Los sistemas ADAS –por las siglas en inglés para “sistemas avanzados de asistencia a la conducción”– constituyen una de las contribuciones más positivas que los tan tecnológicos tiempos actuales han brindado a la automoción. Funciones como el control de crucero adaptativo, los sensores de ángulo muerto, o los asistentes de mantenimiento de carril, permiten reducir de forma notable la siniestralidad en nuestras carreteras.
Por este motivo, desde la Unión Europea se ha establecido la obligatoriedad de algunos de estos sistemas en cada nuevo vehículo vendido desde el pasado mes de julio. No en vano, se estima que podrían evitar en torno al 40 % de los accidentes producidos, un 29 % de las víctimas mortales como consecuencia de estos siniestros, y un 37 % de las lesiones graves derivadas de estas situaciones.
Pues bien, según se desprende del estudio Conocimiento de los sistemas ADAS por parte de la población española, elaborado por BOSCH en colaboración con FESVIAL –Fundación Española para la Seguridad Vial–, más del 40 % de la población española que conduce afirma que no posee suficientes conocimientos acerca de estos sistemas. Además, tal y como recoge el mismo estudio, el 60 % restante, que afirma conocerlos, incurre en confusiones y tiene grandes lagunas cuando se les solicita que expliquen para qué sirven este tipo de asistentes.
Este estudio se integra dentro del Proyecto VIDAS, desarrollado por Fesvial y en colaboración con BOSCH, cuyo propósito es, en palabras de Lorenzo Jiménez, responsable de BOSCH para este proyecto, “investigar las características, funciones, conocimientos y normativa de los sistemas ADAS, para poner en valor estas tecnologías aplicadas a la conducción […], para contribuir a la mejora de a seguridad vial y la reducción de la siniestralidad”
Automóviles antiguos, conductores poco familiarizados
En este sentido, cabe mencionar la particularidad del parque automovilístico en nuestro país, cuya antigüedad media –13,5 años– es dos años superior a la media europea. Por este motivo, la mayor parte de los vehículos que circulan por nuestras carreteras apenas cuenta con este tipo de sistemas, especialmente aquellos que se han reconocido como más eficaces a la hora de evitar siniestros viales, y de aparición más reciente, como la frenada automática de emergencia, los sistemas de detección de fatiga, o de mantenimiento de carril.
Puede comprenderse que este desconocimiento también deriva de la poco habitual presencia de dichos sistemas en nuestros vehículos. Los más conocidos se corresponden con los que con más frecuencia son equipados por los vehículos que circulan por nuestras carreteras, esto es, el encendido de luces automático, el control de presión de los neumáticos, la limitación inteligente de velocidad y el control de crucero adaptativo. No obstante, desde el propio estudio se solicita cautela a la hora de interpretar estos datos, puesto que es muy posible que los encuestados incurrieran en confusiones entre unos y otros sistemas, y que ciertamente refieran controles de crucero adaptativos cuando en realidad quieren decir controles de crucero convencionales.
¿Quién conduce mejor?
El estudio mencionado arroja otros datos que son, en cierto modo, quizás los más preocupantes. Y es que el 50 % de los conductores encuestados no considera que estos sistemas puedan responder mejor que ellos ante una situación de riesgo en la carretera. Es más, un 40 % de los encuestados ha afirmado que los sistemas ADAS no responderán adecuadamente ante situaciones peligrosas de conducción. ¿Acaso sobrestimamos nuestras capacidades al volante? No hay que olvidar que, según datos aportados en el propio estudio, el 90 % de los accidentes en las vías públicas tienen lugar a consecuencia de un error humano.
Es posible que nuestra habilidad al volante no sea el único aspecto sobre el que no tenemos una apreciación del todo acertada. De los encuestados, un 70 % llegó a confesar su falta de confianza en la “suficiente inteligencia” de los sistemas ADAS para garantizar la seguridad del conductor. Aun así, tres de cada cuatro encuestados afirmaron estar a favor de que algunos de estos sistemas sean obligatorios, aunque tenga una repercusión al alza sobre el precio de los vehículos. Y más del 60 % prefiere conducir un vehículo con sistemas ADAS, o considera adecuado adquirir uno con este equipamiento. Hay algo de sensatez.
El estudio también muestra la preocupación de algunos conductores acerca de la integridad de estos sistemas frente a cualquier amenaza de carácter informático, es decir, un posible intento de jaqueo
La importancia de la divulgación
El estudio también se ha ocupado de averiguar qué grado de relevancia adquiere este equipamiento a la hora de adquirir un nuevo vehículo. Y, como era de esperar por los datos apuntados hasta ahora, reciben una consideración secundaria como variable a tener en cuenta a la hora de elegir un nuevo automóvil. El bajo consumo de combustible, la fiabilidad de la marca y la potencia y prestaciones del vehículo en cuestión, son los elementos más valorados por los compradores.
También por parte de los propios concesionarios y puntos de venta: en un 65,5 % de los casos, estos sistemas no fueron ofrecidos como un argumento importante a la hora de plantear las ventajas del vehículo en cuestión. Tienen un mayor nivel de importancia factores como los mencionados previamente desde la perspectiva del comprador. Los sistemas ADAS ocupan un lugar de importancia equiparable al de unas bajas emisiones contaminantes, según los datos del estudio.
Además, nos ofrece datos sobre cuáles son las fuentes de información más recurrentes para los conductores a la hora de conocer más sobre estos sistemas, un aspecto de gran relevancia a la hora de plantear una estrategia de divulgación que permita darle la vuelta a esta situación de desconocimiento generalizado. Son los concesionarios e Internet los lugares a los que con más frecuencia acuden los conductores en busca de información sobre los ADAS. Desde espíritu RACER pondremos nuestro granito de arena.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS