La realidad de la automoción se ha recrudecido en Rusia, ya que, por desgracia, el pasado 24 de febrero de 2022, el mundo quedó conmocionado con lo que nunca se pensó que llegaría a suceder. Ese día, el gobierno ruso de Vladímir Putin iniciaba la invasión de Ucrania, iniciándose un conflicto que a día de hoy sigue desarrollándose, dejando a su paso un panorama de muerte y destrucción a mediada que avanza la invasión rusa. Esto ha hecho que la realidad de la automoción en Rusia se haya vuelto más cruda para el sector.
Debido al conflicto, muchas compañías y empresas extranjeras se han sumado a las sanciones y al aislamiento económico contra Rusia, tratando de contrarrestar la guerra en Ucrania en el plano económico para debilitar a Rusia en todos los sectores económicos e industriales, siendo uno de ellos la industria automovilística. Tal y como ha informado la BBC: “la prohibición de exportación se dirige a aproximadamente 48 países“. Las marcas de automóviles en suelo ruso temen el posible contrataque de medidas del gobierno ruso con la amenaza de nacionalizar aquellas compañías que se sumen a las sanciones contra el país eslavo. Por su parte, el gobierno ruso acusa a estas empresas de “cometer acciones hostiles” contra Rusia, y por su parte ha anunciado que las prohibiciones del gobierno ruso están “dirigidas a garantizar el funcionamiento ininterrumpido de sectores clave de la economía” como medida de refuerzo ante las sanciones de los países occidentales.
Actualmente, las noticias que llegan sobre el sector automovilístico en el gigante asiático son bastante variadas. Una de ellas es la que nos llega desde Hungría, donde la marca japonesa de Suzuki ha tomado la decisión de dejar de exportar vehículos a Rusia y Ucrania por motivo de la guerra. Es una decisión importante para la marca, ya que en 2020 se exportaron 10.000 unidades a Rusia y Ucrania, teniendo también unas ventas de hasta 119.098 vehículos vendidos en 2020, de las cuales una parte fueron destinadas a otros mercados extranjeros.
La guerra ha provocado que muchas marcas suspendan sus exportaciones a Rusia
Por otro lado, con el creciente aumento de las sanciones comerciales impuestas a Rusia por parte de las potencias occidentales, ha tenido como efecto que el gobierno ruso haya prohibido las exportaciones de automóviles en su territorio, decisión que ha provocado que varias empresas extranjeras en el país, como Hyundai y Stellantis, suspendan sus operaciones en territorio ruso hasta nuevo aviso.
Esto supone un mal pronóstico para algunas marcas, como es el caso de Stellantis, ya que una de sus plantas de fabricación se encuentra en Kaluga (Rusia). Esta planta es la responsable de exportar vehículos de diferentes marcas dentro de Rusia, como Citroën, Peugeot u Opel, entre otras. Tal y como anunció la agencia de noticias británica Reuters, “Stellantis quería convertir la planta de Kaluga en un centro de exportación para suministrar motores y automóviles a Europa, América Latina y el norte de África“.
Al final los planes de Stellanis para su expansión comercial por Rusia se han visto truncados por el conflicto iniciado por Vladimir Putin a finales de febrero de 2022, y que hoy sigue azotando al pueblo ucraniano, que se ve obligado a abandonar su tierra para poder salvar su vida.
Las posibles prohibiciones del gobierno ruso amenazan con nacionalizar empresas extranjeras
En definitiva, el panorama se vuelve cada vez más tenso entre el gobierno ruso y las marcas extranjeras, a medida que se desarrolla la guerra. Así es la cruda realidad de la automoción en Rusia, no podemos saber su futuro en el país eslavo. Solo sabemos, que a medida que avanza el conflicto entre Rusia y Ucrania son más lo que arremeten contra Rusia con sanciones, ya que desde los gobiernos occidentales y los fabricantes de automóviles buscan alternativas al mercado ruso.
Jaime Peralta
Me llamo Jaime Peralta Sánchez y soy estudiante de Comunicación audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos.COMENTARIOS