Es relativamente habitual que os hablemos de restomods aquí en espíritu RACER. Normalmente, este tipo de proyectos consisten en actualizar un vehículo de cierta antigüedad, para así poder disfrutar de soluciones tecnológicas actuales sin perder la apariencia y el estilo del modelo original. En el caso del proyecto que ha dado lugar a este eXoMod C68 Carbon del que os hablamos hoy, al hilo de una unidad con bajísimo kilometraje que se encuentra disponible para la venta, se ha invertido el proceso.
Sí, tal cual lo acabas de leer. Esta empresa estadounidense, dirigida por Rick Katzeff, ha preferido tomar como base un moderno Dodge Challenger, el cual, para ser transformado en este C68 Carbon, ha visto sustituida su carrocería original por una de fibra de carbono, con las proporciones y las líneas del Dodge Charger de segunda generación de 1968. De este modo, según afirma el director ejecutivo de la compañía, se evitan los numerosos problemas derivados de elaborar preparaciones de este tipo a partir de una amalgama de piezas modernas, cuyo funcionamiento conjunto puede no dar un resultado completamente satisfactorio.
Y es que el eXoMod C68 Carbon clava la longitud del modelo original, así como su distancia entre ejes, pese a que la versión actual del Dodge Challenger tiene una batalla algo más de un centímetro menor. Aunque, eso sí, gana casi diez centímetros de anchura. Además, como consecuencia del empleo de este ligero material, se reduce el peso del conjunto en unos 220 kilogramos, en torno a un 10 % del total.
Podemos hacer conversiones de cualquier Challenger producido a partir de 2011, independientemente de su motorización. Lo hacemos por 250.000 dólares y somos capaces de terminarlos en ocho o diez semanas. Es un muy breve período de tiempo comparado con la mayor parte de preparaciones de este tipo”, ha comentado Rick Katzeff, director ejecutivo de eXoMod, en declaraciones recogidas por Motortrend
La unidad que protagoniza nuestro artículo, y que se encuentra disponible actualmente para ser adquirida por parte de cualquier comprador interesado, está construida sobre la base de un Dodge Challenger SRT Hellcat Redeye Jailbreak. Conserva el propulsor de ocho cilindros en uve y 6,2 litros de cilindrada, que entrega 818 CV de potencia máxima y ofrece hasta 958 Nm de par. De este modo, la velocidad punta declarada para este modelo concreto supera holgadamente los 300 km/h —322 km/h, para ser precisos—. Para alcanzar los 96,6 km/h —60 millas por hora— desde parado, necesita tan solo 3,6 segundos.
Gracias a que conserva la mecánica original del modelo moderno, mantiene su garantía de fábrica. Incorpora también una caja de cambios automática de ocho velocidades que, obviamente, envía la potencia al eje trasero. Otras modificaciones introducidas son unas llantas de veinte pulgadas de diámetro, con neumáticos Nitto NT555s en medidas 285/35 para el eje delantero, y 315/35 en el posterior. Los frenos, proporcionados por Brembo, están constituidos por pinzas de seis pistones y discos perforados de 398 mm de diámetro.
No hay dos unidades del eXoMod C68 Charger que sean idénticas, puesto que los empleados de la compañía procuran siempre colmar los deseos de personalización de sus clientes. Cada una es ensamblada a mano en las instalaciones de la compañía, por un equipo de seis personas con amplia experiencia y tras 2.400 horas de trabajo acumulado para cada una.
Puedes tener el mejor equipo de frenos Wilwood, los mejores componentes de suspensión de Ridetech, pero no dará lugar a un buen resultado si no ha sido proyectado buscando la sinergia perfecta entre estas partes… Así pues, pensamos: ¿y si tomamos un Hellcat moderno y lo hacemos parecer un Charger old-school, y así conseguimos lo mejor de los dos mundos?”, comenta Rick Katzeff a Motortrend acerca de su C68 Carbon
Desconocemos la cantidad que se pide por la unidad que protagoniza este artículo, cuyo odómetro cuenta con menos de 1.000 km recorridos. Lo que sí sabemos es que eXoMod ofrece, a cualquier cliente que aporte un Dodge Charger donante —producido a partir de 2011—, la posibilidad de transformar su automóvil en un C68 Carbon a cambio de unos 250.000 euros, independientemente de su motorización.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS