Aquí en Europa, los pick-ups son vehículos de tipo todoterreno, de gran tamaño y muy enfocados a labores profesionales, es decir, coches para trabajar. Sin embargo, los pick-ups, al menos fuera de nuestras fronteras, tienen otras formas de presentarse, como por ejemplo, el Chevrolet El camino, donde se deja de lado totalmente la vertiente todoterreno mientras se adopta más un talante deportivo, muy cercano a un Muscle Car.
Esa forma de ver los pick-ups también la tuvieron en Australia, donde la extinta Holden, ofrecía el Ute, un aparato que de vehículo de trabajo tenía muy poco, y como el Chevy, estaba más cerca de un Muscle Car. De hecho, un Holden Ute, El SS-V Redline Ute, rodó en Nürburgring en 8 minutos y 19,47 segundos, de forma que se convirtió en el pick-up más rápido que ha dado una vuelta al circuito alemán. El caso es que no hay muchos pick-ups que pueda medirse en igualdad de condiciones con este, ni siquiera las locuras que crea Hennessey Performance, pues mantienen o incluso potencian las especificaciones off road.
De todas formas, es lógico que un pick-up como el Holden Ute sea capaz de rodar en el Infierno Verde en menos de 9 minutos, sobre todo cuando está animado por un V8 6.0 de 348 CV y 517 Nm de par –fabricado en su totalidad con aluminio– y equipado con un cambio automático de seis relaciones –motor de origen General Motors, por supuesto–. Aunque también escondía más cosas, como una puesta a punto muy deportiva y una serie de cosas que un pick-up como los que tenemos en Europa nunca ofrecerán.
Poco después, antes de abandonar la producción, adoptó el bloque LS3 de Chevrolet, un V8 de 6,2 litros que a finales de 2015 se podía encontrar en coches como el Corvette, con 415 CV, lo que permitió, obviamente, que fuera mucho más rápido. No sabemos si habría alguna empresa o algún autónomo que tuviera algo así como coche de trabajo, pero desde luego, el gasto en gasolina sería salvaje, tanto como la diversión en cada desplazamiento.
El Holden Ute deriva del Commodore, el modelo más reconocido de la firma australiana y que ha tenido una vida bastante movida. La última generación era, básicamente, un Opel Insignia con otros logotipos y la mejor, sin duda, fue la penúltima, que era un Chevrolet SS. Bueno, en realidad, el Chevrolet SS era un Holden Commodore SS, pero adaptado al volante a la izquierda y comercializado fuera de Australia. Además, fue el único Commodore diseñado y desarrollado de forma interna, sin emplear plataformas Opel y es el que se usó para la última generación del Holden Ute, cuya denominación oficial es Holden Commodore Ute.
Después de ver todo esto, hay que decir una cosa: el Holden Commodore Ute, en realidad, no es un pick-up, es un ute –leído como yut–, es un tipo de vehículo de carga, pero al mismo tiempo un turismo. Se dice que este concepto de automóvil nació en 1932, cuando la esposa de un granjero australiano envió una carta al mismísimo Henry Ford, porque, según decía, no había un coche lo suficientemente formal para llevarla a la iglesia los domingos, pero que al mismo tiempo fuera lo suficientemente práctico para cargas con sus cerdos los lunes. El señor Ford respondió a la misiva con el primer Coupé utility, que pronto acabaría reducido a, simplemente, ute.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS