No podemos negar que los diseños son cada vez más rebuscados y recargados, con formas a veces demasiado exageradas y hasta grotescas, buscando llamar la atención por encima del resto. Se agradece que firmas como Mazda apuesten por diseños fluidos y sin estridencias, con líneas suaves y equilibradas. De todas formas, para gustos los colores, eso al menos se dice, al igual que también se dice que en la variedad está el gusto.
Quizá, esto último sea algo que también han estado pensando en VAG cuando comenzaron a desarrollar el Audi Skysphere Concept, un coche que sorprende por sus proporciones y por la combinación de líneas y de tecnologías, dando lugar a un biplaza descapotable (más targa que descapotable), con el que adelantan algunos detalles del nuevo lenguaje de diseño que lucirán sus coches, junto a una motorización 100% eléctrica y a una conducción autónoma de nivel 4.
Pero el Audi Skysphere esconde otras cosas mucho más interesantes, como una capacidad de adaptación bastante llamativa, y aunque hay cosas ya vistas en otros coches como el Renault Morphoz Concept, no deja de ser una forma de entender el coche de cara al futuro, donde la tecnología eléctrica permitirá un mayor grado de libertad al diseñar y también, al inventar nuevas soluciones para cumplir con las exigencias de los usuarios.
Un Diseño sumamente llamativo
Lo primero que llama la atención del Audi Skysphere es, obviamente, su diseño. No ha habido nunca un Audi con estas formas y, posiblemente, nunca lo habrá. A no ser que sea un SUV, claro, en cuyo caso, cualquier cosa es posible a día de hoy. Pero no es el caso, estamos ante un automóvil que busca emocionar al primer golpe de vista, con un frontal enormemente largo y unos asientos casi encima de las ruedas traseras.
Por suerte, los diseñadores de Audi no han recurrido a formas extrañas, han optado por formas suaves combinando rectas con curvas con bastante acierto y aunque se ve potente y muy musculado, resulta equilibrado. La zona más exagerada es, sin duda, la trasera, con una popa que recuerda a una lancha y que genera un enorme voladizo por detrás de las ruedas que sería bastante complicado controlar por sus curvadas líneas.
En el frontal también encontramos un poco de exageración, pero aquí las tendencias mandan y cuanto más grande sea la calandra, mejor. De todas formas, en este Audi Skysphere no hay calandra, es un elemento que busca dar imagen de rejilla pero está completamente cerrada. Con los nuevos coches eléctricos, la calandra ha dejado de tener su función suministradora de aire y pasa a ser un elemento más con el que “jugar” a la hora de crear un diseño. Con la calandra convencional también se hacía, sí, pero las necesidades de refrigeración y las exigencias aerodinámicas influyen en su diseño y formas, cosas que ahora pasan a un segundo plano.
Sorprende que las monolíticas llantas, con un diámetro de nada menos que 23 pulgadas, no resulten pesadas a la vista. Aunque un tanto exagerado, es un diseño que ofrece un buen resultado y potencia todavía más la imagen de lujo y prestaciones que debe desprender todo roadster que se precie.
Se acorta y se alarga a voluntad
El Audi Skysphere es un automóvil de salón, un show car que no tendrá feria donde mostrarse pero que estará en la Semana del Automóvil de Monterrey y que nunca llegará a producción, ni tampoco llegará su sistema de carrocería extensible, algo similar a lo que mostró el mencionado anteriormente Renault Morphoz. Un sistema como ese debe ser una pesadilla en cuanto a seguridad pasiva (capacidad de absorber la fuerza del impacto en caso de accidente) y puede que incluso sea imposible de homologar, así que se queda como una muestra de capacidad por parte de Audi o de ingenio de sus diseñadores.
La longitud del coche, en su versión más corta, es de 4.940 milímetros, es muy largo, pero puede llegar a 5.190 milímetros, un poco más largo que todo un Audi A8 (alrededor de 20 milímetros más largo). También puede aumentar su altura libre al suelo en 10 milímetros. Todo ello diseñado en el centro que Audi tiene en Malibú, bajo el control de Gael Buzyn, cuyo equipo de inspiró en el Horch 853 Roadster para ofrecer las prestaciones y la agilidad de un deportivo y el confort y el lujo de un Gran Turismo.
Para asegurar esa agilidad de deportivo con casi cinco metros de largo en su configuración corta, se ha montado un eje trasero direccional y suspensión adaptativa de tipo neumático y esquema de paralelogramo deformable en los dos ejes. La dirección es “by-wire” y controla el giro de las ruedas delanteras y también de las traseras, contando también con diferentes configuraciones pudiendo incluso modificar la fuerza de autocentrado del volante.
Máxima digitalización y hasta 465 kW de potencia
Lo que no cabe duda viendo este Audi Skysphere, es la total digitalización futura de todos los modelos del fabricante alemán. Audi es una de las firmas que más apuestan por la desaparición de los mandos físicos, colocando en su lugar pantallas para controlarlo todo. No obstante, en este caso se va mucho más allá y, directamente, el salpicadero tal y como lo conocemos desaparece y es sustituido por pantallas y zonas táctiles.
Una enorme pantalla se ocupa del puesto de conducción, mientras que otra muestra la información al copiloto. Según afirman desde Audi, se han inspirado en el art decó para algunas cosas y en los muebles de diseño para cosas como los asientos (tapizados con microfibra de producción sostenible). Hay madera de eucalipto certificada medioambientalmente y cuero sintético entre otros materiales sostenibles.
Otro de los puntos destacables, según Audi, es su conducción autónoma de nivel 4. Eso ha desembocado en unos elementos de control, volante y pedales, que se retiran cuando se conecta la conducción automática, para que el conductor pueda disponer de espacio para relajarse y descansar.
Para animar todo este conjunto, un único motor eléctrico colocado en el eje trasero, rinde 465 kW de potencia (632 CV) y 750 Nm de par. Las baterías están colocadas detrás del habitáculo y entre los asientos (en el túnel central). Tienen una capacidad de 80 kWh, dando lugar a una autonomía de 500 kilómetros.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS