese a no poder escapar de diferentes polémicas, ya tiene un modelo en fabricación —lo produce Magna Steyr en Austria—, el Fisker Ocean, y acaba de anunciar la futura producción de un ambicioso superdeportivo de baterías. Denominado Fisker Ronin, será un grand tourer de cinco plazas con el 1.000 —o casi— como número representativo.
Y es que la semana pasada, Fisker mostró algunas imágenes de este futuro modelo y dio detalles acerca de las prestaciones que desean ofrecer. Más de 1.000 CV constituirán la potencia entregada por su trío de motores eléctricos, que lo dotarán de tracción total. Actualmente, el fabricante norteamericano ofrece dos configuraciones de sistema de propulsión en su SUV, el Fisker Ocean. La más potente, con dos propulsores y también tracción total, alcanza los 550 CV. No hay más detalles por ahora de cuál será la configuración exacta del tren de potencia eléctrico de este futuro GT descapotable.
Como tampoco se han desvelado informaciones acerca del paquete de baterías que estará integrado en su chasis de aluminio. Tan solo se ha hecho referencia a esa mágica cifra de los 1.000 km por cada recarga completa de sus pilas. Cabe apuntar aquí que su único modelo en producción actualmente ha conseguido alcanzar los 707 km de autonomía según ciclo WLTP, gracias a su batería de origen CATL y química NMC, con 106 kWh de capacidad útil. Probablemente, la aerodinámica activa de la que también han hablado en la nota de prensa que acompañó a las imágenes de Fisker Ronin ayudará a conseguirlo, aunque, por supuesto, también ha sido parcos en detalles a este respecto.
La marca afirma que el Fisker Ronin acelerará de 0 a 100 km/h en dos segundos y que su velocidad punta será de 275 km/h
Tal y como se percibe en las renderizaciones aportadas por Fisker, las proporciones de este modelo se asemejan a las de las berlinas eléctricas de referencia actualmente a la venta, como el Porsche Taycan. Sin embargo, en este caso se trata de un modelo descapotable, que será “el automóvil eléctrico para quienes ansían lo que está por venir”, en palabras de Henrik Fisker. De cuatro puertas y con amplio espacio para que cinco adultos viajen cómodamente a bordo, contará con un interior que se anuncia como lujoso y tecnológico. En este se incluirán grandes pantallas —17,1 pulgadas de diagonal para la central— y, cómo no, materiales sostenibles por doquier. De alguna manera, Henrik Fisker aspira a “crear algo completamente diferente”, a “redefinir el supercoche del futuro”, a través de un modelo con el que quieren ofrecer “la experiencia de conducción definitiva y un nuevo tipo de lujo”.
Las llantas de 23 pulgadas de diámetro sin duda contribuirían a aportar a este Fisker Ronin una imagen más que premium, lo mismo que sucede con sus puertas delanteras, que son de apertura diédrica o de tipo mariposa. Su capota recurre a la fibra de carbono para ser un automóvil de techo duro que apuesta por la ligereza. De hecho, Henrik Fisker se ha atrevido a afirmar que seguirá la tradición de los “deportivos británicos más auténticos”. No sabemos cómo se logrará casar esta afirmación con su previsiblemente enorme y pesado paquete de pilas.
En caso de poder cumplir con los plazos anunciados en su presentación, la producción del Fisker Ronin comenzará en algún momento de la segunda mitad del año 2025 y se limitará a 999 ejemplares, no 1.000, por, bajo mi punto de vista, incomprensibles razones. Su precio objetivo es de 385.000 dólares estadounidenses —unos 352.000 euros según el tipo de cambio actual— y ya se aceptan reservas en su página web. Quizá poniendo ya la venda antes de la herida, Henrik Fisker ha querido hacer referencia al enorme desafío que supondrá su fabricación, puesto que este modelo requerirá una estructura inferior “única, innovadora y resistente”, para que pueda ofrecer una seguridad suficiente ante impactos laterales, al carecer de pilar B.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS