El “detailing”, ese anglicismo de detallado que está tan de moda en el mundo de los coches y que no solo significa “limpieza a fondo”, sino que se ha convertido casi en una religión con cada vez más devotos. ¿Quieres saber de qué se trata? Te lo contamos a continuación.
Un poco de historia
Tal y como lo conocemos hoy, el “detailing” ha nacido en Estados Unidos. Comenzó como un servicio a los coches más lujosos, donde se les realizaba una limpieza a fondo para dejarlos casi como salidos del concesionario, y poco a poco se ha ido extendiendo por el resto del planeta a todo tipo de vehículos.
Según algunas fuentes, el origen del cuidado del automóvil se remonta al siglo XIX, cuando en un pueblo alemán llamado Bischofsheim, crearon una cera a partir de grasas animales, para proteger el lacado de los carruajes. Vamos a dar un repaso a los principales hitos históricos a partir de entonces.
Ya en 1888, la compañía Menzerna comenzó a desarrollar una gama de compuestos para pulir la carrocería de los carruajes, aunque también se podían ver los primeros automóviles. Unos años más tarde, en 1901, Frank Meguiar Jr. fundó un pequeño laboratorio de pulido de muebles y una tienda en su garaje. La compañía, ahora conocida como Meguiar’s, es hoy en día un gigante en la industria de productos de limpieza para automóviles.
En 1910, George Simons desarrolló un limpiador y un producto de cera de carnauba para darle un acabado brillante a los automóviles de la época. Su compañía se llamaba Simons Manufacturing Company y los productos se llamaban Simons Cleaner y Simons Wax. En 1912, la compañía pasó a llamarse Simoniz y el proceso de “detailing” se conocía como “simonizar”. Era el inicio de los productos de limpieza para el coche.
En la década de los 20, la compañía 3M inventó el primer papel de lija impermeable del mundo, que reducía el polvo en el aire durante la fabricación de automóviles y las cintas de enmascarar, lo que permitió a los talleres de pintura obtener una línea nítida en trabajos de pintura de dos tonos.
Después de la 2ª Guerra Mundial, en 1944, se vende el primer pulimento líquido para automóviles, denominado Plastone. Fue inventado por Ben Hirsch y se renombró como Turtle Wax por su acabado resistente, similar al caparazón de una tortuga. Una denominación bastante optimista
En la década de los 70, en Europa y Japón, se usaban pinturas de base metálica con una capa final transparente en los automóviles. Este sistema daba como resultado una pintura resistente, con un brillo y color duraderos. El proceso fue llevado posteriormente a EE.UU., pero durante los primeros años, la calidad no era muy buena, y esta capa transparente se desprendía con facilidad.
Así que era necesario pulir la carrocería. ¿Con qué? Con el pulidor de acción orbital de doble cabezal diseñado por Cyclo USA para la industria aeronáutica. Por aquel entonces se llevaban los aviones brillantes de aluminio, y se necesitaba un pulidor para que estuvieran relucientes. A alguien se le ocurrió aplicarlo a la pintura de los coches, y resultó ser todo un acierto, pues dejaba unos resultados sorprendentemente buenos.
Llegamos a la década de los 80, cuando la arcilla para “detailing” se utilizó por primera vez en Japón, llegando a EEUU una década más tarde. En esta década de los 90, la introducción del sistema de pintura de dos etapas a base de agua y secado al horno, diversificó los colores que ofrecían las marcas y perfeccionó el sistema de acabado transparente. En estos años también nacieron los primeros paños de microfibra en Suecia, extendiéndose al resto del mundo en los años siguientes.
Por último, ya en el comienzo del siglo XXI, PPG Industries inventó CeramiClear, una capa transparente que eliminó la degradación de la pintura por causas tales como la lluvia ácida, sal y radiación UV. Años más tarde se perfeccionó el concepto, inventándose en 2007 los selladores de pintura transparente con polímeros de nanotecnología.
En la actualidad en nuestro país, las cifras de ventas en el sector de la limpieza de vehículos se ha multiplicado por dos en los últimos cinco años, según Alvato Luxury Detailing. Entre otros aspectos destacables, el nivel de rentabilidad que ofrece una franquicia de lavado de vehículos ha crecido un 20 %, algo nada desdeñable. Pero, ¿en qué consiste el “detailing”? Vamos a verlo.
El proceso de “detailing”
De manera breve, se podría resumir el proceso en 12 pasos. Es posible que el orden varíe según los gustos, pero encontramos esta secuencia bastante lógica.
- Lavado exterior. Preferiblemente lo realizaremos con un limpiador de alta presión, aunque si no tienes, puedes seguir el método de los dos cubos: primero se limpia la esponja o gamuza en uno de ellos, y el otro se emplea para humedecerlo antes de limpiar la carrocería. Eso sí, utiliza bastante agua para no rayar la carrocería.
- Secado. Idealmente con un soplador, pero si no tienes uno, emplea paños de microfibra.
- Arcilla. En este punto pasaremos la barra de arcilla por toda la superficie para eliminar las impurezas.
- Limpieza posterior. En este apartado realizaremos una limpieza más ligera, para eliminar restos de arcilla si los hubiera.
- Inspección de pintura. Con una lámpara de luz potente, repasaremos la pintura para detectar imperfecciones.
- Pulido. Si hubiera alguna imperfección o raya en la pintura, ahora es el momento de aplicar un buen producto de pulido con la pulidora orbital.
- Encerado o Sellado. Una vez limpia la carrocería, la protegeremos con cera de carnauba o sellador.
- Limpieza interior. Mientras se seca la cera, pasamos a la limpieza interior. Aquí limpiaremos con agua y detergente las alfombrillas y moqueta interior, para después aspirarlas. También limpiaremos los guarnecidos o el salpicadero.
- Asientos. Llega el momento de los asientos. Algunos servicios sacan los asientos delanteros fuera del coche, para facilitar la limpieza interior y de los propios asientos. Dependiendo si son de tela, cuero o Alcantara, el producto a emplear será diferente.
- Ruedas. Como con los asientos, algunos servicios las quitan para limpiarlas a fondo. No solo se limpia la llanta, sino que se cuida y protege también el neumático.
- Cristales. Llega el momento de limpiar los cristales y los faros. Es recomendable aplicar un sellador posteriormente a estos últimos, para proteger el policarbonato de los rayos UV, ya que lo degradan.
- Últimos detalles. Realizamos una última inspección para repasar los detalles y dejar el coche impecable, casi como salido de fábrica. Por eso se llama “detailing”.
Para que veáis el proceso completo, hemos rescatado un vídeo de Mitch (The Detail Geek), un profesional que se dedica al detallado de vehículos en Canadá. Es impresionante lo que un poco de trabajo de limpieza puede hacer por un coche.
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Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS