Edd China y sus muebles rodantes

Edd China y sus muebles rodantes

El genial mecánico tiene además varios récord Guinness en su haber


Tiempo de lectura: 5 min.

Ahora que estamos encerrados en casa, estoy seguro que más de uno de nuestros lectores habrá pensado “ojalá el sofá tuviera ruedas”. Tranquilos, no estáis solos. Esto ya se le ocurrió a Edd China, el genial mecánico famoso por reparar vehículos muy dispares en Wheeler Dealers. Hoy vamos a dar un repaso a sus muebles rodantes y sus récord de velocidad.

The Casual Lofa

El primer mueble con ruedas de Edd y quizá el más famoso, es su “casual lofa”, el sofá motorizado más rápido del planeta. Su origen se remonta a los tiempos de universidad de Edd, allá por 1994, aunque no fue hasta 1998 cuando se dio a conocer mundialmente apareciendo en Top Gear y consiguiendo el récord Guinness del sofá más rápido del mundo, alcanzando los 140 km/h.

La idea era crear un sofá rodante, que ocultase todas las partes mecánicas lo más posible. Para ello tomó dos subchasis delanteros de un Mini clásico, donde el trasero soporta el motor, que va colocado en posición central-trasera, y el delantero es el direccional. Están muy juntos, con una batalla muy corta, por las necesidades de ocultar todo bajo el sofá, lo que lo hace ciertamente inestable sobre firme en mal estado, aunque eso es secundario.

El motor es el de 1.275 cm3 utilizado en la serie A, producido de 1964 a 1980. Rendía 58 CV a 5.500 rpm y tenía un par de 94 Nm a  3.000 rpm. Un motor modesto, pero barato y suficiente para el propósito de propulsar un sofá rodante. Al motor se une una caja automática, cuya posición se selecciona mediante un deslizador muy original tras la palanca del freno.

Si, si, el freno es mediante palanca. Un pulsador hace de enclavamiento para el freno de estacionamiento, porque este sofá con ruedas no tiene pedales. El acelerador está en el lateral derecho y se acciona mediante la rodilla

El velocímetro está oculto tras el reloj que podemos ver en la consola central, y este original sofá también dispone de cinturones de seguridad. Gracias a esta genial creación, Edd China se hizo famoso apareciendo en multitud de programas de televisión. ¿De donde proviene el nombre? Se lo hemos preguntado a Edd, aunque aún no tenemos respuesta. Una posibilidad es que provenga de una mezcla de “casual loafer” -mocasín casual- y “sofa”. Aunque personalmente yo lo habría bautizado como “SoFast”, haciendo el juego de palabras con “sofa” y “fast” -rápido- o “so fast” -muy rápido-. Mensaje para Edd China: si lo rebautizas, quiero mis royalties.

En 2007, junto a David Davenport, mejoró su creación dotándolo de un motor más potente, con el que consiguió batir su propio récord, dejándolo esta vez en 148 km/h. Solamente duró tres años, ya que Perry Watkins en 2010 batió este mismo récord, pero no importa: el primero siempre será el “casual lofa”. Fue comercializado, pero sin éxito, en la página web que aún sobrevive Cummfy Banana (www.cummfybanana.co.uk).

The Hot Desk

Después del sofá llegó el escritorio más rápido del mundo allá por 2006. Estaba motorizado por un Rover 100 y logró el récord de velocidad del escritorio más rápido, alcanzando los 140 km/h. Su precio de aquel entonces era de 45.000 libras, bastante alto, pero hay que contar con que tenía, aparte de la mesa del conductor, una fuente de agua y otra mesa con tres sillas.

El teclado era la palanca de dirección, mientras el claxon se escondía bajo la almohadilla del ratón. En el bote de los bolígrafos, se esconde una palanca que se encarga de engranar las marchas (adelante, punto muerto y atrás, porque también es automático).

No pueden faltar las luces reglamentarias, tanto delante como detrás, puesto que está matriculado y es legal rodar con él por las carreteras de Reino Unido

The Street Sleeper

Cuantas veces habremos soñado con una cama motorizada para ir al trabajo por las mañanas. Pues el genial Edd China hizo una y batió el récord de velocidad de la cama más rápida allá por 2008. Consiguió alcanzar los 111 km/h, lo que no está nada mal para una cama.

No tenemos datos acerca de su motorización, pero es posible que haya empleado alguno de los motores de sus anteriores creaciones, aprovechando la experiencia de sus anteriores construcciones

Por desgracia en 2017, la página hotels.com y Tom Onslow-Cole batieron el récord de velocidad de la cama más rápida del mundo con una basada en un Ford Mustang GT, alcanzando los 135 km/h. Lo hicieron en el complejo Emirates Motor Sport, situado en Umm Al Quwain, de Emiratos Árabes.

El resto de muebles motorizados

Podríamos decir que estos son los más reseñables, aunque también ha realizado otras creaciones igual de originales. En 2005 batió el récord del carrito de la compra más grande motorizado. Tenía unas dimensiones de 2,99 x 1,80 x 3,47 metros y lo llamó “Trolleyshoppus Rex”.

En 2011 consiguió dos nuevos récords, aunque en la actualidad ya no están vigentes. El primero de ellos fue el baño más rápido del mundo, llamado “Bog Standard”. Una original creación basada en una motocicleta con sidecar que alcanzaba los 68 km/h, hoy día superado por Colin Furze y sus 85 km/h.

La última de sus creaciones en conseguir un récord de velocidad fue la caseta de jardín, denominada “Gone to Speed”, alcanzando en 2011 los 94 km/h. Fue superado en 2017 por Kevin Nicks alcanzando los 129 km/h.

Aunque algunos de sus récords de muebles motorizados ya no estén vigentes, hay que reconocer la originalidad de Edd China, ingeniero y mecánico del que somos muy aficionados por aquí. No son muy prácticos, pero si vives en Reino Unido y quieres llamar la atención, tienes que hacerte con alguno de ellos.

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Sobre mí

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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