El proceso de electrificación que está teniendo lugar en el seno de los fabricantes de automóviles tradicionales está provocando modificaciones en sus organizaciones empresariales. A través de Automotive News, medio especializado en la industria del automóvil, hemos podido saber que Renault está en conversaciones con Geely y una empresa petrolera para que estas adquieran una parte importante de la futura división del fabricante francés dedicada a la producción de motores de combustión interna.
Fue hace unos meses que Luca de Meo, director ejecutivo del grupo, reconoció que Renault se estaba planteando separar sus ramas de negocio de vehículos eléctricos y de combustión interna, con el objetivo de obtener una mejor financiación para el primero, en claro crecimiento. En palabras del propio directivo italiano, el negocio de vehículos eléctricos está en dinámica ascendente, mientras que la producción de vehículos de combustión interna es, hoy día, más una fuente de ingresos con la que financiar aquella.
No es el único fabricante que plantea esta división, que toma el ejemplo de Tesla como referente. Ford y Mahindra también tienen intención de realizar esta separación, al tiempo que Volvo y Polestar representan un ejemplo de este paradigma, precisamente ambas bajo el amparo de Geely.
La división dedicada a vehículos eléctricos, denominada internamente “Ampère”, será creada este mismo otoño y mantendrá su sede en Francia. Podría salir a bolsa tan pronto como el próximo año. Renault conservaría su condición como accionista mayoritario de esta división, que aglutinaría unos diez mil trabajadores. Cabe mencionar que el fabricante francés lleva tiempo trabajando en un ecosistema productivo, localizado en el norte de Francia, para dar soporte a todas sus operaciones en el campo del automóvil eléctrico. Así, pretende reunir en esta zona del país francés sus plantas de producción de este tipo de vehículos, así como de baterías, junto con algunos de sus proveedores.
En cuanto a la rama de vehículos a combustión interna, su sede se localizaría fuera de nuestro país vecino, y concentraría las plantas de producción de sistemas de propulsión y transmisión tradicionales –también híbridos–, situadas en España, Portugal, Rumanía, Turquía y América Latina.
Pensamos que aún hay potencial para la tecnología de combustión interna, pero es un “juego” antiguo. En este caso, las sinergias y el tamaño importan, y si podemos modelar estas actividades y trabajar en combinación con otros actores, podremos obtener ventajas en términos de costes y ampliar algunos márgenes de beneficios para poder reinvertir ese dinero en las nuevas tecnologías“, Luca de Meo, director ejecutivo del grupo Renault
Dos socios de gran calibre
Así, según fuentes cercanas al fabricante francés y recogidas por Automotive News Europe, Geely adquiriría un 40 % de la futura división de vehículos a combustión del fabricante francés, que retendría una participación igual en la futura compañía. Nissan permanecería al margen de este movimiento, lo cual pone de manifiesto de nuevo las difíciles relaciones entre ambas compañías desde la accidentada salida de Carlos Ghosn en 2018.
Se trataría de una nueva incursión del gigante chino Geely en la industria automotriz europea, pues ya es propietaria de Volvo y Polestar. Posee, a su vez, un diez por ciento del accionariado de Mercedes-Benz, con quien colabora en una joint venture al 50 % para la fabricación de los nuevos Smart. Además, también es propietaria de Lotus, tradicional fabricante de deportivos de Reino Unido, y que precisamente colabora actualmente con otra división de Renault, Alpine, en el desarrollo de deportivos eléctricos.
No sería el comienzo, por tanto, de las relaciones entre ambas empresas. Previamente, en este año, Geely adquirió el 34 % de la filial de Renault en Corea del Sur. Actualmente, producen vehículos híbridos en su planta de Busan.
También algunas fuentes afirman que la petrolera con quien Renault está negociando para formar parte de esta división de vehículos a combustión es Aramco, dependiente del gobierno saudí. Esta adquiriría el 20 % restante, y su participación se entendería en el contexto del desarrollo de combustibles sintéticos para el fabricante francés, además del hidrógeno verde –obtenido gracias a fuentes de energía renovables–, con la intención de explorar el futuro de los vehículos con pila de combustible. No en vano, Aramco posee un centro de investigación en los alrededores de París, donde concentra sus estudios sobre transporte, energía y medio ambiente.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS